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Un piloto de avión explica qué ocurre durante los aterrizajes forzosos
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pelotazos o tomas duras

Un piloto de avión explica qué ocurre durante los aterrizajes forzosos

Algunas veces, cuando vamos en un vuelo, las bajadas a tierra que experimentamos nos hacen temer por nuestra vida, ¿a qué se deben?

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A lo mejor alguna vez ibas montado en un avión, rumbo a un destino lejano y, por qué no, paradisíaco, cuando tuviste un aterrizaje que hizo que te persignaras varias veces (aunque no eres una persona religiosa) y que te arrepintieras de no haber hecho testamento. Incluso puede que la experiencia fuera aún peor (y más improbable) y alguna vez hayas visto con tus propios ojos un aterrizaje forzoso.

Lo cierto es que los aviones son los medios de transporte más seguros. De los 36,8 millones de vuelos comerciales que, por hacer una estimación, se realizaron en 2017, solo 10 terminaron en accidente fatal, según cifras proporcionadas por el portal 'Aviation Safety Network'. Sin embargo, seguimos teniéndoles pavor, y aunque hayamos volado en innumerables ocasiones y presenciado aterrizajes que han ido como la seda, nunca olvidaremos ese que no lo fue tanto.

Muy raramente (pero mucho) el aterrizaje es tan malo que el avión queda dañado. Pero, ¿por qué algunos que parecen, a primera vista, bastante sencillos, luego son tan precipitados y 'duros'? El periodista Mike Arnot se pregunta lo mismo en 'The Points Guy' y trata de dar respuesta a la duda preguntando al capitán Doug Morris, piloto de Air Canadá con muchos años de vuelo a sus espaldas.

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"El aterrizaje mal denominado como forzoso, también conocido como pelotazo o toma dura, en muchas ocasiones no es tal", explica. "Es un término usado coloquialmente por los pasajeros que lo perciben de esa manera, pero también tiene un significado técnico utilizado por los fabricantes de aviones. La velocidad de bajada es de menos de un metro por segundo; cuando el piloto aterriza a dos o tres metros por segundo se siente más brusco de lo normal, y el piloto lo reporta como 'aterrizaje forzoso' aunque en realidad ha estado dentro de los límites prescritos", cuenta.

El clima y la pista

Pero ¿por qué los pilotos aterrizan de esa manera? "En el manual de entrenamiento de muchos aviones, como el Boeing 737, se establece cómo debe aterrizarse, pues es importante encontrarse en el lugar y a la velocidad correcta. No permitas que el avión flote, vuela directamente hacia la pista, puesto que es un espacio codiciado", cuenta. "La preocupación principal de los pasajeros es si el avión tendrá algún problema, pero esto es algo bastante poco común. A la hora de la verdad, la razón por la que el aterrizaje parece brusco tiene que ver más con las condiciones climáticas", explica el piloto.

En muchas ocasiones los pasajeros perciben que el aterrizaje ha sido muy brusco, pero no es verdad, a veces es necesario por una cuestión de seguridad

A la hora de hacer un aterrizaje es fundamental asentar bien las ruedas en el suelo en situaciones de posible 'aquaplaning', pistas mojadas, etcétera. "La lluvia, la nieve, estos casos requieren que el piloto baje el avión con firmeza", explica Morris. "Un aterrizaje firme permite que las ruedas giren y se apliquen los frenos, lo que ayuda bastante", señala. También añade que en otras ocasiones son las propias pistas las que hacen que sea bastante complicado que el aterrizaje sea suave.

"Algunas tienen muchas oscilaciones, son como pistas de esquí", cuenta, "especialmente las que tienen una pendiente ascendente son las más complicadas. La 24R del aeropuerto de Mánchester tiene una gran protuberancia en medio, es muy complicada", señala que los mapas que utilizan los pilotos a veces indican el perfil de la pista para ayudarles a comprender dónde sube o baja esta. Algunas son inusualmente anchas, como la del aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez. "Sea firme o más suave, la seguridad es lo primero, y si el aterrizaje tiene que ser más duro por ello, bienvenido sea", concluye.

A lo mejor alguna vez ibas montado en un avión, rumbo a un destino lejano y, por qué no, paradisíaco, cuando tuviste un aterrizaje que hizo que te persignaras varias veces (aunque no eres una persona religiosa) y que te arrepintieras de no haber hecho testamento. Incluso puede que la experiencia fuera aún peor (y más improbable) y alguna vez hayas visto con tus propios ojos un aterrizaje forzoso.

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