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Lo que ocurre cuando tratas de hacer realidad tus fantasías sexuales
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a veces es mejor quedarse con las ganas

Lo que ocurre cuando tratas de hacer realidad tus fantasías sexuales

Todos tenemos deseos escondidos y recónditos que queremos cumplir con nuestra pareja, pero, a veces, cuando los llevamos a cabo, no salen como habíamos planeado

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

¿Le has preguntado a tu media naranja alguna vez por su fantasía sexual más recóndita e inexplorada? ¿La has cumplido tú? Todos tenemos deseos, pero la timidez a veces no dejan que salgan a flote. A pesar de vivir en una sociedad aparentemente hipersexualizada que se ha librado de todos los tabús, en muchas ocasiones no nos atrevemos a hablar honestamente con nuestras parejas sobre qué queremos, por miedo a que piense algo raro de nosotros.

Si, por el contrario, te has liberado y has conseguido hacer realidad tus fantasías, eres una persona afortunada. Otros, sin embargo, a pesar de llevar a cabo sus deseos sexuales observaron que, incluso cuando los sueños se cumplen, a veces no tienen el fulgor que les habíamos conferido con la imaginación. Es entonces cuando llegan las frustraciones. Recientemente, un usuario abrió un hilo de 'Reddit' preguntando algo parecido: "Chicos, ¿qué fantasía sexual habéis hecho realidad y qué pasó cuando lo hicisteis?", las respuestas fueron de todo menos previsibles.

Cera caliente

"Siempre había tenido como fetiche sexual que alguien me tirase la cera caliente de una vela por el cuerpo", contó un usuario. "No sé por qué, quizá es porque siempre me ha gustado tocarla con los dedos, pero entonces mi novia consiguió unos cirios en una fiesta. Los usó conmigo una noche y no leyó que, claramente, debía soplarlas antes de derramarlas sobre mí".

Mi novia suele ponerse orejas de gato en la cama para ponerme nervioso e incomodarme

"Al derramar la cera caliente sobre mí pensé que me moría, salté y grité", indicó. Mucha gente que parecía tener el mismo fetiche le dio una serie de consejos: "Si alguna vez quieres darles otra oportunidad, compra velas de masaje, se pueden usar a temperaturas realmente bajas y se convierten en aceite", indicó uno.

Juegos de rol

Es bastante común, pues muchas personas admitieron haberse disfrazado, aunque en ocasiones el resultado no fue el esperado. "Pensaba que me pondría muy caliente", indicó una persona, "porque me encanta el cosplay, disfrazarme de elfo, todas esas cosas. Pero a la hora de la verdad cuando mi novio y yo decidimos hacerlo, me entró la risa floja. Nos veíamos tan ridículos que no pude evitarlo".

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"Te entiendo perfectamente", escribió otro. "Mi novia es furry (personas interesadas en personajes antropomórficos que se disfrazan para hacer el amor) utiliza orejas de gato todo el tiempo solo para ponerme nervioso y hacerme sentir incómodo".

El sexo duro

Es una fantasía muy frecuente. El bondage, (la práctica sexual basada en la inmovilización del cuerpo de una persona) aunque pueda parecer algo reciente, en realidad proviene de un castigo marcial japonés antiguo, denominado Hojojutsu, con el que los guerreros sancionaban a sus prisioneros mediante la inmovilización y la práctica de castigos sexuales.

Por el cumple de mi chica decidí esposarme a la cama creyendo que llegaría pronto, pero había salido a cenar con su madre...

"Una vez me até como un esclavo", explicó alguien, "y... no lo hicimos de la manera correcta. Me encontraba boca abajo con los pies atados a las manos detrás de la espalda, con bolsas de la compra, tenía un calcetín (creo recordar) metido en la boca, cuando mi chico apareció con un cuchillo. Fue terrorífico. Nunca más". Cuando se trata de BDSM es crucial establecer los límites siempre, y tiene que haber consentimiento por parte de todas las personas antes de que empiece.

"Mi fantasía sexual también había sido siempre que me esposaran. Una vez, por el cumple de mi mujer, decidí atar una cinta en mis partes varoniles y después me esposé a la cama, con tan mala suerte que se me cayó la llave por detrás del cabecero" explicaba otro usuario. "Me dije que no pasaba nada, porque mi chica tenía que llegar en unos diez minutos del trabajo. No fue así. Resulta que se había ido a cenar con su madre y una hora después aparecieron las dos por casa. En general no salió como estaba previsto". El resto de redditeros señalaron con sorna que parecía algo salido de 'American Pie' y que realmente ese tipo de prácticas son peligrosas, pues pueden cortar el riego sanguíneo.

Lugares públicos

Quizá tus deseos sexuales sean más mundanos y no tengan nada que ver con disfrazarse de gato o recibir castigos corporales. A lo mejor simplemente siempre has querido hacerlo en un parque, una piscina pública o un garaje. "Lo hice en el coche", explicaba una usuaria. "Siempre había pensado que sería muy excitante, pero a la hora de la verdad estaba muy agobiada por si venía alguien, así que tenía eso más seco que el Sáhara". "Al menos no os vio la policía", contestó alguien, intentando encontrar el lado positivo.

Siempre está bien explorar tu sexualidad con tu pareja y probar cosas nuevas, y también, una vez probadas, decidir que no son para ti. Siempre tendrás una historia divertida que contar en internet.

¿Le has preguntado a tu media naranja alguna vez por su fantasía sexual más recóndita e inexplorada? ¿La has cumplido tú? Todos tenemos deseos, pero la timidez a veces no dejan que salgan a flote. A pesar de vivir en una sociedad aparentemente hipersexualizada que se ha librado de todos los tabús, en muchas ocasiones no nos atrevemos a hablar honestamente con nuestras parejas sobre qué queremos, por miedo a que piense algo raro de nosotros.

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