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Peluquería para 'dummies': cómo cortarse el pelo en casa y no hacer un estropicio
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Peluquería para 'dummies': cómo cortarse el pelo en casa y no hacer un estropicio

La duración del confinamiento y la falta de acceso a peluqueros profesionales está provocando looks que ya no se sostienen ni en las videollamadas familiares

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El confinamiento por el coronavirus en nuestro país ha tenido un gran impacto a todos los niveles. El encierro sirve para frenar la pandemia pero deja daños colaterales económicos y psicológicos muy importantes. Hoy, en cambio, hablamos aquí de la que probablemente es la consecuencia menos relevante de todas, pero una de las que mejor se observan a primera vista: nuestro pelo.

Si en las primeras horas de caos fue el ansia viva de papel higiénico el que condicionaba nuestra existencia, más de cuarenta días después el problema para muchos es ver Supervivientes en casa y tener mucho peor aspecto que los que concursan en la isla. Las peluquerías cerraron hace demasiado tiempo, las puntas se abren como nunca, el cabello va encontrando su hueco y adoptando las formas más ridículas posibles en nuestra cabeza. Todo ello ha llevado a muchos españoles a plantearse por primera vez tomar medidas excepcionales: ¿ha llegado la hora de cortarse el pelo en casa por primera vez?.

Salvo para aquellos experimentados que ya practicaban en el noble arte de cortarse el pelo en su baño antes del confinamiento, la mayoría de los que siempre se han puesto en manos de profesionales buscan ahora algo sencillo, sin complicaciones, un corte para salvar los muebles de forma temporal. Para todos ellos aquí van unas claves a tener en cuenta si tienes el pelo corto:

Pasos para cortarse el pelo con maquinilla

  1. Lavar el pelo y dejarlo húmedo
  2. Comenzar a cortar por el lateral y seguir por la parte superior
  3. En un principio, deja el pelo algo más largo de lo que te gustaría
  4. Corta el pelo en sentido contrario al de su nacimiento

Todo estas indicaciones tienen una razón de ser muy sencilla:

  • Pelo limpio y húmedo: la mejor forma de empezar a cortar es lavar el cabello previamente, ya que estará más suelto. El proceso te será más sencillo si vas humedeciendo el cabello con un dosificador mientras cortas, pero cuidado con empaparlo como si acabaras de salir de la ducha porque puede llevarte a cometer errores.
  • Hazlo por orden: es importante dividir el proceso en varias partes y delimitar bien las zonas por las que empiezas a cortar. Comienza por el lateral de la cabeza y termina por la parte superior
  • De más a menos: tanto si vas a usar directamente la maquinilla como si te atreves con la tijera, comienza con un largo algo mayor del que te gustaría, para así tener margen para corregir si te equivocas.
  • Sentidos contrarios: cuando uses la maquinilla sigue el mismo proceso que se hace al afeitar y corta el pelo en el sentido contrario a su crecimiento natural

El punto más complicado de este tipo de corte es la parte superior de la cabeza, sobre todo si decides hacerlo con tijera. Sobre esa zona y sobre el flequillo aquí tienes un sencillo tutorial con consejos que pueden ayudarte mucho:

¿Y si tengo el pelo largo?

Aunque es posible que lo estén disimulando mejor, las personas con el pelo largo también ven cómo su melena se va deteriorando durante el confinamiento. Es posible que ellas estén barajando dos opciones antes de que abran las peluquerías: arreglar como puedas las puntas o cortar por lo sano. Para el primero de los escenarios, la conocida youtuber y entrenadora de fitness Patry Jordán tiene un tutorial sobre cómo arreglarlas sin perder el largo que puede resultar de mucha utilidad.

Y si finalmente lo das todo por perdido y quieres hacer un cambio radical, también existen vídeos explicativos muy interesantes sobre los pasos que debes hacer para cortar buena parte del pelo de forma ordenada y, posteriormente, arreglar lo que mantengas.

El confinamiento por el coronavirus en nuestro país ha tenido un gran impacto a todos los niveles. El encierro sirve para frenar la pandemia pero deja daños colaterales económicos y psicológicos muy importantes. Hoy, en cambio, hablamos aquí de la que probablemente es la consecuencia menos relevante de todas, pero una de las que mejor se observan a primera vista: nuestro pelo.

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