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Estas son las cosas groseras que haces todos los días (y no te habías percatado)
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Estas son las cosas groseras que haces todos los días (y no te habías percatado)

Ya sea porque no cancelas los planes con tiempo, inventas excusas terribles o entorpeces la circulación con tu móvil, seguro que hay algo que estás haciendo mal y deberías evitar

Foto: 'Háblale a la mano, maja'. (iStock)
'Háblale a la mano, maja'. (iStock)

Todos somos errores y cometemos humanos, o viceversa. Seguro que más de una vez te has sorprendido cerrando una puerta sin esperar al que venía detrás de ti o no te has querido levantar del sitio en el autobús a pesar de que un anciano con bastón te miraba suplicante. Si bien algunas meteduras de pata pueden ser fácilmente ignorados y perdonados, hay otros comportamientos que quizá no es tan fácil pasar por alto.

Como quizá has cometido alguno de estos errores, ya sea en público, en el trabajo o en casa de algún amigo o conocido, lo mejor es que te prevengamos de antemano para que no vuelva a suceder. No hace falta que nos lo agradezcas.

El móvil

Es una trampa y una perdición. Si eres de los que va permanentemente pegado al teléfono por la calle, en el trabajo o en la ducha, probablemente hayas cometido muchos errores sin darte cuenta. Por ejemplo, responder en medio de una acera abarrotada o a la puerta de un supermercado. Es posible que ese mensaje parezca urgente, pero estar con la cabeza permanentemente baja mirando la pantalla puede que no te permita observar a esa persona que requiere tu ayuda o tu asiento en el metro.

Seguro que más de una vez has cerrado una puerta sin esperar al que venía detrás o no te has querido levantar del sitio en el autobús cuando debías

Escuchar mensajes de voz en alto, ver vídeos de gatitos graciosos en Instagram o escuchar música tampoco son el colmo de la educación. Existe una cosa llamada auriculares que puedes conectar a tu teléfono para que nadie más que tú oiga lo que no le interesa. Gracias de antemano.

En las presentaciones

En las fiestas o las reuniones la gente suele estar nerviosa y a veces comete graves errores. Por ejemplo, si estás con dos personas que no se conocen parece lógico que les presentes. En ocasiones este hecho puede pasar desapercibido, pero puede llevar a momentos incómodos y verdaderamente desafortunados. De la misma manera, olvidar nombres no suena como algo muy agradable, ¿te imaginas que tuvieras que repetir continuamente cómo te llamas a alguien de tu entorno? No suena muy bien.

La higiene

Ni limpiarse las uñas en el metro con el abono transporte, ni ducharse una vez al mes y por supuesto tampoco te lleves a la oficina un tupper con un olor cuando menos cuestionable. Piensa un poco en los que están a tu alrededor, especialmente en la gente que no soporta los olores muy fuertes.

"Es así y hay que quererle"

Seguro que más de una vez o dos has conocido a una persona sumamente borde, antipática, desagradable o simplemente grosera y cuando te has preguntado por qué, la gente simplemente ha respondido: "Es así y hay que quererle".

Foto: Foto: iStock.

Desde aquí reivindicamos la importancia de la gente amable y de que no todo vale. No seas tú esa persona a la que todo el mundo secretamente odia.

Algunas preguntas

"¿Para cuando la novia?"; "¿No estás pensando tener hijos?", "¿no se te está cayendo el pelo?", algunas preguntas es simplemente mejor no hacerlas. No traen nada bueno, por lo general, y a la gente no les gusta escucharlas, ¿para qué molestarse?

Cancelar planes

Está muy feo, sobre todo si lo haces con poco tiempo o dando la peor excusa de todos los tiempos. Entendemos que esa cena con tus suegros no es lo que más te apetece del mundo, pero si se convierte en un hábito, tus amigos y conocidos entenderán que no valoras tus compromisos con ellos. Si realmente no puedes acudir en el último momento, asegúrate de dar una buena razón para ello y planea una cita para el futuro, así sentirán que te importan.

Todos somos errores y cometemos humanos, o viceversa. Seguro que más de una vez te has sorprendido cerrando una puerta sin esperar al que venía detrás de ti o no te has querido levantar del sitio en el autobús a pesar de que un anciano con bastón te miraba suplicante. Si bien algunas meteduras de pata pueden ser fácilmente ignorados y perdonados, hay otros comportamientos que quizá no es tan fácil pasar por alto.

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