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Los inversores se rifan la universidad española: la educación, ¿la próxima burbuja?
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Los inversores se rifan la universidad española: la educación, ¿la próxima burbuja?

Los fondos han gastado cientos de millones de euros para hacerse con marcas como la de la Universidad Europea o la Alfonso X El Sabio. Puede ser tan solo el principio

Foto: El campus de Villaviciosa de la Universidad Europea de Madrid. (Foto: UE)
El campus de Villaviciosa de la Universidad Europea de Madrid. (Foto: UE)

En diciembre de 2018, el fondo de inversión Permira pagó 770 millones a Laureate por un pack que incluía la Universidad Europa de Madrid, Canarias y Valencia, IEDE Business School y Real Madrid Graduate School, además de otros dos centros portugueses. La competencia había sido feroz. CVC, Providence, Partners Group o Cinven también estaban a la caza de una de las grandes marcas educativas españolas. Tres meses después, CVC finalmente adquiría la Alfonso X El Sabio por alrededor de 1.100 millones, imponiéndose de nuevo a Providence, Partners Group, Cinven o Bridgepoint y Barings.

Dos perturbaciones en la fuerza del mercado de la educación universitaria, poco dado a sobresaltos de esta índole. Y sorprendentes: en ambos casos, alrededor de 14 o 15 veces el ebidta (resultado bruto de explotación), un dato que muestra el interés que la educación privada suscita. “Estas instituciones tienen un gran reconocimiento de marca y ofrecen un gran valor para los estudiantes de diferentes disciplinas”, explicó el director general en España de Permira, Pedro López, tras la compra. “Bajo la propiedad de los fondos de Permira, seguirán manteniendo su foco en la educación de calidad, proporcionando nuevas e innovadoras experiencias educativas”.

Llevamos tiempo buscando oportunidades de inversión educativa debido a las atractivas tendencias en la industria

No se trata únicamente de España. Movimientos semejantes se están produciendo en países como Francia, donde este marzo, Cinven adquirió INSEEC, una cadena de 16 escuelas de comercio, 'management', ingeniería y política francesa, a cambio de 800 millones de euros. Las declaraciones de Rory Nesson, uno de los socios de Cinven, son reveladoras: “Nuestro equipo del sector servicios lleva tiempo buscando oportunidades de inversión debido a las atractivas tendencias que estamos viendo en la industria, e INSEEC representa una excelente oportunidad”.

La pregunta del millón es precisamente esa: ¿qué oportunidades y qué atractivos están llevando a los grandes fondos a gastar grandes cantidades de dinero en la educación superior europea? La respuesta es la de una tormenta perfecta donde convergen multitud de factores, entre los que se encuentran la liberalización de precios y títulos en los últimos años, la pérdida de competitividad de la educación pública o un refugio contracíclico ante una hipotética futura crisis.

placeholder Vista aérea de la Universidad Alfonso X El Sabio. (YouTube)
Vista aérea de la Universidad Alfonso X El Sabio. (YouTube)

“Efectivamente, la idea es ofrecer nuevos conceptos educativos”, responde Mauro Guillén, catedrático de Dirección Internacional de Empresa de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, cuando se le pregunta si tras la compra de estas marcas hay una voluntad de posicionarse en el mercado europeo en “carreras que aún no existen”. Coincide Kevin Kinser, profesor de la Universidad de Penn Stage y autor de 'The Global Growth of Private Higher Education', cuando recuerda que la adaptabilidad del sector privado es muy superior al de la universidad tradicional: “Las instituciones privadas pueden centrarse en programas basados en la demanda del mercado más que en los grados tradicionales, que se ofrecen sin tener en cuenta las necesidades del mercado laboral”.

“Y también controlar los flujos de caja”, añade Guillén. “Eso es atractivo para el capital privado. Las compran y las hacen crecer o las venden a alguna cadena de universidades que quiere tener presencia en España”. Es lo que ha ocurrido con la Europea, en manos de Laureate desde finales de los 90. En ese contexto de compra-venta, nuestro país es particularmente atractivo por cuestiones idiomáticas, que abren las puertas a un potencial mercado de millones de estudiantes. Altas inversiones que, por lo tanto, exigen grandes retornos.

Durante las últimas décadas se han hecho fortunas en EEUU invirtiendo en facultades, y el coste del capital hoy es históricamente bajo

“Hay varias razones que pueden explicar el interés de los inversores en comprar o invertir en centros con fines de lucro en España y en todo el mundo”, explica el profesor Brian Pusser, de la Universidad de Virginia, uno de los grandes especialistas en políticas educativas. “En primer lugar, esas facultades pueden ser muy rentables. Durante las últimas dos décadas se han hecho fortunas en EEUU invirtiendo en universidades. El coste del capital es históricamente bajo en este momento. Las políticas estatales neoliberales favorecen la desregulación y la privatización, y la mercantilización de los servicios públicos, incluida la educación, es más común”.

La realidad es que, aunque la demografía parezca apuntar a lo contrario, habrá cada vez más estudiantes universitarios y de posgrado en un mercado que ya no es local, sino global. “Pese a la caída de la natalidad, que es un hecho, el número de personas que cumplirán 18 años hasta 2025 seguirá aumentando”, explica Javier Tello, flamante director general de la Fundación Universitaria CEU San Pablo, que si bien es privada, su condición de fundación la deja a un lado en las guerras de la rentabilidad. “Estas personas demandan formación de altísima calidad para competir en un mundo globalizado”.

Buscando mercados que aún no existen

El resultado del cóctel es que este parezca un momento ideal para invertir en la educación superior. “El capital privado parece haberse interesado en la educación y la formación en los últimos años porque han visto que a medida que las economías crecían y se modernizaban, se demandaban más servicios de este tipo”, explica Tim Mazzarol, profesor de la Universidad de Australia Occidental y autora de 'The Global of Market Education'. “Además, gran parte de la inversión del gobierno se ha reducido o se ha centrado en rellenar vacíos no cubiertos por las privadas”.

placeholder Un grupo de estudiantes al inicio del examen de selectividad en la Universitat Pompeu Fabra. (Efe)
Un grupo de estudiantes al inicio del examen de selectividad en la Universitat Pompeu Fabra. (Efe)

Es hacia lo que apunta Albert Corominas, miembro del Observatorio del Sistema Universitario (OSU), que recuerda que las universidades privadas españolas suelen centrarse en Ciencias Sociales y Jurídicas (33,1%) y en Ciencias de la Salud (35,7%). Ramas “con mucha demanda, en relación con las plazas disponibles en la pública, y en el caso de las CSJ, de títulos con costes de implantación bajos porque no requieren laboratorios, etc., como los de ciencias o los de ingeniería”. Según el OSU, entre 2011 y 2017 el abanico de grados ofertado por las privadas ha aumentado un 51%, mientras que el de las públicas apenas lo ha hecho en un 11%.

Gran parte del 'boom' de este mercado se explica, en parte, por el aumento en competitividad de la privada en un contexto de subida de precios en la pública. Esa es una de las conclusiones de '¿Quién estudia en la universidad', un informe realizado por el OSU, que muestra cómo en el último lustro se ha producido un descenso en el acceso a la universidad pública catalana y un aumento en la privada por el crecimiento de precios. Como señalan los autores, “el fuerte incremento del precio de los estudios de la universidad pública, especialmente para los estudiantes de origen social más alto, ha reducido la diferencia del coste de estudiar en la pública y en la privada”.

Los ingresos del sector educativo apenas están afectados por los ciclos económicos. Es más, aumentan en tiempos de crisis

Como explica Tello, las universidades privadas españolas esperan un crecimiento estimado del sector del 30% de aquí a 2025, debido a “la caída de la inversión en las universidades públicas, un sector resistente a las crisis principalmente en posgrado y en momentos de incertidumbre, y el potencial de crecimiento en el mundo online y a nivel internacional han desencadenado el interés empresarial por el mundo educativo”. Una competencia virtuosa, señala, en la que lugares como Madrid se están convirtiendo en “un hub universitario y de posgrado que concita un gran interés en todo tipo de instituciones nacionales e internacionales que han apostado por establecerse en nuestra comunidad”. Desde principios de los noventa, cuando solo existía la Pontificia de Comillas, en la CAM han abierto sus puertas otras doce universidades privadas.

¿Cobijo ante la crisis?

El 'boom' de la educación tienen otra lectura aún más oscura, y puede verse como un signo de que nos encontramos a las puertas de un ciclo económico negativo. “Sin conocer el contexto específico en España, puedo decir que inversiones como estas han sido vistas históricamente como una manera de acceder a ingresos que están relativamente poco afectados por los ciclos económicos”, explica Kinser.

placeholder Cuando el paro aumenta, la demanda también. (Efe)
Cuando el paro aumenta, la demanda también. (Efe)

No solo eso, sino que como él mismo explica, el proceso suele ser el contrario: cuanto peor vaya la economía, más demanda existe por la educación privada. “Es contracíclico, es decir, cuando la economía es débil, más personas acuden a la universidad porque hay menos opciones en el mercado laboral”, añade. “Esto es interesante para el inversor cuando el país tiene un contexto político que permite la educación privada, un sistema público que no es capaz de hacer frente a la demanda y existe una forma de subsidiar o retrasar pagos de matrículas para que el coste sea percibido como asequible”. En algunos aspectos, es el caso de España, que como recuerda Tello, “es uno de los países europeos con menor gasto público destinado a educación”.

No hay que olvidar, por supuesto, los activos inmobiliarios que poseen las grandes universidades, y que de por sí las convierte en instalaciones atractivas, muchas veces situadas en lugares privilegiados en la Comunidad de Madrid. Los activos inmobiliarios de la Universidad Europea, por ejemplo, rondan los 90 millones de euros.

¿Huele a tulipanes?

Comprar caro en espera de obtener grandes rentabilidades a corto plazo huele a esos bulbos de tulipanes que se convirtieron en una de las primeras burbujas a mediados del siglo XVII. La planta es citada por Mazzarol cuando se le pregunta si la educación superior puede convertirse en la próxima burbuja. “No conozco lo suficiente sobre los riesgos financieros para opinar categóricamente”, responde. “Pero diría que muchas de estas tendencias en inversión, particularmente si generan un gran entusiasmo y hype, terminarán como la tulipomanía del siglo XVII”.

El beneficio a largo plazo para el balance de cuentas de Laureate superaba el potencial rendimiento a largo plazo de la Europea

Kevin Kinser, por su parte, anima a echar un vistazo a las cuentas de Laureate, la red de universidades privadas a quien Permira ha comprado la Europea, para comprender un poco mejor los entresijos del asunto. “La adquisición a Laureate, que es una compañía multinacional con una gran experiencia en el mercado educativo, sugiere que vieron que el precio era demasiado bueno como para dejarlo pasar”, explica. “En otras palabras, el beneficio a largo plazo para el balance de cuentas de Laureate superaba el potencial rendimiento a largo plazo de la propiedad”.

El documento de la SEC (Securities and Exchange Commission) estadounidense revela que la operadora había producido en el período comprendido entre septiembre de 2017 y 2018 226,9 millones de euros de beneficio, 41,69 millones en beneficios de explotación y 10,83 en depreciación y amortización. Por sus aulas habían pasado 23.000 estudiantes en ese curso. Y Kinser señala un último factor: la caída del mercado americano y la búsqueda de nuevos horizontes. “En EEUU está claro que la inversión en educación superior ha caído en picado en los últimos 7-8 años, y solo ahora se está recuperando”, concluye.

En diciembre de 2018, el fondo de inversión Permira pagó 770 millones a Laureate por un pack que incluía la Universidad Europa de Madrid, Canarias y Valencia, IEDE Business School y Real Madrid Graduate School, además de otros dos centros portugueses. La competencia había sido feroz. CVC, Providence, Partners Group o Cinven también estaban a la caza de una de las grandes marcas educativas españolas. Tres meses después, CVC finalmente adquiría la Alfonso X El Sabio por alrededor de 1.100 millones, imponiéndose de nuevo a Providence, Partners Group, Cinven o Bridgepoint y Barings.

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