Hackea una película de Disney en el cine para pedir matrimonio a su novia

Lo de hincar la rodilla en el suelo para pedir matrimonio es algo que, cada vez, se va profesionalizando más. De la tradicional pedida ante las familias pasamos al viaje a París para sorprender bajo la Torre Eiffel, al pastel que incluía una ‘sorpresa’ en los postres de una cena romántica o al flashmob aprovechando una canción ‘con mensaje’.

Pero lo que ha hecho Lee Loechler para pedir la mano de su novia de toda la vida, Sthuthi David, ha sido para quitarse el sombrero. Se pasó seis meses alterando la parte final de La Bella Durmiente para pedir matrimonio a la que va a ser su esposa: un trabajo arduo en el que incluso ha cambiado el físico de los personajes para que se parezcan a ellos mismos.

Ver la reacción de Sthuthi David cuando la película deja de ser la tradicional y el guión no es el miso de toda la vida no tiene precio, aunque está claro que no tiene ni idea de lo que va a pasar a continuación. Y el momento más mágico de la película llega cuando el príncipe lanza al aire el anillo de compromiso que caza al vuelo el propio Lee en el cine.

El listón, por las nubes

En ese momento todas las personas que están viendo la película comienzan a aplaudir y la novia no sabe qué decir. Lee coge el anillo, lo abre y dice las palabras mágicas: “No se pide matrimonio todos los días a tu novia del instituto, así que he querido cogerme el tiempo necesario para hacerlo”. Sthuthi ya ve en ese momento lo que va a suceder.

Tardó seis meses en preparar la película, incluso cambiando el físico de los personajes para que se parecieran a ellos mismos

Lee hace un nuevo guiño a la película, ya que los dos protagonistas están fijando nuevamente a la pareja. La novia, mientras, se muere de vergüenza pensando en el resto de las personas que hay en el cine, pero eso también está controlado: aunque no lo sepa, son sus amigos y sus familias quienes acompañan a Lee y Sthuthi en este momento único.

Después llega la declaración, la petición de matrimonio (con otro guiño a la profesión de Sthuthi, que es cardióloga) y, por supuesto, el “sí quiero”, mientras en la pantalla suena el mítico “eres tú mi príncipe azul” y se monta una auténtica fiesta. Es la petición de mano más asombrosa que se recuerde y Lee ha dejado el listón muy alto para el resto de los mortales.