El truco de este bombero que le permitió perder 35 kilos en poco tiempo

Ganar peso con los años y no darse cuenta es la tónica general cuando la vida nos va sumando años, especialmente si se tiene un trabajo absorbente. El estrés laboral puede modificar nuestra conducta alimentaria y hacer que cojamos peso casi sin percatarnos hasta que es 'demasiado' tarde. Precisamente eso fue lo que le pasó a Lester Packard, un bombero estadounidense que engordó considerablemente durante unos años, pero que en pocos meses ha conseguido quitarse de encima 35 kilos con esfuerzo y constancia.

El bombero, que trabajaba en turnos de 24 horas, recurría a la comida como vía de escape a sus caóticos horarios laborales. En el parque de bomberos siempre tenía preparados filetes de ternera, chocolate, helados y batidos con mucho azúcar para pasar las largas jornadas, según narra 'Men's Health'. "Pasé de atiborrarme solo en el trabajo a hacerlo también en casa", explicó el bombero. Esta conducta alimentaria, tan desaconsejable, provocó que en siete años cogiese mucho peso.

No tenía energía

"Me sentía como un ladrillo. Pasé de ser muy ágil y flexible a solo querer sentarme", señaló Packard. El bombero no se sentía él mismo y la báscula le dio la razón. Pero el motivo principal que le llevó a adelgazar era su hijo recién nacido: "Pensé en lo asustado que estaba de ser padre y qué tipo de padre quería ser". El bombero recordaba a su progenitor siempre dispuesto a jugar al fútbol con él y quería lo mismo para su hijo.

Packard decidió recurrir a un nutricionista que le ayudó a diseñar un plan para reducir peso y ponerse en forma. Teniendo en cuenta que acababa de tener a su vástago, el experto se centró en crearle una dieta, más que en el ejercicio. Así, el especialista en alimentación ayudó al bombero a planificar su forma de comer durante los turnos de 24 horas y en su vida personal.

Recurría a la comida para poder llevar los turnos de 24 horas que realizaba en el trabajo. Una dieta sana y algo de ejercicio le han ayudado a adelgazar

Con el tiempo Packard añadió sencillos ejercicios como flexiones, abdominales y sentadillas para complementar el proceso. Simplemente haciendo esto en los primeros seis meses perdió casi 15 kilos. Un año y medio después ha perdido 20 kilos más.

Desde que cambió su dieta, su presión arterial y su ritmo cardíaco han bajado bastante, duerme mejor y se siente revitalizado.Y lo más importante para el objetivo que se había marcado: "Tengo energía para jugar con mi hijo y disfrutar de estar activo con la familia".

"Ahora me siento fenomenal", explica el bombero. "Jamás había estado tan en forma", añade.