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Las causas y síntomas más comunes de la anemia y cómo tratarla
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hay varios tipos

Las causas y síntomas más comunes de la anemia y cómo tratarla

Si sufres alguno de los síntomas presentes, lo mejor es que consultes con tu médico de cabecera para establecer un diagnóstico y un tratamiento correctos

Foto: Foto: iStock.
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¿Estás cansado? ¿Tienes dificultades para respirar o te mareas? ¿Te duele el pecho y tus manos y pies están fríos? Podrías sufrir anemia y no saberlo. Esta enfermedad, relacionada con el hierro en la sangre, se desarrolla cuando esta no tiene suficientes glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina en ellos es muy baja. Esta hemoglobina es la proteína que contiene hierro y que transporta el oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo. Afecta en todo el mundo a 1620 millones de personas.

En realidad es un término muy amplio y representa varios cientos de afecciones diferentes, algunas de ellas leves y otras bastante graves. Según declara la doctora Nancy Berliner en 'Live Science' hay dos razones por las cuales puedes sufrir esta enfermedad: o bien tu cuerpo no puede producir suficientes glóbulos rojos, o bien algo está destruyendo esos glóbulos rojos más rápido de lo que tu cuerpo puede producir nuevos.

Síntomas

Como decíamos al principio, son varios. Aun así, las formas más leves de anemia pueden no causar síntomas, pero en caso de que se presenten, estos son:

  • Fatiga
  • Piel pálida o amarillenta
  • Falta de aliento
  • Manos y pies fríos
  • Desmayos o mareos
  • Sed
  • Pulso rápido
  • Calambres
  • Complicaciones cardíacas

Si está relacionada con una deficiencia nutricional, lo lógico será hacer cambios en la dieta con suplementos de hierro o vitamínicos

​​El riesgo de anemia es mayor en personas que tienen una dieta pobre, trastornos intestinales, enfermedades crónicas o infecciones. Las mujeres (embarazadas o menstruando con periodos abundantes) también son propensas, y el riesgo aumenta con la edad, aunque no es una condición típica del envejecimiento pues también hay que echar un ojo a los niños pequeños y adolescentes, especialmente durante los periodos de crecimiento acelerado. Lo importante es llevar a cabo una dieta con hierro, ácido fólico y vitamina B12 adecuados.

Tipos

Como ya hemos señalado, no hay una sola, estos son los tipos más comunes:

  • Anemia por deficiencia de hierro. La más común, puede ser resultado de una dieta pobre o por una gran pérdida de sangre
  • Anemia por deficiencia de vitaminas. Además del hierro, el ácido fólico y la vitamina B12 son fundamentales, y si no se consumen suficiente (o hay incapacidad para absorberlos), puede dar lugar a este problema
  • Anemia de células falciformes. Es una enfermedad hereditaria que hace que los glóbulos tengan forma de media luna (en lugar de ser redondos), por lo que se separan y pueden obstruir los vasos sanguíneos
  • Anemia aplásica. Es un trastorno raro que sucede cuando la médula espinal no produce suficientes células nuevas
  • Talasemia. Es un trastorno sanguíneo hereditario que produce niveles de hemoglobina por debajo de lo normal
  • Anemia hemolítica. Un trastorno que hace que los glóbulos rojos se destruyen más rápido de lo que la médula ósea puede reemplazarlos, son causadas por infecciones o trastornos autoinmunes
  • Anemia de inflamación. Ocurre en personas con afecciones crónicas que causan dicha inflamación, cuando esto ocurre, el sistema inmunitario responde de una manera que cambia la forma en que funciona el cuerpo

Diagnóstico y tratamiento

La primera prueba utilizada para diagnosticar la anemia es un recuento sanguíneo completo, que mide diferentes partes y características de la sangre: muestra el número y el tamaño promedio de los glóbulos rojos, así como la cantidad de hemoglobina. Un recuento de glóbulos rojos inferior a lo normal o niveles bajos de hemoglobina indican que hay anemia presente, y quizá es necesario hacer más pruebas para descubrir el tipo de afección.

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¿Y para tratarla? Por supuesto, depende del tipo de anemia. Si está relacionada con una deficiencia nutricional, lo lógico será hacer cambios en la dieta (por ejemplo, quizá sea necesario tomar hierro suplementario durante varios meses o vitaminas para mejorar los niveles de estos nutrientes en sangre). Problemas más graves, como la anemia plástica o la talasemia, pueden tratarse con medicamentos o transfusiones de sangre. Lo fundamental es que si encuentras que algo no va bien con tu cuerpo o presentas alguno de los síntomas antes mencionados, consultes con tu médico de cabecera.

¿Estás cansado? ¿Tienes dificultades para respirar o te mareas? ¿Te duele el pecho y tus manos y pies están fríos? Podrías sufrir anemia y no saberlo. Esta enfermedad, relacionada con el hierro en la sangre, se desarrolla cuando esta no tiene suficientes glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina en ellos es muy baja. Esta hemoglobina es la proteína que contiene hierro y que transporta el oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo. Afecta en todo el mundo a 1620 millones de personas.

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