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Gana la lotería y gasta una parte en poner techo a la casa de una mujer sin recursos
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Gana la lotería y gasta una parte en poner techo a la casa de una mujer sin recursos

Un empresario decidió pagar de su bolsillo el arreglo que necesitaba la casa de una mujer enferma y convenció a otras compañías a hacer lo propio

Foto: Mike Robertson con su cheque por un millón de dólares (Foto: Virginia Lottery)
Mike Robertson con su cheque por un millón de dólares (Foto: Virginia Lottery)

La suerte tiene formas extrañas de aparecer en la vida de las personas. Puede estar toda la vida jugando a la lotería y no ganar nunca más allá de un reintegro o unos pocos euros, mientras otra persona se lleva una millonada la primera vez que compra un boleto o, como en el caso de Daniel Schuman, sin ni siquiera haber jugado nunca (al menos que él supiera).

Porque la probabilidad de que toque un gran premio que nos cambie la vida es realmente mínima: de hecho, solo hay una posibilidad entre 140 millones, aproximadamente, de acertar los cinco números y las dos estrellas del Euromillón. Sin embargo, eso no es óbice par que millones de personas en todo el mundo sigan participando en todo tipo de juegos de azar.

Foto: Richard Lustig posa junto a un cartel que anuncia su libro. (winninglotterymethod.com)

Aunque en España y en otros países europeos los sorteos se han cancelado temporalmente (lo que ha obligado también a aumentar los plazos para cobrar los premios de lotería), en otros países se siguen celebrando con una aparente normalidad. Y así hemos descubierto la historia de Mike Robertson, un norteamericano que vive en la pequeña localidad de Concord.

La suerte por sorpresa

Esta pequeña población del estado de Virginia apenas alcanza los 1.500 habitantes, por lo que todos sus vecinos se conocen. Pero, además, Mike Robertson es el dueño de una pequeña empresa de instalación de tejados, lo que supone conocer a muchas personas de los alrededores, ya sea porque son clientes suyos o porque necesita comprarles materiales, etc.

Mike ganó un millón de dólares con un rasca y gana y quiso que esa mujer se beneficiara de su suerte

El pasado 25 de febrero, Mike compró un rasca y gana en una tienda apenas a 30 kilómetros de su casa. Volvía de ver a un cliente y paró a tomar un refresco, pero aprovechó también para comprar un rasca y gana. La suertequiso que esa parada le fuera a deparar la noticia más increíble de su vida: ese boleto estaba premiado con un millón de dólares.

Sin embargo, esa noticia no le va a cambiar la vida, al menos de momento: el empresario sigue yendo cada día a su trabajo, aunque afronta el pago de las facturas con otra perspectiva cuando llega el final de mes. Los problemas económicos forman parte del pasado y ahora da más importancia a otras cosas menores que antes pasaban desapercibidas en su día a día.

placeholder Un boleto de rasca y gana
Un boleto de rasca y gana

Poco después de ganar el millón de dólares, Mike tuvo conocimiento de la situación de LindaAnn DeWillers, una mujer que se encuentra en cuidados paliativos después de sufrir seis ataques cardíacos en los últimos años. Esos problemas de salud han hecho que haya tenido que emplear sus escasos recursos en pagar facturas y sobrevivir, pero sin poder realizar algunas tareas pendientes en su hogar.

Como caído del cielo

LindaAnn ha explicado a Wset que "he tenido problemas desde la década de los 90 con mi primer ataque cardíaco". Y derivados de esos problemas de salud llegaron otros económicos que le han impedido, por ejemplo, arreglar su tejado: lleva goteando más de cinco años y la lluvia ha provocado daños visibles en su vivienda. Por eso llamó la empresa de Mike Robertson para intentar poner un parche barato a su situación.

Foto: El demandante reclama los 3,3 millones del premio y, además, los intereses (Foto: NSW Lottery)

Mike acudió a la vivienda de la mujer y vio que el techo se encontraba en muy mal estado, por lo que colocó unas lonas de urgencia para evitar que la lluvia entrara temporalmente en la vivienda. Pero, además, se puso en contacto con otra empresa para ver cómo entre ambos podían ayudar a DeWillers. Llegaron a la conclusión de que tenían que hacer algo por LindaAnn.

Mike Robertson se comprometió a pagar de su bolsillo toda la mano de obra que fuera necesaria durante la operación, mientras la empresa ABC Supply Company donó todos los materiales que hicieron falta para llevar a cabo el trabajo. La razón del empresario era clara: "Recientemente tuve buena suerte, así que pensé en transmitirla y ayudar a los demás".

Recientemente tuve buena suerte, así que pensé en transmitirla y ayudar a los demás

Los trabajadores consiguieron cambiar el techo de la casa de LindaAnn DeWillers en apenas un día y la mujer no tuvo que hacer frente a ningún pago. Por eso, explica que está muy agradecida tanto con Mike Robertson como con el resto de las empresas de la zona que la ayudaron a arreglar su casa: "Ahora me siento segura, pero hace poco no sabía si podía quedarme aquí. Por eso estoy feliz de estar en mi casa".

La suerte tiene formas extrañas de aparecer en la vida de las personas. Puede estar toda la vida jugando a la lotería y no ganar nunca más allá de un reintegro o unos pocos euros, mientras otra persona se lleva una millonada la primera vez que compra un boleto o, como en el caso de Daniel Schuman, sin ni siquiera haber jugado nunca (al menos que él supiera).

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