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Por qué a los hombres les cuesta tanto pedir ayuda
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Por qué a los hombres les cuesta tanto pedir ayuda

¿Te avergüenzas o te sientes inferior si necesitas que alguien te eche una mano? Ten mucho cuidado, tu salud mental y física pueden correr muchos riesgos

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Desde que nacemos necesitamos ayuda. Es una realidad. Para comer, dormir, aprender. Casi para todo. A medida que vamos creciendo nos gusta realizar las tareas de forma autónoma para sentirnos válidos, pero en muchas ocasiones en las que deberíamos pedir una mano a alguien para facilitar las cosas y resolver un problema de manera más efectiva, no lo hacemos por orgullo.

Lo cierto es que este comportamiento se da mucho más en hombres que en mujeres. Los varones prefieren errar antes que solicitarla porque les parece un sobreesfuerzo innecesario, lo que eleva el nivel de estrés tanto emocional como mental. ¿Por qué sucede esto? ¿Creen que su masculinidad se ve dañada?

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Dan Bates, psicólogo de 'Psychology Today' tiene la respuesta. "Los hombres tienden a no buscar ayuda y minimizan sus síntomas de salud física y mental. No hace falta ser un profesional de la materia para ver el problema con esta tendencia. Además, las afecciones médicas que no se traten irán empeorando con el tiempo", asegura.

Vergüenza o debilidad

No es que no tengan la capacidad, es que no creen que puedan hacerlo o que tengan derecho. Tienden a confundir el pedir ayuda con la debilidad, no por decisión consciente, sino porque en algún momento lo han aprendido así. Dependiendo del seno familiar y de la educación que recibamos podemos tener diversas creencias adquiridas que nos perjudicarán a la hora de solicitarla.

Sé conciso y claro con la persona a la que acudas. Intenta explicarte y exponer lo que te pasa siendo cercano

Los hombres asocian la búsqueda de asistencia a un problema psicológico o emocional con la vergüenza. Admitir que no eres tan fuerte como creías o que tienes la necesidad de que alguien interfiera por ti en algo y te eche un mano puede hacerte frágil, pero no es así. Seguramente en tu cabeza esté que ser duro o varonil es sinónimo de superioridad y que con ello eres indemne a todo lo que ocurra, incluso al dolor.

¿De dónde sacan esta idea? La mayor parte del tiempo de otros hombres. Entre ellos son los peores cuando se trata de juzgar o avergonzar a otros. Hacer daño y humillar al de al lado a veces se convierte en un deporte. El deseo de ser un superhéroe es su propia kryptonita. Unos a otros se dan golpes y muchos corren el riesgo de que la ansiedad, el estrés o el consumo de alcohol, provocados por toda esta ruleta, produzcan problemas en el sistema cardiovascular.

¿Qué se puede hacer?

En España, los últimos datos sobre muertes por fallos cardíacos son de 2015, con un total de 422.568 personas, un aumento del 6,8% respecto a años pasados, según informa el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, por sexo, fallecieron más hombres que mujeres. Una investigación publicada en el 'Journal of Personality and Social Psychology' muestra una relación entre los varones que evitan o niegan problemas médicos y de salud mental y un aumento en los comportamientos autodestructivos.

La prevalencia generalizada de los riesgos para la salud asociados con el tabaquismo, el abuso del alcohol y la obesidad son motivo de continua preocupación pública. Cuando ellos dejan a un lado los problemas y sus emociones, tienden a actuar abusando de sustancias, comiendo en exceso o fumando. Sin embargo, estas actividades son habilidades de afrontamiento deficientes. No rectifican los problemas. En el mejor de los casos, son distracciones. En el peor, intensifican los problemas existentes.

Dependiendo del seno familiar y de la educación podemos tener diversas creencias adquiridas que nos perjudicarán a la hora de solicitar ayuda

No podemos ignorar las implicaciones negativas de nuestro comportamiento. Nuestras elecciones afectan a los demás. Nuestras parejas, hijos o compañeros de vida sufrirán también las consecuencias. No solo nos vemos afectados con las elecciones que tomamos, todos se ven afectados si no pedimos ayuda. ¿Qué ejemplo les estamos dando a las futuras generaciones?

Lo primero es ser sincero contigo mismo. Valora el problema y tu capacidad para poder resolverlo solo o para realizar una tarea sin tener que invertir un tiempo valioso en innecesario si pidieses ayuda. Sé conciso y claro con la persona a la que acudas. Intenta explicarte y exponer lo que te pasa siendo cercano. Olvida los pensamientos negativos y date cuenta de que somos seres humanos que se interrelacionan de modo bidireccional. Si no lo haces todo será peor, machote.

Desde que nacemos necesitamos ayuda. Es una realidad. Para comer, dormir, aprender. Casi para todo. A medida que vamos creciendo nos gusta realizar las tareas de forma autónoma para sentirnos válidos, pero en muchas ocasiones en las que deberíamos pedir una mano a alguien para facilitar las cosas y resolver un problema de manera más efectiva, no lo hacemos por orgullo.

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