¿Trabajar seis horas? Bueno para el trabajador, la empresa y el planeta

Si estás buscando empleo o ya tienes uno, lo habitual es que te enfrentes con jornadas laborales de al menos ocho horas. Este es el estándar en España y en el resto de países europeos. No obstante, aunque los empleadores no estén muy convencidos, quizás la jornada de seis horas sea más provechosa para todos: trabajadores, empresas e, incluso, el medio ambiente.

Diversos estudios han señalado que trabajar menos horas aumenta la productividad en las compañías, ya que sostienen que largas jornadas de trabajo conducen a mayor fatiga y estrés, que no solo reducen la productividad, sino que incrementan las posibilidades de que los trabajadores cometan errores, sufran accidentes laborales e, incluso, mayores períodos de baja.

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Y es que trabajar más de la cuenta tiene muy malas consecuencias para nuestro organismo. Se vincula con mayores tasas de lesiones y de enfermedades. Al mismo tiempo, se relaciona con el aumento de peso, el incremento de consumo de alcohol y tabaco y, en general, con un notable mayor riesgo de mortalidad.

Experimento real en Suecia

Para demostrarlo, nos hacemos eco de un experimento llevado a cabo en Suecia, en el que un grupo de enfermeras redujo su jornada, de 8 a 6 horas, durante casi dos años sin que se su sueldo se viera afectado. Los resultados fueron más que positivos: se aumentó la productividad, cumpliéndose los objetivos de la empresa, y las trabajadoras estaban más felices y motivadas. ¿La parte negativa? Supuso un extracoste para la empresa.

Trabajar mas se relaciona con el aumento de peso y el incremento de consumo de alcohol y tabaco

Quitando el componente económico, vamos a darte una serie de razones (si eres empresario también deberías leerlas) por las que la jornada de seis horas es mucho mejor que la de ocho, tanto para tu salud como para tu empresa.

Mayor productividad. Diversas investigaciones apuntan que un trabajador feliz y descansado trabaja mejor y mejora sus resultados laborales. En el ejemplo sueco que te citamos, se demostró que el cuidado que las enfermeras daban a sus pacientes fue mucho mejor.

Baja el estrés. Según otros estudios, una jornada más reducida hace bajar los niveles de estrés de sus empleados y hace que perciban el ambiente laboral como más saludable. Incluso, permite que esa felicidad se incremente también fuera del trabajo.

Jornada bien aprovechada

Menos bajas. Como decíamos antes, trabajar más horas aumenta las posibilidades de enfermar y, por tanto, de ausentarse del puesto de trabajo. Las ausencias cuestan mucho dinero a las compañías, por lo que los turnos de seis horas podrían suponer un ahorro para ellas.

Diversos estudios sostienen que trabajar menos horas provoca un aumento de la productividad

Sin 'calentar silla'. Un informe de Adecco sostenía que el 43% de las empresas habían detectado abuso de conductas presentistas en el trabajo. Es decir, al hecho de estar presente en el puesto de trabajo dedicando ese tiempo a asuntos no relacionados con el objeto de trabajo. Jornadas más reducidas podrían mitigar o acabar con estas prácticas.

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Menos paro. Reducir las horas laborales de un trabajador puede significar que la empresa deba incrementar la plantilla, por lo que otros trabajadores pueden beneficiarse de ello. Y que tanto los presentes como los nuevos cuenten con más tiempo la conciliación familiar, con lo que los favorecidos crecen.

Menor contaminación. Diversas investigaciones sostienen que aquellos países en los cuales los trabajadores trabajan menos horas tienen un menor impacto medioambiental. No obstante, esta reducción de horas laborales debería venir acompañado de cambios estructurales importantes a nivel económico, algo que parece utópico en estos momentos.