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Ten mucho cuidado. Así pueden dañar tu piel las bombillas de bajo rendimiento
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Envejecimiento atmosférico

Ten mucho cuidado. Así pueden dañar tu piel las bombillas de bajo rendimiento

Pueden resultar perjudicados por los radicales libres y causar varios problemas dentro de la dermis, como acné, pigmentación, eczemas y degradación de colágeno, entre otros

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Las pasadas navidades el alcalde de Vigo, Abel Caballero, se jactó en numerosas ocasiones de que su ciudad iba a estar iluminada por diez millones de luces LED. El primer edil bromeó varias veces con que el resplandor de Vigo se vería en toda España, pero también en Nueva York, Londres, Roma o París. Uno de los motivos por lo que el alcalde hacía hincapié en que la luces eran de ese tipo es, aparentemente, porque son más eficientes enérgicamente hablando, pero lo que seguramente no sabía es que podrían llegar a dañar la piel, según un estudio.

"Se trata de una nueva evidencia de que muestra la luz visible de alta energía (HEVL), que emiten bombillas fluorescentes eficientes y luces LED, puede causar fotoenvejecimiento e inflamación mediada por ROS en la piel", explica el dermatólogo Bradley Bloom en 'Well + Good'. Para aquellos que no están familiarizados con el término ROS, también denominado EOR, significa "especies reactivas de oxígeno".

De estas se sabe que son responsables del daño por radicales libres dentro de la piel cuando está expuesta a la luz ultravioleta del sol. El daño por radicales libres, o daño oxidativo, puede causar varios problemas dentro de la dermis como acné, pigmentación, eczema, degradación de colágeno y una larga lista. El citado estudio también indica que la luz de las bombillas podría ser responsable del "envejecimiento atmosférico de la piel" o de comprometer la salud y la integridad de nuestros cutis.

Un nuevo estudio indica que la luz de las bombillas podría ser responsable del "envejecimiento atmosférico de la piel"

Esta investigación está tomando cada vez más importancia porque estamos expuestos a más fuentes de luz artificial que nunca. Este tipo de luz, a la que nos referimos a menudo como luz azul, se supone que produce un fotoenvejecimiento más rápido.

Para los que no tengan claro que este término, la dermatóloga Lorena Bagazgoitia explica en su blog que "Llámamos fotoenvejecimiento a la aparición de signos de deterioro de la piel como consecuencia de la exposición al sol". En concreto señala que se trata de "textura seca y color apagado, arrugas, pérdida de elasticidad, irregularidad en el pigmento de la piel con aparición de manchas, aparición de pequeñas venitas en la superficie de la piel (llamadas telangiectasias) y aparición de queratosis actínicas".

"Antes de que se desarrollara la iluminación artificial, los humanos solo experimentaban una exposición significativa a la luz azul durante las horas del día", explica Bloom. "Sin embargo, con la creación de fuentes de luz artificial, ahora estamos expuestos a la luz azul por muchos orígenes diferentes", añade. Y la exposición prolongada de estas longitudes de onda hace que las cosas sean un poco más complejas para nuestros cutis. Si bien la investigación aún es reciente, asegura que no hay razón para entrar en pánico; en cambio, vale la pena conocer más sobre la luz para que puedas proteger tu piel.

La longitud de onda importa

Sapna Palep, dueña de un clínica dermatológica, señala que tanto la intensidad de la luz como la duración de la exposición marcan la diferencia por el impacto en la piel. La onda UV intensa más corta "causa un daño desproporcionadamente mayor porque la longitud de onda más corta significa mayor energía", relata Palep, "por lo que cada partícula de luz que golpea tu piel tiene más energía".

Sin embargo, otra investigación reciente ha descubierto que las longitudes de onda más largas con las que nos encontramos en las fuentes de luz interiores también pueden ser perjudiciales. Si bien la exposición de mirar a una pantalla durante ocho horas puede no tener las mismas consecuencias que tomar el sol en una playa sin crema durante todo el día, todo el tiempo que pasamos bajo los LED o mirando nuestros teléfonos se suma. "Aunque cada partícula tiene menos energía, hay muchas más", señala Palep. "En particular, se ha encontrado que las longitudes de onda en las regiones azul y púrpura (400-500 nm) son las más dañinas", añade.

El óxido de hierro, presente en polvos y bases de maquillaje, crea una barrera física entre el rostro y la luz visible que proviene del entorno

Los peligros de la luz azul han sido bien documentados, pero hasta este momento, se han dirigido principalmente a las pantallas de nuestros dispositivos. Es fácil olvidar (o no darse cuenta) de que la luz que sale de esa bombilla de ahorro de energía que compraste cuidadosamente ahora probablemente pertenece a esta categoría. Pero no te preocupes todavía, hay formas de evitar que esto suceda.

Cómo proteger tu piel de esto

"La mayoría de los protectores solares disponibles en la farmacia tienen efectos mínimos en la reducción de ROS inducidos por la luz visible, lo que sugiere que los protectores solares de amplio espectro UVA y UVB no protegen la piel de las respuestas inducidas por la luz visible", explica el dermatólogo Rita Linkner. "Por eso recomiendo a mis pacientes que utilicen filtros solares ricos en antioxidantes para compensar el estrés oxidativo que viene con la luz visible, la luz infrarroja y la luz UV", destaca.

Foto: La prevalencia de la dermatitis es mayor en ciudades húmedas y con altas precipitaciones

También se ha demostrado que el óxido de hierro, que se utiliza para pigmentar muchos polvos y bases de maquillaje, crea una barrera física entre su complexión y la luz visible que proviene de su entorno. Toma nota: el óxido de hierro no está clasificado como protector solar y no debe usarse de esa manera, pero si estás buscando protección adicional contra la luz que te rodea, podría ser útil.

Las pasadas navidades el alcalde de Vigo, Abel Caballero, se jactó en numerosas ocasiones de que su ciudad iba a estar iluminada por diez millones de luces LED. El primer edil bromeó varias veces con que el resplandor de Vigo se vería en toda España, pero también en Nueva York, Londres, Roma o París. Uno de los motivos por lo que el alcalde hacía hincapié en que la luces eran de ese tipo es, aparentemente, porque son más eficientes enérgicamente hablando, pero lo que seguramente no sabía es que podrían llegar a dañar la piel, según un estudio.

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