Lo que hay detrás de las terapias de pareja desvelado por expertos

Desde eventos traumáticos que trunquen el normal transcurrir de la vida diaria hasta simples diferencias de opinión en algunos aspectos, pasando por la falta de comunicación, las infidelidades, el descenso del deseo sexual, la monotonía, la dependencia emocional o las falsas expectativas de futuro que acaban provocando decepción, los problemas de pareja pueden acabar rompiendo hasta la relación que parecía ser más sólida y duradera.

Importa poco que llevéis saliendo desde el instituto, que os conocierais hace dos años o que justo os hayáis casado hace tres meses: las discrepancias y posteriores problemas en la parte más íntima de la vida pueden afectar a cualquiera y llevarse por delante lo construido hasta el momento. ¿La solución? No hay una única y exclusiva, sin embargo, cada vez más parejas deciden acudir a terapia de pareja.

Para tratar de esclarecer cuál es el perfil exacto de las personas que acuden a estas terapias y sobre todo, qué encentran allí y cómo cambian sus vidas después de ello, desde El Confidencial nos hemos puesto en contacto con varios expertos que nos ha contado todos los detalles sobre cómo son por dentro las sesiones de terapia de pareja.

"Las relaciones son cada vez más volátiles, se soporta menos la diferencia", indica el psicólogo Sergi Vilardell como argumento que justifica que las terapias de pareja sean las consultas médicas más buscadas en la red, que indica que esta "precariedad" en los lazos no es exclusiva del amor, sino que se extiende a otros tipos de relaciones. "Se trata de una práctica a través de la cual uno puede saber más acerca de lo que desea y también de lo que uno quiere, pues no es lo mismo", explica el experto sobre estos tratamientos psicológicos. "Por ejemplo, algunas personas dicen querer tener pareja estable, pero inconscientemente hacen todo para que esto no ocurra. La terapia permite que cada miembro de una pareja pueda encontrar sus propias soluciones y facilita un mayor conocimiento del otro y de uno mismo", prosigue.

Pero, ¿cuál es el perfil de parejas que acuden a terapia de pareja en España?

"Suelen ser parejas que llevan algún tiempo de relación y en las que se ha caído el velo imaginario del enamoramiento, y ahora tienen que arreglárselas con lo que hay detrás, lo real del amor", indica Vilardell. Según los expertos se trata de parejas, generalmente, de mediana edad y clase media, aunque en menor medida, también acuden parejas mayores a este tipo de consulta e incluso jóvenes. "Que una pareja joven decida acudir a terapia de pareja hoy en día tiene todo su valor. Hoy en día los vínculos son inconsistentes y están marcados por una lógica mercantil en la que hombres y mujeres muchas veces se dan un lugar de producto", explica el psicólogo.

Estas parejas, que suelen presentarse con dudas sobre si deben o no continuar juntos, pueden llegar a la terapia sin necesidad de haber tenido contacto alguno antes con un psicólogo aunque sí después de haber intentado solucionar sus problemas por su cuenta y comprobar que no se resuelven. En palabras del terapeuta: "están en una repetición que no cesa. Hay algo que escapa a su voluntad".

Los casos de infidelidad son los que se tratan más habitualmente en este tipo de terapias

Por su parte, la psicóloga y especialista en este tipo de tratamientos,Teresa Vaquero explica que los casos de infidelidad son los más habituales en este tipo de terapias. Ella asegura que las parejas se plantean acudir a terapia cuando tras una discusión o un conflicto, los miembros sienten que ante una posible siguiente "embestida", la relación "puede naufragar".

¿Cómo son las sesiones?

La terapia de pareja, como cualquier otra de este tipo, se lleva a cabo en la consulta del psicólogo. "No hay ninguna diferencia con una terapia individual", explica Vilardell , invitando a imaginarse a una pareja sentada en sofá o en sillas frente al experto, que descansará sobre una butaca o sillón... Eso sí, Vilardell recalca que aunque todavía lo más común es tratar a las parejas en la consulta, cada vez reciben más demanda de tratamiento 'online'. "Es un fenómeno que no deja de sorprenderme", admite.

"Lo ideal para realizar la terapia de pareja de forma rápida y eficaz es que acudan a las sesiones los dos juntos desde el principio. Las sesiones tienen una duración de 60 minutos y son semanales. Si no se puede hacer la sesión semanal recomiendo hacerla quincenal o de dos en dos. La duración de la terapia es variable, pero para que sirva de orientación, suelo trabajar con las parejas una media de 10 sesiones", añade Vaquero.

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Tal y como explica, en algunos casos es importante que los miembros de la pareja vayan por separado a terapia e incluso la tengan con psicólogos diferentes, mientras que en otros, será necesario acudir juntos. "Hay veces que el problema no es relacional, sino que cada miembro de la pareja arrastra sus propios sínomas, miedos, inseguridades... y todo eso se vuelca en la relación pero no tiene que ver con el otro, sino con uno mismo", atestigua el experto.

En cuanto al método utilizado para facilitar la comunicación y el avance hacia un entendimiento de los miembros de la pareja, aunque existen diferentes técnicas, para él la aplicación de ejercicios concretos pueden crear una dinámica de psicoeducación que pueden "infantilizar" al paciente, por lo que en su opinión, la mejor opción es "que la pareja encuentre sus propias soluciones".

No son aptas para todos

Aunque cada vez hay menos prejuicios acerca de los tratamientos psicológicos, Vilardell sostiene que lo mejor es alejarse de la idea de que la psicoterapia es para todo el mundo. Para él, todas aquellas personas que deciden acudir a una consulta considerando que su sufrimiento es única y exclusivamente culpa de los demás, podría ser mejor acudir "a ver a un abogado o a un cura" que a un psicólogo. "La psicoterapia necesita que la persona que sufre se pregunte: ¿Qué responsabilidad tengo yo en eso que me está haciendo sufrir", indica.

¿Se pueden evitar las crisis?

Vaquero sostiene que antes o después, todas las parejas pasan por periodos de crisis, y aunque es algo difícilmente evitable, para afrontarlas de la manera más efectiva lo mejor es "estar disponible para la pareja, escuchar y sintonizar con sus necesidades, dedicarle tiempo a pesar del cansancio, las preocupaciones y los problemas". La psicóloga recomienda cuidar la comunicación, las caricias y el ocio compartido. Para ella es imprescindible "ser respetuoso, generoso y pedir con cariño lo que uno necesita".

Además, es importante también "cortar las discusiones que se enredan en enfados y malos entendidos, reflexionar y tratar de hablar después de lo que ha pasado. Mostrar las heridas y sanarlas con una conversación y un abrazo. Pedir perdón y saber concederlo". Todo ello cuidando los espacios individuales y sobre todo, cuidándose a uno mismo cultivando las amistades y los talentos". Por último, Vaquero incluye la relevancia de compartir las alegrías y las penas, de dar apoyo y consuelo y de estar ahí siempre que la otra persona lo necesita.