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Frases habituales que nunca debes decir en tu empleo (o te echarán)
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Frases habituales que nunca debes decir en tu empleo (o te echarán)

Sé inteligente y cuida mucho lo que dices en tu puesto. De lo contrario puedes correr el riesgo de que te despidan y verte en la calle antes de lo que crees

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Como cualquier persona seguro que has tenido alguna vez un pequeño (o gran) encontronazo en tu entorno laboral. Si lo piensas bien la mayoría de estos roces podrían haberse evitado cambiando un poco la forma de afrontar el momento o meditando bien lo que debes decir antes de soltar cualquier barbaridad. Tu actitud es clave para resolver bien el conflicto y que no haya mayores consecuencias.

Travis Bardberry, coautor de 'Inteligencia emocional 2.0' y confundador de una consultora estadounidense, asegura que hay algunas frases que te llevarán al despido si no sabes controlarte. Pueden causar muy mala impresión sobre ti aunque estés diciendo la verdad y provocarán tu suicidio laboral. Deja de lado los comentarios fuera de lugar, las bromas impertinentes o las frases políticamente incorrectas fuera de la oficina si no quieres asesinar tu carrera.

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"Da igual el talento que tengas o hasta dónde hayas llegado en tu empleo, hay ciertas cosas que cambian la percepción que las personas tienen de ti y que se pueden cargar tu carrera de un plumazo", explica en 'BBC': El autor también comenta que llegó a identificar estos patrones y comentarios haciendo pruebas de inteligencia emocional a cientos de empleados.

El ser humano utiliza la queja como moneda de cambio de cualquier conversación. Intenta reducir el número de veces que lo haces al día

"Cuando la carrera de una persona se arruina, a menudo ves muchas de estas frases presentes en sus acciones. Lo peor es que no hay cómo retractarse", comenta. ¿Se puede entrenar la inteligencia emocional y evitar esos errores? "Absolutamente, el área del cerebro donde se encuentra es muy flexible y se adapta al cambio. Puede alterarla y aumentarla con mucha práctica y esfuerzo", añade.

Compórtate

Todo el mundo sabe que el concepto de la justicia a veces no es el que nos gustaría porque es diferente para cada uno. Si no quieres ser un ingenuo y un poco infantil, no se te ocurra decir eso de que "no es justo". Céntrate en los hechos y manten una actitud constructiva. No pienes mucho sobre el tema fuera del trabajo y olvida tu inmadurez.

Cuando alguien te agradece o te pide algo no es buena idea que escuche un "no hay problema". Implica que la propuesta que te han hecho podría haber sido un contratiempo. Puedes provocar que muchos piensen que te impusieron hacer la tarea y que estás medio obligado. Tampoco es buena idea faltarle al respeto a tus compañeros: Si realmente crees que alguno es "un incompetente o idiota" es mejor que te lo quedes para ti o lo comentes con alguien de confianza, pero dejarlo mal delante de otros hará que te expongas ante los demás.

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"Siempre se ha hecho así". Seguro que de vez en cuando se te ha escapado. Si tu jefe te dice que la forma de realizar una tareas de un determinado método, no resistas. Aprender cosas nuevas es maravilloso y de lo contrario parecerá que no te gustan los cambios y que siempre pones pegas. No tires piedras sobre tu propio tejado y defiende tu idea hasta el final. Si eres de los que empiezas una frase diciendo "creo que es una bobada o voy a hacer una pregunta estúpida", empieza a valorarte un poco. Estas deterioran tu credibilidad y muestran una falta de confianza brutal.

Piénsalo bien

La queja es una compañera fiel. El ser humano es un animal que se lamenta desde que suena el despertador y que utiliza como moneda de cambio de cualquier conversación. No lo podemos remediar ni cambiar, pero sí intentar reducir el número de veces que lo hacemos al día. Si eres uno de los que dice "no puedo", estarás dando a entender que no lo harás. Ofrece una solución alternativa y demuestra de lo que eres capaz.

Da igual el talento que tengas o hasta dónde hayas llegado en tu empleo, hay ciertas cosas que cambian la percepción que la gente tiene de ti

Tampoco es necesario que digas "lo intentaré": suena a mentira y muestra una falta de confianza en tus habilidades para desarrollar la tarea que debes desempeñar. Y si alguna vez has dicho "esto no está incluido en mi contrato", tus compañeros pensarás que quieres aplicar la ley del mínimo esfuerzo. Analiza cuál es tu rol y hasta dónde llegan tus funciones, pero si lo que hay que hacer está en tus manos y no es éticamente inapropiado, realízalo sin problemas.

Ser un 'hater' de la vida no te llevará a ningún lado. Si no te gusta lo que haces lo mejor que puedes hacer es buscarte otro trabajo, pero deja de quemarte y de vender la idea de lo poco que te gusta. A nadie le apetece escuchar a alguien quejándose de "cuanto odia el empleo". Replantéatelo. Y por supuesto no te eximas de las responsabilidades: no está bien decir "no es mi culpa", asume las responsabilidades y hazte cargo. Echar balones fuera está muy feo.

Como cualquier persona seguro que has tenido alguna vez un pequeño (o gran) encontronazo en tu entorno laboral. Si lo piensas bien la mayoría de estos roces podrían haberse evitado cambiando un poco la forma de afrontar el momento o meditando bien lo que debes decir antes de soltar cualquier barbaridad. Tu actitud es clave para resolver bien el conflicto y que no haya mayores consecuencias.

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