Un hijo roba a su padre de ochenta años el premio que ganó en la lotería
Un juez ha condenado a quince años de prisión a un hombre, policía en activo, por falsificar la firma de su padre para robarle casi 120.000 euros de su cuenta
Ganar un gran premioa la lotería es uno de los sueños de muchas personas. Tener un hijo que dé su vida por los demás es un orgullo para un padre. Y la combinación de ambas cosas es mágico, o al menos lo era para Mkhatshane Manganyi, un hombre octogenario que vio cómo lo tenía todo en la vida, pero cuya felicidad se ha visto truncada por la ambición de su hijo.
Todo se remonta al año 2006, cuando Mkhatshane Manganyi gana más de seis millones de rands a la lotería de Sudáfrica, el equivalente a unos 375.000 euros. Guardó la gran mayoría de ese dinero en un banco, el del grupo sudafricano Absa, y destinó el resto a disfrutar de su suertey a compartirla con su familia.
Sin embargo, en el año 2014 su hijo Mzamani Manganyi hizo una transferencia de casi dos millones de rands, unos 120.000 euros, de la cuenta de su padre a la suya propia. Según su propia versión lo hizo a petición de su progenitor, ya que no se fiaba de las intenciones de su hijo mayor y quería que él lo protegiera, dado que era policía.
Un policía en apuros
Sin embargo eso no cuadra con el testimonio que ahora el anciano ha dado en el juicio que se ha seguido contra su hijo en los tribunales de Palm Ridge, al sur de Johannesburgo. El anciano asegura que él nunca le dio ninguna orden para que retirase el dinero de su cuenta y que nunca había tenido problemas de confianza con sus otros hijos.
El acusado explicó que lo hizo a petición de su padre, ya que no se fiaba de las intenciones de su hijo mayor y quería que él lo protegiera al ser policía
Según las pruebas que se han presentado en el juicio y que recoge el digital Sowetan Live, el policía falsificó la firma de su padre para acceder a sus ahorros y desvió el dinero a su cuenta personal: “El asusado Mzamani Collars Manganye es el hijo del demandante y presentó una solicitud de cesión de la inversión de capital de crecimiento garantizado por 1.928.950 rands”.
Mzamani Manganyi había desviado casi dos millones de rands a su propia cuenta falsificando la firma de su padre, pero éste se dio cuenta y le demandó. Ahora las pruebas que ha aportado la fiscalía, un documento de 13 páginas, son concluyentes y demuestran la estafa del policía para quedarse con el dinero del anciano en su propio beneficio.
El juez Brian Nemavhadi miró directamente a los ojos al acusado y le recordó el momento en el que su padre, que ahora tiene 86 años, había llorado en el estrado mientras le contaba cómo su propio hijo le había robado su dinero. Por eso, el magistrado aplicó la ley con dureza y ha condenado al ya expolicía a 15 años de prisión por robo.
Cambió de actitud
Mzamani Manganyi era policía en el barrio de Soweto, uno de los más importantes de Johannesburgo. Tiene 14 hijos y era un hombre muy querido que participaba activamente en la comunidad y asistía a la iglesia. Sin embargo, desde que fuera denunciado por su padre, había descuidado a su familia y se había convertido en una persona diferente.
El juez Brian Nemavhadi se dirigió directamente al acusado: "La vida de su padre se está desmoronando y usted sigue insistiendo en que no le devolverá nada de ese dinero y aún se mantiene firme en que es inocente, aunque el tribunal de justicia ya lo declaró culpable en primera instancia. Realmente no muestra remordimientos".
El magistrado continuó su acusación asegurando que el padre del policía “ahora ha tenido que mendigar por su condición de jubilado por culpa de su hijo, aunque una vez fue millonario”. Después dictó sentencia y condenó al policía, de 45 años, a pasar los próximos 15 entre rejas, ante la alegría del anciano: “Sigo sin entender por qué me robó mi dinero”.
El magistrado aplicó la ley con dureza y ha condenado al ya expolicía a 15 años de prisión por robo
Pese a la sentencia, el policía condenado asegura que "no siente remordimientos” porque su padre le pidió que transfiriera el dinero a su cuenta. El fallo recoge también sus palabras en las que "mencionó que no puede pedir disculpas por algo que no hizo. También reiteró que su padre es viejo y que no puede recordar sus decisiones..."
Ganar un gran premioa la lotería es uno de los sueños de muchas personas. Tener un hijo que dé su vida por los demás es un orgullo para un padre. Y la combinación de ambas cosas es mágico, o al menos lo era para Mkhatshane Manganyi, un hombre octogenario que vio cómo lo tenía todo en la vida, pero cuya felicidad se ha visto truncada por la ambición de su hijo.