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Nos divierte cuando el villano recibe mayor castigo del que merece
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ESTUDIO SOBRE FICCIÓN

Nos divierte cuando el villano recibe mayor castigo del que merece

Un estudio ha analizado las reacciones que tenemos ante el castigo que ha de darse ante una mala conducta

Foto: Fotograma de la película Scarface. Foto: Universal Pictures.
Fotograma de la película Scarface. Foto: Universal Pictures.

Cuando se trata de ficción y entretenimiento, la gente encuentra más placer viendo a un villano recibiendo un castigo que siendo perdonado. Eso, al menos, es lo que concluye un estudio realizado por la Universidad de Ohio State (Estados Unidos).

"Nos gustan las historias en las que los malhechores son castigados y cuando reciben más castigo de lo que se merecen, nos resulta divertido", señala Matthew Grizzard, autor principal del estudio y profesor asistente de Comunicación en la Universidad Ohio State

Foto: Dos de los asesinos más famosos de la historia, Ted Bundy y Charles Manson. (Wikipedia)

No obstante, aunque nos gusta contemplar cómo los malos reciben su correctivo, las personas encontramos más significativas y estimulantes las historias en las que reciben el perdón, aunque, eso sí, nos diviertan menos.

Castigo justo nos parece correcto

Según nos cuenta Neuroscience News, en el estudio, publicado en la revista científica 'Communications Research', participaron 184 estudiantes universitarios que leyeron 15 relatos cortos que se les presentaron como posibles tramas para episodios de una serie de televisión. En un tercio de ellos, el villano fue tratado positivamente por la víctima, en otros cinco el malvado recibió un castigo justo, y el tercio final, el malhechor fue castigado más allá de lo que habría sido una pena adecuada para su crimen.

"Las personas tienen una respuesta a nivel intestinal en cuanto a cómo piensan que las personas deben ser castigadas por malas acciones"

Así, por ejemplo, una historia trataba de una persona que robaba 50 dólares a un compañero de trabajo con tres posibles finales. En el primero, la víctima compró café para el ladrón (sub-retribución / perdón); en otro, la víctima robó una botella de whisky valorada en 50 dólares del ladrón (retribución equitativa); y en la tercera versión la víctima robó dinero al ladrón y descargó porno en su ordenador del trabajo (sobre-retribución).

Inmediatamente después de leer cada final, se les preguntó a los participantes si les gustaba o no la narración. A un porcentaje mayor le gustaban las historias de retribución equitativa que las que implicaban una retribución por debajo o en exceso, afirma Grizzard. Los investigadores, al mismo tiempo, cronometraron cuánto tiempo tardaron los lectores en hacer clic en el botón "Me gusta" o "No me gusta" en el ordenador después de leer cada uno de los relatos. Descubrieron que los lectores tardaban menos tiempo en responder a las historias con una retribución equitativa que en responder a las historias con una retribución excesiva o de perdón.

Mayor disfrute

"Las personas tienen una respuesta a nivel intestinal en cuanto a cómo piensan que las personas deben ser castigadas por las malas acciones y cuando una narrativa ofrece lo que esperan, a menudo responden más rápidamente", continúa Grizzard. Cuando el castigo no encajaba con el crimen, los participantes tardaron un poco más en responder a la historia con un "Me gusta" o "No me gusta", pero la razón de la tardanza variaba según la historia implicaba castigo excesivo o perdón.

Tras leer las 15 narraciones, tuvieron que calificar cada historia por su nivel de disfrute ("Esta historia me haría pasar un buen rato, divertida, entretenida") y de reconocimiento ("Esta historia sería significativa, conmovedora, estimulante"). Los participantes pensaban que las historias en las que los malos eran sobre-castigados resultaban más agradables de ver y aquellas en las se perdonaba a los malos eran las menos agradables de ver. Pero también afirmaron que apreciaban las historias sobre el perdón más que los otros dos tipos de narrativas.

En general, los resultados sugieren que una retribución justa es el "estándar moral intuitivo" que nos llega de manera fácil y natural, según Grizzard."Pero ver la falta de castigo requiere un nivel de deliberación que no nos llega naturalmente. Podemos apreciarlo, incluso si no parece particularmente agradable".

Cuando se trata de ficción y entretenimiento, la gente encuentra más placer viendo a un villano recibiendo un castigo que siendo perdonado. Eso, al menos, es lo que concluye un estudio realizado por la Universidad de Ohio State (Estados Unidos).

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