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¿Calor o frío? Esto es lo que debes usar si sufres dolores musculares
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¿Hielos o una bolsa de agua caliente?

¿Calor o frío? Esto es lo que debes usar si sufres dolores musculares

Dependiendo del tipo de lesión que hayas sufrido o la parte del cuerpo afectada se debe usar una u otra temperatura

Foto: Una mujer que sufre dolores musculares. Foto: iStock.
Una mujer que sufre dolores musculares. Foto: iStock.

Si todavía no has tenido algún dolor muscular en tu vida, probablemente lo tendrás. Las molestias en los órganos fibrosos de nuestro cuerpo son muy comunes ya que se pueden ocasionar por diversos motivos, no solo por un sobreesfuerzo físico. De hecho, siete de cada diez trabajadores sufren dolores en alguno de sus músculos simplemente por tener una postura inadecuada frente al ordenador.

A la hora de paliar el dolor y ayudar a recuperar estas partes doloridas de nuestro cuerpo aplicar diferentes temperaturas puede ser una solución óptima. Eso sí, hay que saber en qué momento se debe aplicar frío, calor o combinar ambas.

Según la temperatura que se aplique el efecto es bien distinto: el calor promueve el flujo sanguíneo y el frío lo restringe.

Foto: Foto: iStock.

Cuándo usar frío

La típica acción que nos enseñaron nuestras madres de pequeños de ponernos algo frío cuando nos hemos dado un golpe tiene mucho más sentido del que pensábamos: el frío reduce el flujo sanguíneo de la lesión. La baja temperatura dirige la sangre lejos del área lesionada, reduciendo el tamaño del más que probable hematoma. Pero, ¿cómo afecta esto al dolor muscular? Al reducir el flujo sanguíneo también reduce la inflamación, la hinchazón y el daño que sufre la piel en si.

Por otro lado, cuando haces ejercicio, tus músculos pueden experimentar microtraumatismos que provocan inflamación, acumulación de líquido y muchos otros factores que provocan dolor muscular. Por ello, acercarse unos hielos inmediatamente después de un entrenamiento puede retrasar el proceso de inflamación y reducir el dolor, según muestra ‘Cochrane Database of Systematic Reviews’.

De pequeños nos enseñaron a ponernos algo frío cuando nos dábamos golpes, algo que tiene mucho más sentido del que pensábamos

En concreto, la terapia de frío parece ser particularmente efectiva para tratar las articulaciones inflamadas. Además, no importa el tipo de lesión (microtrauma muscular o de otro tipo), el frío se aplica mejor dentro de las 48 horas posteriores a la lesión.

Cuándo usar calor

La terapia de calor (que en realidad debería ser tibia, nunca demasiado caliente) dilata los vasos sanguíneos y promueve el flujo de la sangre. Esto ayuda a ‘abrir’ los músculos doloridos y los relaja. Así, la circulación mejora y proporciona más oxígeno y nutrientes a los músculos. Eso sí, tiene algo negativo: elimina simultáneamente el ácido láctico, que es esencial para la curación muscular.

Asimismo, igual que la terapia de frío, la de calor actúa mejor si se aplica inmediatamente después de un entrenamiento, según destaca el 'Journal of Clinical Medicine Research'.

Según la temperatura que se aplique el efecto es bien distinto: el calor promueve el flujo sanguíneo y el frío lo restringe

Eso sí, se ha de tener cuidado con el calor en algunos casos. Aunque parezca la mejor opción para tratar el dolor muscular relacionado con el ejercicio, el calor generalmente no es bueno para tratar las lesiones. Aplicar calor a una lesión reciente puede acelerar el proceso de inflamación y provocar aún más dolor.

Combinar frío y calor

Muchos atletas usan una terapia de contraste, aplicando frío y calor de manera intermitente, para reducir el dolor muscular. En la terapia de contraste primero se restringe el flujo sanguíneo con frío e inmediatamente se activa el flujo sanguíneo con el calor. Una investigación publicada en Plos One ha demostrado que seguir esta combinación es efectivo para reducir el dolor muscular, pero no es más efectiva que otras técnicas de recuperación.

Este ciclo funciona de manera similar a la terapia de compresión pulsante, que contrae y libera repetidamente los músculos a través de un traje inflable.

Si todavía no has tenido algún dolor muscular en tu vida, probablemente lo tendrás. Las molestias en los órganos fibrosos de nuestro cuerpo son muy comunes ya que se pueden ocasionar por diversos motivos, no solo por un sobreesfuerzo físico. De hecho, siete de cada diez trabajadores sufren dolores en alguno de sus músculos simplemente por tener una postura inadecuada frente al ordenador.

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