Es noticia
Cinco secretos que las empresas no quieren que sepas cuando estás buscando empleo
  1. Alma, Corazón, Vida
ENFRENTÁNDOSE A UNA ENTREVISTA DE TRABAJO

Cinco secretos que las empresas no quieren que sepas cuando estás buscando empleo

Recursos Humanos suele tener ciertos trucos para enfrentarse a las entrevistas de trabajo y conseguir al mejor candidato por el menor coste posible

Foto: La entrevista de trabajo es una parte fundamental para quienes buscan empleo. (iStock)
La entrevista de trabajo es una parte fundamental para quienes buscan empleo. (iStock)

En ocasiones, ocultar ciertos detalles es normal en una entrevista de empleo, sobre todo si uno se encuentra en los inicios de un proceso de selección. Ocultar el motivo real por el que se dejó el trabajo anterior, maquillar la realidad sobre la relación con alguno de los antiguos compañeros e incluso inflar ligeramente el sueldo que se percibía hasta ese momento, son solo algunos de los ejemplos de este juego de máscaras inicial en el que se puede convertir una primera entrevista.

Sin embargo, el candidato no es el único que oculta cosas en estos encuentros. Las empresas usan sus armas para, al menos en un principio, evitar que el aspirante no quede totalmente encantado con el empleo que estas ofertan o crea que el proceso no es 100% meritocrático. Además, también tienen trucos para tratar de averiguar todo lo que el candidato quiere ocultar. Esto lo sabe muy bien el que ha sido durante quince años reclutador y ahora es CEO de Resume Writing, Peter Yang, que ha desvelado a la CNBC los secretos mejor guardados del personal de recursos humanos de las empresas respecto a los procesos de selección.

Gustarles como persona es tan importante como que les gusten tus habilidades y experiencia

Yang, basándose en sus experiencias, ha concluido que hay cinco cosas básicas que ninguna empresa o reclutador quiere que sus candidatos sepan:

No todo es meritocracia

Aunque les cueste admitirlo, la realidad es que los empleadores no son 100% imparciales. Aunque en general son los méritos profesionales y académicos los que marcan la diferencia y llevan a los reclutadores a decantarse por uno u otro candidato, la realidad es que cuando el abanico se reduce a dos o tres personas entra en juego la personalidad.

"En muchos casos el empleador elegirá a la persona con la que ha conectado o con la que se ha llevado mejor", explica el profesional. Por esto, Yang recomienda que, además de mostrarse como una persona apta para el puesto, es importante tratar de establecer una buena relación con los entrevistadores. "Gustarles como persona es tan importante como que les gusten tus habilidades y experiencia", indica.

Repasan todas las redes sociales

Antes de decantarse por uno de los aspirantes, los empleadores quieren conocer a la persona que hay detrás de un perfil profesional óptimo, y por eso no dudan en recurrir a búsquedas de Google así como en repasar cada uno de los perfiles de las redes sociales que este pueda tener abiertos. Va más allá de LinkedIn y pueden revistar también Facebook, Twitter e Instagram, por lo que antes de lanzarse al mercado es muy recomendable limpiar estos perfiles de todo aquello que una empresa no deba ver. Además, si en la búsqueda ven que tienen a gente en común, puede que acudan a esta a pedir referencias. Se debe estar prevenido.

Tienen listas negras

En algunas ocasiones las empresas llegan a tener listas negras en las que anotan los nombres de algunos candidatos que han mentido en su currículum o que han molestado al encargado de Recursos Humanos en demasiadas ocasiones. Es decir, quienes les han acosado pidiendo explicaciones sobre algún proceso de selección llegando a agobiarles o incluso a quienes aplican reiteradamente en ofertas de puestos para los que no se está preparados o que realmente no les interesan.

Foto: Una entrevistadora y la candidata a un puesto, durante una entrevista de trabajo. (iStock)

Yang recuerda que la primera impresión es clave y que quedar mal en un proceso de selección puede invalidar al candidato para cualquier otro en la misma compañía. Por eso recomienda que si se ha empezado con mal pie con algún reclutador y es patente el malestar entre ambos, lo mejor es preguntar qué se ha hecho mal e intentar rectificar. Si no se hace, es posible que la puerta de esa compañía se cierre para siempre (o al menos, hasta que cambie la persona encargada de las contrataciones).

Sí hay respuestas incorrectas

Aunque parezca que una pregunta es inocente, la realidad es que en una entrevista de trabajo hay respuestas correctas y otras incorrectas. Responder como espera el entrevistador a preguntas como si se es introvertido o extrovertido, o a por qué se está interesado en el puesto es clave para seguir avanzando en el proceso, pues la si la respuesta no encaja con la cultura laboral de la empresa, la candidatura puede caer fácilmente.

En este caso el profesional de los Recursos Humanos recomienda analizar un poco la compañía para descubrir sus valores y mantener un discurso acorde con estos. La mejor manera de prepararse es hacer una lista de las cualidades que se tienen como candidato y expresar aquellas que coincidan con los requisitos del trabajo y el perfil que busca la compañía. Según Yang, si se acompañan con ejemplos de cómo estas han valido para conseguir el éxito, mucho mejor.

Siempre negocian a la baja

El primer sueldo que pidie el candidato siempre se negocia a la baja. Según explica el experto, los empleadores no quieren en ningún caso pagar más de lo que sea estricamente neceario, y si el salario es negociable, "sería como disparase en un pie comenzar con la oferta más alta". Por eso, Yang recomienda a todos los candidatos arrancar el proceso de selección teniendo claro lo que uno vale. Después, llegado el final, es el momento de replantearse esta cifra, y si se tiene total confianza después de analizar el mercado, tratar de conseguirla en una negociación mostrandose firme y seguro de uno mismo.

En ocasiones, ocultar ciertos detalles es normal en una entrevista de empleo, sobre todo si uno se encuentra en los inicios de un proceso de selección. Ocultar el motivo real por el que se dejó el trabajo anterior, maquillar la realidad sobre la relación con alguno de los antiguos compañeros e incluso inflar ligeramente el sueldo que se percibía hasta ese momento, son solo algunos de los ejemplos de este juego de máscaras inicial en el que se puede convertir una primera entrevista.

Entrevista de trabajo Empresas
El redactor recomienda