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Gana un millón a la lotería y vuelve a trabajar de noche: lo echaba de menos
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SU MARIDO TAMPOCO DEJÓ SU EMPLEO

Gana un millón a la lotería y vuelve a trabajar de noche: lo echaba de menos

Recuperó su antiguo empleo como cuidadora de enfermos de Alzheimer porque le hace sentirse llena, aunque gana muy poco dinero

Foto: Sally reconoce que cuidar de los ancianos es gratificante y que lo echaba de menos (Foto: Pixabay)
Sally reconoce que cuidar de los ancianos es gratificante y que lo echaba de menos (Foto: Pixabay)

El día que Colin Weird ganó uno de los premios más importantes de la historia de la lotería británica tenía claro lo que iba a hacer: cumplir su sueño. Por eso, se compró el equipo de fútbol de sus amores -el Partick Thistle de la liga escocesa- y decidió que se lo iba a regalar a los aficionados para que ellos mismos fueran los dueños del club al que siempre habían seguido.

Es un claro ejemplo de que cuando alguien participa en un juego de azar lo hace pensando en que quiere ganar un premio que le cambie la vida. Es la razón para invertir una pequeña parte de nuestros ingresos en un juego en el que, por otra parte, tenemos muy pocas posibilidades de ganar. Pero la esperanza es lo más importante y, como dice el refrán, lo último que se pierde.

Foto: Daniel Schuman es abogado y asegura que jamás ha participado en un juego de azar (Foto: Lotería de Virginia)

Eso mismo pensaba Sally Cloke, una británica que hace poco más de dos años ganaba un gran premio a la lotería: un millón de libras, aproximadamente 1.150.000 euros al cambio. Una cifra suficiente para no volver a trabajar en su vida y que le permitiría darse algunos de los lujos que nunca había podido tener. Pero nada más lejos de la realidad.

Un turno de noche

Sally Cloke pensó que nunca volvería a trabajar y no era para menos: se dedicaba a cuidar de enfermos de Alzheimer en turnos de noche en los que ganaba 11 euros a la hora. Por eso, cuando le tocó la lotería dejó su trabajo y pensó que las noches en vela serían cosa del pasado. Pero esa decisión no le iba a durar toda la vida, como ella había pensado.

Mi responsable me dijo que siempre habría trabajo para mi aquí, así que me recibió con los brazos abiertos

Dos años después, Sally ha vuelto a trabajar. A sus 54 años ha decidido que tenía un vacío en su vida que tenía que llenar y ha vuelto a su antiguo empleo. Una medida que ha hecho que vuelva a pasar las noches en vela por una módica cantidad de dinero, pero que a ella le hace feliz: "La vida continúa y yo comencé a echar de menos mi trabajo cada vez más".

A nadie le gusta pasar las noches en vela sentado en una silla, pero esta mujer tenía claro que tenía que hacer algo por los demás: "Cuidar a los residentes fue muy gratificante, eso es lo que más disfruté. Antes de irme, mi responsable me dijo que siempre habría trabajo para mi aquí, así que me recibió con los brazos abiertos". Dos años después, volvía a sentirse plena.

placeholder Sally no quería viajar, sino volver a trabajar (Foto: Thelotto.com)
Sally no quería viajar, sino volver a trabajar (Foto: Thelotto.com)

Sally reconoce al Mirror que "no es el trabajo mejor pagado, pero lo hago de corazón". Por eso no le importa ganar 11 euros a la hora, sobre todo porque ahora el factor económico ha pasado a un segundo plano: "Salgo de allí después de un turno y sé que he hecho un buen trabajo". Es lo mejor que te puede pasar: ser feliz en tu trabajo, sea lo que sea lo que pagan en él.

Bodas de plata

Sally y Richard se conocieron hace 24 años en una cita a ciegas por el Día de San Valentín. En 2015 la vida les cambió por completo, cuando ganaron un millón de libras a la lotería. Entonces tomaron varias decisiones: la primera fue cambiar el viejo coche de Sally por un SSang-Yong; después, Richard se compró nuevas herramientas y pudo ampliar su terraza.

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Pero lo que más ilusión les hacía era poder trasladarse de casa para que sus tres hijos, que entonces tenían 17, 16 y 15 años, no tuvieran que compartir habitaciones. La vida no les podía ir mejor, pero en 2017, dos años después de convertirse en millonaria, Sally tuvo sus primeros deseos de volver al trabajo y ese mismo año tomó la decisión de volver a su antiguo empleo.

A finales de ese año, esta cuidadora especializada en atender a enfermos de Alzheimer regresó a la residencia en la que había trabajado durante casi veinte años de su vida. Sigue haciendo turnos nocturnos aunque no lo hace todos los días, como antiguamente, sino que tiene un horario reducido que le permite dormir más días en su casa.

El marido nunca dejó su empleo como carpintero y animó a Sally a que volviera a trabajar

Mientras, Richard ha seguido trabajando como carpintero a jornada completa y no se arrepiente de ello: "El día que ganamos el dinero, todo estaba fuera de control, estaba en shock. Pero cuando volví al trabajo estaba todo controlado de nuevo y era un lugar tranquilo para mí. No me tomé ningún día libre después de ganar la lotería, por eso apoyé realmente que Sally volviera. Lo entiendo al cien por cien. Necesitas trabajar, te mantiene cuerdo".

Pese a todo, Sally no ha estado desocupada en los últimos años, ni mucho menos: acogió en su propia casa a sus propios hijos y a dos nietos, por lo que siempre ha estado entretenida. Ahora quieren celebrar sus bodas de plata ayudando tanto a su hijo como a sus dos hijas a comprar sus propias casas, pero insisten en que no será ningún regalo: "Podríamos haber dicho ‘aquí hay una gran cantidad de dinero’, pero se habría desperdiciado. Tienen que lograr las cosas por sí mismos".

El día que Colin Weird ganó uno de los premios más importantes de la historia de la lotería británica tenía claro lo que iba a hacer: cumplir su sueño. Por eso, se compró el equipo de fútbol de sus amores -el Partick Thistle de la liga escocesa- y decidió que se lo iba a regalar a los aficionados para que ellos mismos fueran los dueños del club al que siempre habían seguido.

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