Así adelgazó nueve kilos y consiguió los abdominales perfectos

Imagina que te vas de vacaciones a Tailandia y Filipinas y pruebas toda su gastronomía. Si eres una persona que hace ejercicio a diario y te pasas bastantes días sin ir al gimnasio y cambiando tu hábito de alimentación, el cuerpo lo nota. Eso es lo que le pasó a Minil Patel, un médico londinenses de 27 años que adelgazó unos kilos inesperadamente.

Su peso siempre fluctuó, pero tras una temporada en unas islas paradisíacas, volver a su rutina vegana le costó bastante. En su regreso a casa compensó su viaje con pizzas, hamburguesas y comida basura, lo que hizo que en un par de meses engordara cuatro kilos. Puede que no parezca mucho, pero hizo que llegara a un punto en el que jamás había estado.

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A. López

Quiso transformar la grasa en músculo, pero se sentía lento y sin aliento después de subir tres tramos de escaleras. Cuando se miró en el espejo, no se reconoció. "Simplemente vi algo que no me gustaba en mi cuerpo, como si mis abdominales se hubieran desvanecido y no pareciera que trabajo en el gimnasio a diario", explica a 'Men's Health'.

¿Cómo recuperar?

Así que se puso manos a la obra. Contrató los servicios de una empresa de entrenadores personales online para encontrar el desafío perfecto. "Creer en ti mismo es fundamental y lo siguiente es ejecutar el plan", explica. Uno de los mayores cambios que corrigió fue en su rutina de sueño.

Cualquiera que esté pensando en hacerse vegano debe saber que esta alimentación no lo retrasará en sus objetivos de entrenamiento

Patel era una persona nocturna: iba a su centro deportivo por la noche, lo que significaba que no dormía hasta launa de la madrugada para levantarse después para ir al trabajo a las 6:30 de la mañana. Fue entonces cuando quiso reestructurar sus hábitos: decidió despertarse más temprano, hacer ejercicio a las 5:30 e irse a dormir a las 22:00.

"Realmente ha cambiado mi vida en términos de productividad e incluso de calidad del sueño", comenta. Además, dejó de realizar tanto cardio. "Pensé que si corría o hacía bici mucho tiempo destrozaría todo lo que ganaba musculando y terminaría estando demasiado delgado", continúa. Siguió con su dieta basada en vegetales, pero prestó atención al consumo de calorías buscando perder grasa, pero reteniendo la masa muscular.

Ser constante

La preparación de comidas nocturnas le impedía apartarse de su dieta durante un ajetreado día de trabajo. En dos semanas, había perdido más de tres kilos y en 13 semanas, nueve. "Me sentí más ligero, más alerta y mi rendimiento había aumentado significativamente", confiesa.

Cambió sus hábitos de sueño: decidió despertarse más temprano, hacer ejercicio a las 5:30 e irse a dormir a las 22:00 horas

Mirando sus fotos anteriores casi no podía creer que fueran suyas. "La paciencia lo es todo", afirma. Seguir una rutina y confiar en el proceso, aunque sea lento, lo ha conducido a donde está. "Para cualquiera que esté pensando en hacerse vegano, debe saber que eso no lo retrasará en sus objetivos de entrenamiento", concluye.