La 'mujer más en forma en la Tierra': la reina del CrossFit

Se llama Tia-Clair Toomey y tiene el honroso título de ser campeona de CrossFit. Por si aún no sabes de qué va este deporte que lleva unos años en auge en Estados Unidos y en Europa, se trata de un método de entrenamiento basado en ejercicios constantemente variados, con movimientos funcionales ejecutados a alta intensidad. Es el entrenamiento por excelencia de cuerpos militares, policiales y bomberos. Y de Toomey, por supuesto.

Esta australiana se convirtió en 2019 en la primera mujer en ganar tres veces seguidas los CrossfitGames, una competición atlética patrocinada (como su nombre indica) por CrossFit, que se lleva a cabo cada verano desde el año 2007. Toomey es un portento y está considerada como 'la mujer más en forma de la tierra', pues en la última ocasión no tuvo rival al dominar cinco de las 12 pruebas que forman el total de la competición, y acabó por delante de los hombres en la de natación. En una entrevista en 'Women's Health Magazine' indicó que su éxito, en parte, está condicionado por la estrecha relación que tiene con su coach personal, que también es su marido.

Cada día es diferente para ella, ya sea dando largos paseos en bicicleta, haciendo entrenamientos dobles o saltando de un avión. "La belleza que tiene el CrossFit es que siempre es diferente, hay muchísima variedad", contó en una entrevista a 'Women's Health'. Asegura que cuando comenzó a trabajar con la nutricionista y entrenadora Simone Jane Arthur, allá por 2018, "aprendí a comer intuitivamente", cuenta.

La alimentación es fundamental para ella, al fin y al cabo, pues es la gasolina que le sirve para engrasar su cuerpo. Aunque se considera parte del movimiento 'Realfooding' (por si no lo has oído, identificar los alimentos procesados y para poder evitarlos y buscar opciones en el mercado que no tengan materias primas refinadas o aditivos), también admite que le encanta la comida basura y tiene que controlarse.

Ha ganado tres veces seguidas los CrossfitGames, se impuso en cinco de las 12 pruebas y acabó por delante de los hombres en la de natación

Gracias a Simone, ha aprendido a educar aquello tan importante. "Me guío por sus recomendaciones y también por mi propio instinto y me siento mejor que nunca". Esto es lo que come en un día normal.

Un vaso de agua al levantarse

Tan pronto como Tia se despierta (a veces a las 5:30, otras a las 7 de la mañana), se hidrata. "Bebo siempre un vaso de agua con un poco de limón". A veces toma avena con arándanos, fresas y frambuesas. "También me gustan los huevos revueltos con tocino y las tostadas de aguacate, creo que esa es mi comida favorita". Asegura que las proteínas y grasas consiguen que se sienta llena hasta su próxima comida.

Si eres de los que decide llevarse el agua a la mesita de noche por si le entra sed de madrugada, en realidad los expertos están más de acuerdo con lo que hace Tia. Beber nada más levantarnos es una forma de rehidratar el cuerpo, elimina las toxinas del organismo, activa el metabolismo, reduce la acidez estomacal, mejora la digestión y proviene el estreñimiento, por lo que, ¿por qué no probarlo?

¿Las proteínas?

"Me encanta el salteado de verduras", asegura. "Puedo agregar tantas como quiera y luego incluir proteínas". Además, dice que lo cocina todo con aceite de coco: "Así mantengo alejados el resto de aceites. El de coco puro tiene un poco de sabor y así me mantengo sana y le proporciono buenos nutrientes a mi organismo".

Recuerda, aun así, que comer demasiadas proteínas puede ser malo para la salud. La carne es una gran fuente de grasas saturadas que aumenta el riesgo de sufrir patologías cardíacas y también pueden incrementar la producción de cortisol, la hormona del estrés, y de proteína V reactiva producida por el hígado, sobre todo cuando el cuerpo se inflama. Algunos expertos abogan por limitar la cantidad de proteínas animales diarias y aumentar las vegetales, aunque la cuestión es complicada, pues otros aconsejan que se consuman más de 100 gramos de proteínas al día para no perder masa muscular, especialmente si estamos intentando perder peso.

He aprendido a comer intuitivamente y nunca siento hambre. Proporciono a mi cuerpo los nutrientes necesarios

Tia, por su parte, a veces también toma espárragos y un bistec, o incluso huevos con bagel. "Lo importante es que alimentes el cuerpo con ingredientes saludables que puedes encontrar en frutas, verduras, filetes de poco o pescado", cuenta.

Cenar pronto, la mejor opción

Como generalmente merienda un plátano, llega a la cena preparada para comer espinacas o salmón. "Es ligero, satisfactorio y saludable, qué más puedo pedir. Intento que mis cenas sean pequeñas para no irme a la cama con el estómago lleno" explica, generalmente suele tomar esta última comida del día muy pronto para nuestro horario español: alrededor de las 19:00, y se acuesta a las 21:00.

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El ayuno intermitente también aboga en parte por esa práctica. Según una investigación, este régimen hace que el páncreas regenere las células que regulan el azúcar en sangre. Esencialmente, este tipo de planes pueden tener el potencial para ayudar a combatir la diabetes y, además, es muy simple: propone limitar el consumo de alimentos a solo ocho horas durante todo el día, una técnica que soporta el control de peso. Todas las calorías tienen que ser ingeridas durante ese periodo. Da igual la cantidad de grasa que tomes si es dentro de ese tiempo. Eso sí, las dieciséis horas siguientes no podrás probar bocado (aunque puedes hartarte de agua).

Lo más sorprendente de Tia es que, según ella misma cuenta, nunca tiene hambre. "Mi cuerpo está constantemente alimentado para que eso no me pase", cuenta. "Después de los entrenamientos tomo batidos de proteínas y también plátanos para obtener energía. Me los llevo porque al practicar ejercicio de manera extenuante sé que es necesario ingerir combustible para que el organismo se encuentre bien", concluye.