Razones por las que tienes dolores de cuello (y las malas posturas no son una de ellas)

Cada dolor que tenemos, ya sea de muelas, rodilla, cabeza o tripa, nos parece el peor de la historia. Lo bueno es que nunca estás solo. Por ejemplo, si tienes dolor frecuente de cuello, estás más que acompañado: es una de las principales causas de discapacidad en el mundo y su aparición ha aumentado drásticamente en los últimos 25 años. ¿Se debe a nuestras condiciones de vida? Lo más probable es que mejoren en un tiempo, pero también es posible que los sufras de manera repetida.

Lo más seguro es que si te duele el cuello lo achaques a una mala postura la noche anterior, pues habrás oído miles de veces que determinadas posiciones pueden contribuir al dolor de columna, aunque en realidad esta creencia no está respaldada por ninguna evidencia científica. De hecho, la investigación muestra que dormir mal, reducir la actividad física y el aumento del estrés parecen ser factores más importantes.

Entonces, ¿hemos vivido todo este tiempo en una mentira? ¿Todos nuestros intentos de corregir nuestra postura gastando dinero en sillas, teclados, sofás, escritorios y otros dispositivos han sido una total pérdida de tiempo? No nos precipitemos. Lo que si es cierto, como indican en 'The Conversation' es que parece más importante para aliviar o prevenir el dolor de cuello hacer ejercicio o dormir suficiente, pero entonces, ¿cómo hemos llegado a la falsa creencia de la importancia de la postura?

El mito

Es algo arraigado en nuestros cerebros: si te sientas mal te acabará doliendo el cuello. Sin embargo, un estudio reciente con una muestra de más de 1.000 adolescentes, demostró que los dolores eran diferentes (o incluso no había en absoluto) aunque los jóvenes se hubieran sentado en las mismas posturas. La investigación también encontró una relación entre la postura que adoptamos al sentarnos y nuestro estado de ánimo.

Además, el estudio también demostró que cambiar la forma en la que te sientas cuando trabajas (algo que todos hacemos en mayor o menor medida con la vana esperanza de que esto no nos proporcione dolores) en realidad sirve de muy poco, pues tiene leve o ningún impacto en el posible dolor de cuello posterior. En varios estudios, los investigadores decidieron seguir a grupos de personas sin problemas de cuello o con malestares ocasionales durante periodos y observarlos de cerca.

El estrés y la falta de ejercicio y sueño tienen mucho más que decir en nuestros dolores de cuello que las supuestas malas posturas

Lo que descubrieron fue que cuando esas personas con dolor frecuente de cuello tenían estrés en el trabajo, menos calidad y cantidad de sueño y además realizaban poco ejercicio físico, el problema empeoraba. No solo eso, en muchas ocasiones su estado de ánimo también era bajo. Las conclusiones fueron claras: cuando tu cuerpo está experimentando mayor estrés, notas más tensión muscular en el cuello. Aunque es importante destacar que todo esto sucede antes de que el dolor se desarrolle.

Por otro lado, los informes también han demostrado que, incluso entre niños de tan solo nueve años, los síntomas como el cansancio y las dificultades para dormir, junto con los dolores de cabeza y abdominales son factores de riesgo para la posterior aparición de problemas en el cuello.

Sueño, ejercicio y relajación

¿Qué hacer entonces? No te preocupes, porque las investigaciones también tienen su lado positivo: se puede conseguir un cuello más fuerte de maneras muy sencillas, con ejercicio o incluso caminando más cada día. Esto, si lo unimos a dormir mejor, nos ayudará a prevenir el estrés y la poca actividad física, y con suerte podremos lograr prevenir el dolor de cuello.

TE PUEDE INTERESAR

La depresión y la ansiedad pueden producir dolor de cuello

Agencias

Así que, en principio, siéntate como quieras en tu escritorio mientras lees esta noticia. Eso sí, para prevenirlo, intenta estar activo físicamente y muévete de vez en cuando. Si tienes dolor de cuello, considera hacer algo relajante (como salir a andar a la hora de comer). Y, sobre todo, no te estreses mucho por la manera en la que andas o caminas, pues la ciencia aún no ha demostrado que haya una postura "mala" como tal, y peores son la angustia y la ansiedad para nuestra condición física.