Un concursante de la tele ha ganado 2 millones: los trucos que utilizó

Sentimos bastante empatía hacia aquellas personas que, por un motivo u otro, deciden participar en concursos televisivos. A veces se convierten, incluso, en caras populares a fuerza de aparecer día a día en nuestras pantallas, y sufrimos cuando fallan. También lo celebramos, al más puro estilo 'Slumdog Millionaire'. cuando finalmente se llevan todo el dinero. Eso sí, lo hacemos todo cómodamente, desde el sofá de nuestra casa.

Hay un programa en el que probablemente no tengas oportunidad de participar. No solamente porque 'Jeopardy!' es un concurso norteamericano e igual te pilla un poco lejos de casa, sino porque es suficientemente desafiante como para dejar atrás al más valiente. Sería algo así como la versión americana de 'Saber y ganar', sin la presencia eterna e inmortal de Jordi Hurtado. Con preguntas sobre numerosos temas como historia, idiomas, literatura, cultura popular, bellas artes, ciencia, geografía, y deportes, se trata de uno de los concursos más complicados de la televisión.

Ciertos trucos

Pero si los Pelayo pudieron desbancar casinos, tenía que haber alguien que pudiera conseguir un puesto en el pódium de este complicado programa. Se trata de James Holzhauer, que acaba de romper todos los récords del show televisivo. El aficionado al deporte, de tan solo 34 años y natural de Las Vegas, ya adquirió popularidad su primer día, ganando 131.127 dólares (unos 117 mil euros) el primer día. La cifra más alta conseguida hasta la fecha.

Sabe perfectamente cuándo tiene que tocar el timbre, apuesta el doble en las preguntas más valiosas y dice que estudia los libros para niños

¿Se trata de una casualidad? ¿Ha sido tocado por la fortuna? Por supuesto, en los días que lleva concursando, ha demostrado sobradamente su impresionante conocimiento de muchos temas diversos, pero sus récords podrían ser una unión de varios aciertos. En primer lugar, golpea el timbre del programa para contestar en el momento justo, según informa 'Business Insider'. Si apretara el timbre un poco antes, quedaría bloqueado durante un cuarto de segundo, lo que daría a su competidor el tiempo suficiente para poder acertar.

No solo eso. Sabe cómo jugar sus cartas. Responde correctamente, va a por las pistas de alto valor primero y cuando se encuentra con una pregunta que reporta más beneficios, apuesta a lo grande, duplicando sus ganancias. En una entrevista reciente aseguró que se preparaba para el programa leyendo libros para niños, así que puede ser que sea esa una de sus claves.

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Lo cierto es que no es el único que utiliza una serie de "trucos" para aumentar sus beneficios. Anteriormente, el periodista de 35 años Arthur Chu consiguió una gran cifra con una estrategia un poco menos dura que la de Holzhauer. Durante 11 días, el mismo tiempo que lleva el participante actual en el trono, consiguió ganar el programa intentando, irónicamente, no llevarse la mayor cantidad de dinero, sino poder volver al día siguiente.

Arthur Chu utilizaba la teoría matemática de juegos para conseguir empatar con los otros contrincantes y asegurarse repetir en el siguiente programa

Para ello utilizó la teoría de juegos. Aunque se suele utilizar en el ámbito económico, esta teoría también sirve para estudiar las interacciones de personas que son movidas por incentivos (juegos) y conseguir, con ello, tomar las decisiones óptimas. En el caso de Arthur, sabía exactamente lo que tenía que apostar en relación con sus contrincantes para, aunque no fuera a ganar, por lo menos empatar. Y así fue escalando.

La situación de Holzahuer es un poco más ambiciosa. Mientras que Chu se convirtió para muchos fanáticos del programa en algo parecido a un villano, justamente por su estilo de juego, nuestro protagonista ha llegado tan lejos que ya le han calificado como la Serena Williams del programa. Utiliza la rapidez y la intuición. Chu también usaba esta última para prever qué iban a apostar sus compañeros y actuar en consecuencia. En el caso de Holzahuer, le sirve para duplicar sus ganancias en los momentos justos, acertando siempre las respuestas.