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Blue Monday vs. Día del Abrazo: mostrar (más) cariño para hacer frente a la tristeza
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este lunes, el día más triste del año

Blue Monday vs. Día del Abrazo: mostrar (más) cariño para hacer frente a la tristeza

Todos los años el primer lunes de enero no se deja de hablar del 'día más triste del año'; este año coincide con el Día del Abrazo, que reivindica más muestras de afecto

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El mes de enero arranca para muchos con mucha energía: los propósitos del Año Nuevo y la vuelta a la rutina después de unas fiestas cargadas de empachos, fiestas y reuniones son un aliciente para aquellos que deciden que el año que ha entrado será diferente; será mejor. Sin embargo, en mitad del camino de este primer mes aparece una sombra: el tercer lunes de enero todo el mundo comienza a hablar de una cosa que dicen llamar Blue Monday y que se presenta como el día más triste del año. Lo cierto es que es una fórmula que el experto en motivación Cliff Arnall desarrolló, que se basa en varios parámetros que indicarían la felicidad de la persona a lo largo de la jornada, pero cuyo objetivo era puramente publicitario. En este sentido, el propio autor del concepto asegura que el Blue Monday acaba siendo una profecía autocumplida: una definición no real de la situación evoca un comportamiento en la persona que provoca que esta falsa concepción acabe siendo real. Vamos, que somos nosotros mismos los que, al pensar que será el día más triste del año podamos convertirlo en el día más triste del año.

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La tristeza no es algo malo, siempre y cuando no se convierta en algo continuado, pero es importante recordar que se trata de una emocción innata que permite interpretar de modo adecuado situaciones que provocan cierto malestar. Gracias a la tristeza se desarrolla empatía hacia quienes sufren. Tal y como se ve en la película 'Inside Out' de Pixar, la tristeza es necesaria: sin ella no se valoraría la felicidad. Todo el mundo quiere ser feliz —hay cientos de 'reglas' que te dicen cómo alcanzar la felicidad—, y más cuando a uno le están diciendo que hoy, precisamente hoy, es el día más triste del año.

Lo cierto es que esta afirmación tiene poca o ninguna aceptación científica: los especialistas aseguran que la sugestión tiene mucho que ver en que un día al que se empeñan en denominar 'el día más triste del año' acabe siéndolo, pero que elegir el mes de enero no es tampoco ajeno. Precisamente los psiquiatras recuerdan que en esta época del año es natural experimentar ciertos cambios anímicos, estrés, cansancio emocional o desmotivación, algo que está más relacionado con el invierno que con el propio estado de tristeza de uno.

¿Día del Abrazo?

Este año, el día más triste del año coincide, casualmente, con algo que lleva celebrándose desde 1986 en Estados Unidos: nació como el Día Nacional de Abrazar pero con el tiempo se ha convertido en el Día Internacional del Abrazo. Su origen estaba dirigido a un entorno de pequeña escala: buscaba que los amigos y las familias se abrazaran más a menudo y de forma libre entre ellos. Ahora la cosa va más allá: se anima a todo el mundo a abrazar, a dar muestras de afecto, a conocidos y a ajenos. Eso sí, con cierto cuidado, porque no todo el mundo acepta un abrazo de un desconocido.

Años atrás se puso de moda el movimiento Free Hugs, una iniciativa de Juan Mann cuyo objetivo es alegrar la vida de un extraño con el simple hecho de dar un abrazo, tal y como explican en su página web. "En esta era de desconexión social y falta de contacto humano, los efectos de la campaña Free Hugs han sido fenomenales", explica el propio Mann en su página. A partir de 2006 este movimiento, que había nacido dos años antes en Australia, se extendió por todo el mundo gracias a muchas personas motivadas que se lanzaron a la calle a repartir abrazos.

placeholder Campaña de abrazos gratis (Foto: Juan Mann-Free Hugs)
Campaña de abrazos gratis (Foto: Juan Mann-Free Hugs)

Desde la organización del Día del Abrazo insisten en abrazar, abrazar mucho —¡preguntando antes a desconocidos!—, apelando a muchos estudios que afirman que dar abrazos aportan beneficios, como mejoras en la salud física, emocional y espiritual. Hace algunos años, en el Congreso Mundial de Psicoterapia de Shanghái se explicaron algunos de estos beneficios, recogidos en la revista 'Psycology Today':

Refuerza la tranquilidad de la persona: existen pruebas que demuestran que los adultos que recibían abrazos a menudo en su infancia muestran menos síntomas de estrés que aquellos a los que no abrazaban. El afecto físico alivia las reacciones de estrés en adultos, que muestran menos ansiedad incluso cuando el contacto físico es muy breve. Todos los estudios apuntan a que este contacto físico es percibido por el cuerpo humano como algo tranquilizador.

Sensaciones positivas: cuando se recibe un abrazo, el cuerpo humano libera una hormona denominada oxitocina, que eleva los sentimientos de apego, conexión, confianza e intimidad, y reduce la sensación de soledad. Aparentemente, el abrazo facilita el vínculo social.

Foto: Foto: iStock.

Y mejora la salud: otro de los beneficios de los abrazos revierte directamente en la salud de quien los da: con este cariñoso contacto humano, disminuyen el ritmo cardiaco, la presión arterial y los niveles de cortisol, conocido como la 'hormona del estrés'.

El mes de enero arranca para muchos con mucha energía: los propósitos del Año Nuevo y la vuelta a la rutina después de unas fiestas cargadas de empachos, fiestas y reuniones son un aliciente para aquellos que deciden que el año que ha entrado será diferente; será mejor. Sin embargo, en mitad del camino de este primer mes aparece una sombra: el tercer lunes de enero todo el mundo comienza a hablar de una cosa que dicen llamar Blue Monday y que se presenta como el día más triste del año. Lo cierto es que es una fórmula que el experto en motivación Cliff Arnall desarrolló, que se basa en varios parámetros que indicarían la felicidad de la persona a lo largo de la jornada, pero cuyo objetivo era puramente publicitario. En este sentido, el propio autor del concepto asegura que el Blue Monday acaba siendo una profecía autocumplida: una definición no real de la situación evoca un comportamiento en la persona que provoca que esta falsa concepción acabe siendo real. Vamos, que somos nosotros mismos los que, al pensar que será el día más triste del año podamos convertirlo en el día más triste del año.

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