Siete mitos sobre la caída de pelo que no te debes creer

Se trata de uno de los mayores miedos de muchos hombres adultos. La alopecia puede afectar a la autoestima del que la padece la padece, hasta el punto de llegar en los casos más graves a ser incapacitante. Algunas personas pueden caer en cuadros de depresión o ansiedad, pese a que se trata de un trastorno bastante común: más del 50% de la población masculina sufre la pérdida progresiva del cabello a partir de los 50 años.

Cuando estás preocupado porque notas los pelos incrementarse en tu cepillo, lo normal es que recurras desesperado a la búsqueda de información constante. Hay algunos mitos, sin embargo, que se han hecho populares entre la población y que, sin embargo, no son verdad. Aquí enumeramos algunos de ellos para que puedas respirar tranquilo (o todo lo contrario).

No es solo un problema de los hombres

Efectivamente, aunque es cierto que se trata de una condición que afecta, especialmente, a los varones, algunas mujeres también pueden sufrir alopecia. Aunque es difícil que termine en un caso de calvicie total, como en el caso de ellos, algunos problemas entre los que destacan los desequilibrios hormonales que se producen tras la menopausia sí que pueden resultar en una pérdida del cabello.

Ellas deben tener cuidado con los decolorantes y las coletas tirantes. Ellos no deben preocuparse si quieren usar sombreros o gorros

La genética también cuenta, pues hay más probabilidades de que ellas comiencen a clarear si tienen antecedentes familiares (masculinos o femeninos independientemente). El mal funcionamiento de las glándulas tiroideas también es otro factor de riesgo, así como el estrés o los malos hábitos. Aunque no tan frecuente, por tanto, el impacto psicológico es mucho mayor.

¿Tu abuelo materno es calvo?

Es imposible que no hayas oído en alguna ocasión que si tu abuelo (materno, eso sí) es calvo, lo más probable es que tú también vayas a perder pelo. Este vaticinio propio del Oráculo de Delfos es muy popular entre la población pero, en realidad, es poco realista. La mala noticia es que la genética, como ya hemos señalado antes, es importante, pero en realidad no importa si es de parte de madre o de padre, pues afecta igual en ambos casos.

Llevar sombreros fomenta la calvicie

Según explica la doctora Angela Pipps en 'Best Life', no tiene absolutamente nada que ver: "Es probable que hayas escuchado en alguna ocasión que si utilizas muchos sombreros acabarás quedándote calvo, sin embargo no hay ninguna razón o evidencia científica para ello. Quizá es porque mucha gente que ha comenzado a clarear suele utilizarlos para tapar la calvicie. Lo único cierto es que puedes usar cuantos quieras", asegura.

Y la testosterona

Otro clásico que los hombres habrán escuchado en multitud de ocasiones. Mucha testosterona parece implicar que el individuo, irremediablemente, acabará quedándose calvo. En realidad, ya tengas los niveles bajos o por las nubes, esto no implicará que vayas a perder pelo en el futuro. Si bien la hormona que causa la caída del cabello en los hombres deriva de la testosterona (la dihidrotestosterona o DHT), lo que realmente determina si perderás pelo es dl hecho de que los folículos capilares tengan o no la predisposición genética para ser sensibles a la DHT.

En las mujeres: coletas y decolorantes

Vayamos por partes para descubrir cuánto hay de verdad en esto. Si eres mujer y estás acostumbrada a ponerte coletas tirantes, pensando que no pasa nada, quizá deberías replanteártelo; lo cierto es que los peinados muy tirantes pueden acabar perjudicando el cabello e incluso provocar cicatrices y que se acabe cayendo.

La genética juega un papel importante, pero que el abuelo materno fuera calvo tiene exactamente la misma relevancia que el paterno

Por otro lado, si en algún momento te han dicho que no pasa absolutamente nada por decolorarte continuamente el pelo, tampoco es cierto. Si tiñes demasiado tu cabello puedes experimentar rotura y fragilidad, por lo que, si experimentas algo así, lo mejor es que hables con un dermatólogo para que te aconseje qué peinados pueden ayudarte.

¿La dieta influye?

Definitivamente, lo que comes afecta a tu organismo, incluyendo a tu pelo. "Cada vez que un paciente pierde pelo, reviso lo que come", cuenta Pipps, "las deficiencias en hierro, vitamina D o B12 y los problemas con la tiroides se relacionan con un tipo específico de pérdida de cabello llamado efluvio telógeno. Por suerte, estos problemas se pueden corregir fácilmente con una dieta adecuada y la ayuda de tu dermatólogo de confianza", añade.

¿Y lavarse mucho el pelo?

Contrariamente a lo que podías creer, no. Cuando te lavas el cabello el champú simplemente elimina los pelos que ya estaban listos para salir porque la raíz del folículo estaba creando un nuevo tallo. De la misma manera, el lavar más bien poco el pelo tampoco tiene ningún efecto real sobre su salud.