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Esto es lo que todo el mundo debería saber sobre el sexo, según los terapeutas
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Esto es lo que todo el mundo debería saber sobre el sexo, según los terapeutas

¿Sientes que tu pareja y tú tenéis problemas en el dormitorio? No te preocupes, gracias a los consejos de estos profesionales podréis conseguir que vuelva la chispa

Foto: Foto: iStock.
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Es posible que la concepción que tengas de un terapeuta sexual sea la equivocada. Muchas parejas recurren a esta clase de profesionales para resolver sus problemas en la cama. Aunque al final la materia trata de tener una relación sana con algo tan placentero como el sexo, la vida de alcoba entraña muchos conflictos. Y en cierto sentido, dedicarse a un oficio como este requiere de una serie de habilidades que conectan con el campo de la psicología y la salud.

También hay muchos malentendidos en lo referente a la labor de los terapeutas sexuales. Seguro que más de uno piensa que no hay mejor forma que guiar a una persona en algo tan práctico como el sexo que predicar con el ejemplo. Y no, ninguna persona acude a una sesión para que le enseñen en vivo y en directo cómo debe hacer el amor. "La terapia nunca incluye nada sexual, ni tocar ni quitarse la ropa", cuenta Shannon Chávez, psicóloga clínica y sexóloga californiana, en 'Reader's Digest'.

Hablar sobre sexo con tu pareja te ayuda a ser más consciente de lo que quieres y deseas, además de ganar en confianza

"Es similar a la terapia tradicional, y en mi caso lo que hago es combinar la teoría con la práctica, charlando largo y tendido con mis pacientes y educándoles a través de ejercicios y enfoques conductuales", incide la experta. En algunos casos, atienden problemas de salud que requieren intervención médica, como por ejemplo la disfunción erectil. "Muchas parejas no saben que la causa de la falta de deseo sexual o de excitación puede ser una cuestión médica, de su biología", asegura Pepper Schwartz, profesora de sociología en la Universidad de Washington. A continuación, desmontaremos viejos mitos en lo referente a esta profesión y varios terapeutas sexuales ofrecerán su consejo en caso de que estés preocupado por tu vida sexual y consideres si de verdad te conviene u os conviene acudir a una de estas sesiones.

Lo más importante: la comunicación

El "ABC" de una vida sexual plena. A muchas parejas les parece incómodo entablar una conversación sincera sobre sus momentos de pasión. Pero, como en otras cuestiones de salud, no decir nada y no reconocer que existe un problema es mucho peor que abrirte y siendo sincero. "Hablar sobre sexo es tan importante como tenerlo", explica Chávez. "Te ayuda a ser consciente de lo que quieres y asienta las bases del lenguaje que debes utilizar para expresar tus deseos o comunicar si estás preocupado por algo", añade. No todas las conversaciones deben darse en el dormitorio, antes o después del acto; Chávez también recomienda hacerlo en cualquier momento del día.

No pasa nada si te gustan otras personas

La atracción ocurre, no es provocada. Aunque estés felizmente casado y no haya problemas en tu relación, es normal que otras personas te gusten y te sientas atraído por ellas. Por ello, hay que desterrar cualquier signo de culpabilidad. "Comprometerse con alguien no modifica nuestra fisiología para que ya no experimentes deseo en otra persona", afirma Shadeen Francis, terapeuta matrimonial. "Si te gustaban otras personas antes de comenzar esa relación, es normal que te sigan atrayendo. Esto no significa que ya vayas a caer en la tentación o que estés buscando algo físico o emocional", destaca.

Si a tu pareja le excita algo que parece no encajar con tus gustos, no sientas vergüenza y ten empatía

En definitiva, "la creencia de que hay que eliminar todos los estímulos sexuales bajo el pretexto de no incurrir en la infidelidad es falsa", sentencia. Recuerda que una de las bases para una relación afectiva sana siempre es la confianza. Y que somos seres humanos y nos sentimos atraídos por otras personas al margen de que no sintamos amor por ellos.

Nada de juicios

Es posible que tú y tu pareja tengáis gustos sexuales muy distintos. Cada persona es un mundo y en ningún caso deberías juzgar a tu compañero o compañera por lo que desea. "Si a tu pareja le excita algo que parece no encajar con tus gustos, no sientas vergüenza", señala Carla Rosinski, terapeuta sexual. "Tanto tú como ella debéis sentir la confianza necesaria como para que no os dé apuro hablar de vuestras inclinaciones más íntimas. Si por ejemplo menciona algo que no te gusta y que no estás dispuesto a probar por nada en el mundo, lo mejor que puedes hacer es ser empático y honesto contigo y con ella. O al contrario: arriesgarte y experimentar", relata.

Lo peor: no hacer nada

Cuando tenéis un problema de índole sexual, lo peor que puedes hacer, como con cualquier otro conflicto en la vida, es no enfrentarte a él. Si crees que por no mencionarlo o no reparar en ello se va a arreglar, estás más que equivocado. "A veces pasan los años y las parejas de larga duración niegan que existan problemas o no hacen nada al respecto. Cuanto más pase el tiempo, más difícil de resolver se hará", señala.

No seas alarmista

Muchas parejas no van a terapia sexual porque creen que, de hacerlo, implica que su relación está terminada y que es la última parada antes de la ruptura. En realidad, más bien al revés: "Muchas de las parejas que vienen a verme se preocupan mucho el uno por el otro y han tomado la decisión de tomar las riendas y llevar su relación al siguiente nivel", resalta Kelli Young, terapeuta sexual afincada en Toronto. "Reconocer que tu vida sexual no está donde debe estar y buscar apoyo para sobrepasar los obstáculos es un signo de fortaleza. Al final, es el profesional quien guía a las parejas para que tomen cambios significativos y duraderos en su relación".

Es posible que la concepción que tengas de un terapeuta sexual sea la equivocada. Muchas parejas recurren a esta clase de profesionales para resolver sus problemas en la cama. Aunque al final la materia trata de tener una relación sana con algo tan placentero como el sexo, la vida de alcoba entraña muchos conflictos. Y en cierto sentido, dedicarse a un oficio como este requiere de una serie de habilidades que conectan con el campo de la psicología y la salud.

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