¿No estas contento con tu empleo? Es muy probable que esta sea la principal razón
Dentro de los muchos motivos que existen, hay uno en particular que socava nuestro bienestar laboral. La pregunta que debes hacerte es muy simple: ¿qué metas tienes?
El estrés produce el 30% de las bajas laborales en España, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística. Además, el 59% de los trabajadores tienen que lidiar con ella en el entorno laboral. Un trastorno que suele manifestarse en la época de la adolescencia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas diagnosticadas con ansiedad o depresión aumentaron cerca de un 50% en todo el mundo, hasta alcanzar los 615 millones de personas, es decir, un 10% de la población. De acuerdo a otro estudio británico reciente, el 86% de los jóvenes menores de 30 años reconocieron sentir presión en el trabajo, las relaciones personales o la economía en un grado mayor que las generaciones pasadas.
Los factores que propician su aparición son variados y dependen de la situación económica o social de sus pacientes. En el caso de los jóvenes, bien puede ser por la falta de empleo o el trabajo precario, la crisis vital que provoca el choque entre las expectativas y la realidad, la falta de autoestima, la frustración personal o profesional o, en último término, la adicción a las redes sociales como medio para evitar y camuflar la soledad. Pero más allá de esto, una reciente encuesta de la plataforma Comparbly ha descubierto que lo que realmente hace a los trabajadores infelices es tener metas poco claras.
Las largas jornadas laborales, los jefes difíciles o los malos compañeros son algunas de las causas que esgrimen los trabajadores
Como en cualquier ámbito de la vida profesional y privada, la asunción de metas en el entorno laboral es imprescindible. La definición de objetivos puede ser de gran ayuda para reducir el estrés, ya que sin ellos, podrías desarrollar una tendencia a saltar de una tarea a otra en lugar de enfocarte en lo que de verdad la empresa exige de ti. Pero desde el plano del rendimiento laboral, sino también a nivel personal: debes saber con certeza por qué estás en la empresa y qué esperas de ti mismo y de tu carrera de aquí a un tiempo determinado.
Si no consigues focalizarte en una serie de metas, corres el riesgo de quemarte con mucha más facilidad y la desmotivación será lo único que conozcas cada vez que acudas a tu centro de trabajo. Además, hay que contar con que vivimos en un entorno laboral muy cambiante, líquido. Seguramente el nuevo empleo en el que vas a inrgesar no durará mucho tiempo, sino que tu vida profesional mudará de un lugar a otro cada cierto tiempo. Por ello, es crucial tener una serie de ideas claras sobre qué es lo que quieres, qué es lo que te interesa de tu campo y por qué has decidio emprender ese camino.
La encuesta, realizada a 21.000 estadounidenses, también descubrió que las principales fuentes de estrés laboral son la falta de expectativas, concretamente un 41%. La siguiente causa más común resultó ser el tiempo perdido en los desplazamientos, el 16%, al igual que tener que aguantar a un mal jefe. En el tercer lugar, el 13% de los participantes aseguró que su fuente de ansiedad se debía a las maratonianas jornadas de trabajo. Lo que les preocupa a los trabajadores también cuenta. Casi la mitad de los encuestados reconoció temer el momento en el que su trabajo se quedase estancado o se volviera aburrido, más incluso que no conseguir un ascenso.
Cuando sufres ansiedad, es muy fácil aislarse y desconfiar de ti mismo y de las personas que te rodean. Por ello, lo más importante es no perderlas
Otro estudio, realizado por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, concluyó que entre el 50 y 60% de los días perdidos se atribuyen al estrés, generado principalmente por la reorganización del empleo o la precariedad (72%), la excesiva carga de trabajo (66%) o el acoso laboral (59%). Para que no sufras el conocido como "síndrome del burnout", aquí van unos consejos que te ayudarán a lidiar con esa enfermedad que afecta a tantas personas fuera y dentro de nuestro país.
Una de los mayores problemas a los que se enfrentan es la incredulidad que pueden despertar en su entorno. Al ser un trastorno mental, no hay unas evidencias físicas de que se sufra, por lo que en muchos casos la persona se ve obligada a padecerla en silencio o a abandonar trabajos debido a su incapacidad para afrontar el día a día. Y es precisamente aquí, en los ambientes laborales, donde se produce el detonante: las largas rutinas laborales, los malos compañeros o los jefes difíciles son algunas de las causas que muchos esgrimen.
Consejos
Lo más importante es ser asertivo, es decir, expresar una opinión de manera firme. Esto se podría traducir como tener la consciencia de que estás siendo víctima de manipulaciones y engaños por parte de un empleador, y en este punto, evitarlo a toda costa. Aunque en el caso de enfrentarte a él puede ocurrir que te despidan, lo mejor es hacerle ver que no eres una persona que dice a todo que sí y que tiene unos principios que de ningún modo puedes o debes pasar por alto.
Otro de los puntos clave es buscar apoyo en tus compañeros. Cuando sufres ansiedad o estrés es muy fácil aislarte y desconfiar de ti mismo y de los demás. En ese caso, la recuperación o vuelta atrás se hará más y más difícil. Debes comprender que necesitas a los demás y que no eres un lobo solitario. Actúa con empatía y cordialidad, aunque tengas mal humor un día, ellos no se merecen pagarlo. Además, crearéis lazos de solidaridad, y eso siempre viene muy bien para, como mínimo, hacer el día a día más soportable y minimizar esos problemas que a simple vista parecen tan grandes. Si no puedes controlar la situación y crees que de verdad estás pasando un momento difícil, lo mejor será que recurras a un especialista.
El estrés produce el 30% de las bajas laborales en España, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística. Además, el 59% de los trabajadores tienen que lidiar con ella en el entorno laboral. Un trastorno que suele manifestarse en la época de la adolescencia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas diagnosticadas con ansiedad o depresión aumentaron cerca de un 50% en todo el mundo, hasta alcanzar los 615 millones de personas, es decir, un 10% de la población. De acuerdo a otro estudio británico reciente, el 86% de los jóvenes menores de 30 años reconocieron sentir presión en el trabajo, las relaciones personales o la economía en un grado mayor que las generaciones pasadas.