La primavera nos pilla en casa: entra con una DANA pero será cálida (y muy temprana)

El cambio de estación ha pillado a los españoles encerrados en casa. La crisis del coronavirus, que ha dejado en España ya má de 700 personas fallecidas, ha llevado al Gobierno a decretar una cuarentena preventiva con la que pretenden frenar el avance del Covid-19 y asegurar la asistencia sanitar a todas aquellas personas infectadas. Sin embargo, con ello, han privado también a toda la población de disfrutar en la calle del arranque de la primavera de 2020, una estación que tendrá, en general, temperaturas más cálidas de lo habitual. Sin embargo, la estación comienza de la mano de otra DANA, una depresión de aire frío que entrará por el oeste de la península y que descargará tormentas fuertes y persistentes en el área de Extremadura y el oeste de Andalucía.

En cualquier caso, el invierno abandona el país y a todo el hemisferio norte, tal y como recoge el Insituto Geográfico Nacional, a las 4:50 horas (hora peninsular) de la madrugada de este viernes, para, a través del equinocio de primavera, dar paso a esta nueva estación. Así, la primavera de 2020 durará exactamente 92 días y 18 horas, empezando el 20 de marzo para terminar el 20 de junio, momento en el que empezará el verano. Como todos los demás, este cambio de estación viene definido por los instantes en los que la Tierra se encuentra en una determinada posición en su órbita alrededor del sol. En el caso de la primavera, esta posición se da cuando el centro del Sol (visto desde la tierra) cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el norte del planeta. Además, durante el día en el que esto ocurre la duración del día y la noche prácticamente coinciden.

¿Por qué es la que entra más temprano?

La primavera de 2020 tiene muchas curiosidades a su alrededor: en España la vivimos en plena cuarentena y trasladamos su disfrute al momento en el que se levanten las medidas para frenar el avance del coronavirus, pero además, en todo el mundo se trata de la primavera más temprana desde hace más de un siglo, concretamente, desde hace 124 años. Existen dos razones que explican este 'movimiento' de la fecha en la que comienza la primavera: los años bisiestos y el horario de verano. Aunque no es el hecho de que 2020 haya sido año bisiesto lo que ha adelantado la primavera, sino más bien el año bisiesto del año 2000, hace dos décadas. Estos fueron los momentos en los que entraba la primavera en los años anteriores al 2000, sin olvidar que cada año que pasa el equinoccio se adelanta un cuarto de día (unas seis horas):

• Primavera de 1996: 20 de marzo a las 09:03 (hora peninsular española)
• Primavera de 1997: 20 de marzo a las 14:54
• Primavera de 1998: 20 de marzo a las 20:54
• Primavera de 1999: 21 de marzo a las 02:46
• Primavera de 2000: 20 de marzo a las 08:35

Hay que remontarse, en este punto, hasta el año 46 antes de Cristo: en tiempos de Julio César, el calendario que utilizaban en Egipto estaba, en comparación con el romano, lleno de desfases y descompensaciones, resultando en un calendario muy impreciso. Así pues, el astrónomo y matemático Sosígenes recibió la tarea de diseñar el conocido como calendario juliano, teniendo en cuenta que el año solar duraba unos 365,25 días: para compensar, fue añadiendo un día adicional (el bisiesto) al calendario cada cuatro años. Pero desafortunadamente, este calendario juliano duró once minutos y 14 segundos más que el año solar real, por lo que para el año 1536 y por culpa de la sobrecompensación de los bisiestos, el calebdario había perdido el ritmo del año solar en unos diez días.

Fue éste el momento en el que el papa Gregorio XIII intervino y, aconsejado por su propio astrónomo, Christopher Clavius, construyó el nuevo calendario, el gregoriano: para actualizarlo se omitieron diez días después del 4 de octubre de 1582, haciendo que el día siguiente a aquél fuera el 15 de octubre (sí, desaparecieron diez días de por medio); para ajustarlo más aún y que coincidera más con el año solar, muchos de los años que marcaban el fin de un siglo (el año 1700, 1800, 1900...), que en el calendario juliano se habían considerado bisiestos, dejaban de serlo. Eso sí, esto también tendría sus excepciones: los años que marcaran fin de siglo pero que fueran divisibles por 400, sí serían años bisiestos: por eso el año 2000, año de fin de siglo pero divisible entre 400, sí fue bisiesto. Si se hubiera omitido, como se hizo en 1900, el equinoccio de primavera del año 2000 habría ocurrido un día después, es decir, el 21 de marzo a las 08:35, en lugar del 20, como ocurrió realmente.

Además, los cambios de horario también tienen su parte de culpa en que la primavera de 2020 sea la más 'tempranera' de los últimos 124 años, pero no los nuestros, sino los de Estados Unidos. Teniendo en cuenta que el año solar no es exactamente un cuarto de día más que el calendario gregoriano, sino un poco menos de un cuarto (un 24,22% de un día), cada cuatro años el equinoccio de primavera se adelanta 47 minutos. Desde 2007, Estados Unidos empezó a cambiar a su horario de verano el segundo domingo de marzo en lugar del primer domingo de abril, por lo que se ha llegado al punto en el que el equinoccio ocurre el día 19 de marzo en la zonas horarias de Estados Unidos. Ahora bien, según el astrónomo Bob Berman, de 'The Old Farmer's Almanac', a lo largo de este siglo llegará la primavera en día 19 incluso en las zonas que observan el horario GMT, como Reino Unido o Portugal.

¿Y el cambio horario de este año?

La primavera viene siempre asociada al cambio horario, y aunque se ha venido especulando durante los últimos años con el "último" cambio horario de verano, el de 2020 tampoco lo será. Este año, en España el horario de verano se asume a las 2:00 de la madrugada del domingo 29 de marzo, momento en el que pasarán a ser las 3:00 en la península (en Canarias todo esto ocurrirá a la 1:00, cuando serán las 2:00). Bruselas pretendía que el de 2019 fuera el último cambio de hora (o el de marzo o el de octubre) pero finalmente habrá que esperar hasta 2021 como mínimo, al no haber consenso.

Para esta primavera se espera algún que otro evento astronómico interesante. Por ejemplo, Venus será visible tras la puesta de sol hasta finales de mayo, tal y como recoge el IGN, y después, hacia el final de la estación, pasará a verse al amanecer junto con Marte, Júpiter y Saturno, que serán visibles durante toda la primavera. También durante esta estación habrá un eclipse penumbral de luna visible en Europa, África, Asia y Australia: sí, será visible en España y tendrá lugar el 5 de junio.

Una primavera más cálida

La entrada de la nueva estación, a pesar de estar marcada por la DANA, se prevé algo más cálida de lo que viene siendo habitual. Tras acabar un invierno que ha sido el más cálido del siglo XXI en España —en el último trimestre de 2019 se ha registrado la temperatura media más alta de la serie histórica— pero también en Europa desde que hay datos, la primavera llega con una previsión meteorológica que apunta a una mayor temperatura, y a un clima más seco de lo que acostumbra a ser la primavera habitual, especialmente en las zonas de Galicia y Asturias, donde se esperan menos precipitaciones.

Considerando el periodo de referencia (1981-2010), la AEMET estima que existe una "mayor probabilidad de que la temperatura alcance valores superiores a los normales en España". Tanto es así que según la agencia, el escenario "más probable" es que la temperatura media de los tres meses de la estación de primavera implique medio grado por encima de lo normal en la península y Baleares, "aunque en algunas zonas ese valor va a ser francamente superior".