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El empleo que mereces: esto es lo que debes hacer para que te suban el sueldo
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El empleo que mereces: esto es lo que debes hacer para que te suban el sueldo

El mejor momento para solicitar un aumento es cuando la empresa considera encomendarle al trabajador un nuevo papel o bien considera una promoción interna

Foto: Un jefe espera a su empleado en un despacho. (iStock)
Un jefe espera a su empleado en un despacho. (iStock)

Ya sea para quienes llevan un tiempo estancados en términos salariales o para quienes se enfrentan a un proceso de selección, la negociación del sueldo es un momento fundamental para cualquier trabajador que, sin embargo, se ha convertido en un tema tabú para muchos. Aunque los jefes puedan ser conscientes del valor que sus trabajadores aportan a la empresa, no es común que sean generosos en términos económicos o, al menos, si no tienen motivos para ello.

El mejor momento para hacerlo es cuando la empresa considera encomendarle al trabajador un nuevo papel o bien considera una promoción interna. Tal y como explica el portal especializado en empleo 'Glassdoor', la empresa ofrecerá resistencia, escurrirá el bulto y se escudará en que "el crecimiento salarial es limitado", pero con los datos del mercado en la mano no hay por qué temer, pues, si se piensa fríamente, buscar a un nuevo empleado le saldrá como mínimo igual de caro.

Foto: Un hombre sirve el café a una mujer. (iStock)

Antes de entrar en una negociación salarial, es crucial ser honesto con uno mismo y calibrar, objetivamente, cuánto se debe pagar a alguien por el puesto de trabajo que se ocupa o al que se aspira, con una experiencia laboral determinada y en un mercado concreto. Sólo se tendrá éxito si se reclama una cantidad realista. Para ello no se deben hacer estimaciones a ojo, sino que existen herramientas que permiten calcular el sueldo medio anual (y los complementos salariales) de cada profesión por ciudades.

Con los datos del mercado en la mano no hay por qué temer, pues, si se piensa fríamente, buscar a un nuevo empleado saldrá, como mínimo, igual de caro

Posteriormente, se debe concretar más y averiguar el valor de mercado del puesto, dadas la cualificación necesaria y la demanda. Por ejemplo, un desarrollador web junior (experiencia laboral menor a dos años) puede cobrar una media de 25.000 euros al año en una gran ciudad como Madrid, mientras que el salario para un perfil senior (experiencia laboral mayor a dos años) oscila entre 29.000 y 41.000 euros. Cada trabajador es consciente de sus propias circunstancias y sabe hasta dónde puede apurar el pulso, pero no sería muy inteligente traspasar la franja.

Cómo negociar el sueldo

Con estos datos en la mano, llega el momento de sentarse frente al jefe o al responsable de Recursos Humanos, pero nunca sin un plan de ruta:

  • Presente un rango de salario y no una cifra. Ofrecer un rango salarial basado en lo que ganan otros profesionales del sector en lugar de una cifra inamovible ayuda a que el acuerdo prospere, según explica Karen Lawson, presidenta de la consutora Lawson Consulting Group.
  • No desprecie otras ventajas. Un error habitual es olvidar incluir otras ventajas laborales como parte del salario total. De esta forma, también deben entrar en juego los bonus, las dietas, las compensaciones por desplazamientos o el pago de seguros médicos o dentales.
  • Practique su discurso. Los expertos también recomiendan practicar previamente las frases en un entorno de conversación, de manera que el interlocutor pueda escuchar la cadencia de la voz y percibir errores en cuanto al lenguaje no verbal.
  • Sea amable, pero firme. El candidato no debe preocuparse por parecer exigente o desaparecido, siempre y cuando use un tono comprensivo, agradecido y amable, aunque sin perder la confianza, pues su demanda está basada en condiciones realistas.
  • No tiene por qué aceptar la primera oferta. El poder de negociación dependerá, en gran medida, de la situación laboral de cada persona, pero en ningún caso se puede descartar la posibilidad de pedir tiempo para evaluar la oferta y de programar una reunión en los próximos días.

En cualquier caso, existen ciertas preguntas básicas para que la negociación llegue a buen puerto:

  1. "¿Puedo negociar esta oferta?"
  2. "Además del sueldo base, ¿qué otros beneficios son negociables?"
  3. "¿Cuál es la perspectiva de aumentos o promociones salariales?"
  4. "¿De qué forma evalúan el éxito de los empleados?"
  5. "¿Podría obtener la oferta de salario por escrito?"

¿Y qué pasa después?

Se hayan saldado con éxito o no las negociaciones, el proceso no acaba tras abandonar el despacho. En caso de haberse traducido en un aumento, el jefe esperará más responsabilidad por parte de su empleado, por lo que resulta importante asegurarse de recibir una carta o correo electrónico que describa los detalles del nuevo rol que se espera y que especifique, al mismo tiempo, a partir de qué momento se producirá este cambio.

Las negociaciones salariales pueden ser difíciles y angustiosas, pero cuando se salda con éxito, envía al menos dos mensajes positivos al jefe: el primero es que el trabajador tiene planes de quedarse en la empresa por un tiempo, lo cual es una buena señal para cualquier líder; el segundo es que se trata de una persona que valora su trabajo y que quiere que los demás lo valoren.

Ya sea para quienes llevan un tiempo estancados en términos salariales o para quienes se enfrentan a un proceso de selección, la negociación del sueldo es un momento fundamental para cualquier trabajador que, sin embargo, se ha convertido en un tema tabú para muchos. Aunque los jefes puedan ser conscientes del valor que sus trabajadores aportan a la empresa, no es común que sean generosos en términos económicos o, al menos, si no tienen motivos para ello.

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