6 consejos fáciles e infalibles para dormir bien a pesar de la ola de calor

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Con los valores máximos en los termómetros disparados hasta los 45 grados y con noches tórridas con mínimas por encima de los 25 grados, ya hay quien califica a esta ola de calor como la Filomena de las altas temperaturas.

La segunda etapa de calor sofocante de este verano en España deja escenarios meteorológicos similares a zonas del Sáhara y se espera que en ciertas zonas de Extremadura, en concreto Badajoz, puedan registrarse estos días entre 46 y 47 grados. Así, tras descubrir cómo vestir bien con calor en el trabajo o ideas de looks para sobrevivir a las altas temperaturas, nos centramos en nuestro descanso.

Con este escenario, ¿cómo hacemos para conciliar el sueño por la noche si no queremos pescar un resfriado por culpa del aire acondicionado o simplemente no queremos llevarnos un susto con la factura de la luz dentro de unas semanas?

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Si dormir por la noche se te hace difícil con este bochorno sofocante, ya que el calor no solo dificulta el sueño, sino que también afecta a la calidad del mismo, apunta estos consejos y te despertarás fresco y con energías renovadas por la mañana.

1. Evita la siesta

Sabemos que es tentador caer en un agradable y pequeño reposo en el sofá después de comer, ya que el calor puede hacernos sentir un poco más aletargados de la cuenta. Esto se debe a que utilizamos más energía para regular nuestra temperatura interna.

Pero si tu sueño se ve alterado por las noches, intenta evitar las siestas durante el día. Cuando hace calor, la somnolencia puede ser preciosa: consérvala para la hora de dormir.

2. Sigue con tus rutinas

El calor y las actividades recreativas propias del verano pueden incitarte a que cambies tus hábitos diarios. No lo hagas, porque eso puede alterar el sueño. Intenta mantener tu hora habitual de acostarte y tus rutinas habituales. Haz las cosas que normalmente haces antes de acostarte y tu cuerpo responderá a la costumbre también.

3. Recuerda lo básico

Toma medidas para asegurarte de que tu dormitorio está lo más fresco posible durante la noche. Por el día, recuerda correr las cortinas o bajar las persianas para que no entre el sol. Asegúrate también de cerrar las ventanas del lado soleado de tu casa, para que no entre el aire caliente. Y antes de acostarte, abre todas las ventanas antes, para que corra la (ay, escasa) brisa.

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Jorge C. Parcero

4. Utiliza sábanas finas

Es lógico que mandes el nórdico a la tintorería cuando empiece a hacer calor, pero no retires toda la ropa de cama: las sábanas finas de algodón absorben el sudor. Por mucho calor que haga en tu dormitorio, tu temperatura corporal bajará durante la noche. Por eso a veces nos despertamos con frío.

5. Enfría tus calcetines

Utilizar un ventilador es una opción sensata cuando hace calor, especialmente cuando hay humedad, ya que favorece la evaporación del sudor y facilita la regulación de la temperatura interna del cuerpo. Si no tienes un ventilador, prueba a llenar una bolsa de agua caliente con agua muy muy fría.

Otra idea sorprendentemente útil es enfriar los calcetines en la nevera y ponértelos para dormir. Enfriar los pies reduce la temperatura general de tu piel y tu cuerpo.

6. Mantente hidratado

Bebe suficiente agua a lo largo del día, pero evita beber grandes cantidades antes de acostarte, ya que seguramente no querrás despertarte con sed, pero tampoco querrás hacer un viaje adicional al baño en plena madrugada.

Eso sí, ten cuidado con los refrescos. Muchos contienen grandes cantidades de cafeína, que estimula el sistema nervioso central y nos hace sentir más despiertos. Evita también beber demasiado alcohol, por mucho que te apetezca esa caña extra, ya que pese a que el alcohol puede ayudarnos a conciliar el sueño, también favorece que nos despertemos pronto por la mañana y que la calidad del sueño sea peor en general.