La mejor forma de reducir el riesgo de ictus y derrame cerebral, según los cardiólogos

Cuando el flujo sanguíneo en una parte del cerebro es interrumpido como resultado de la rotura o bloqueo de un vaso, hablamos de derrame cerebral. Este puede ser hemorrágico (cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe permitiendo que la sangre se desparrame por el cerebro) o isquémico (cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre hacia el cerebro queda bloqueado o restringido debido a arterias que se han estrechado o a un coágulo sanguíneo).

A veces sorprende que personas jóvenes, como Emilia Clarke (32 años), el tristemente fallecido Luke Perry (52 años) o recientemente en nuestro país Jorge Javier Vázquez (48 años) puedan sufrir algo así. Si bien es cierto que el riesgo aumenta con la edad, puede ocurrirle a cualquier persona, ya sea porque tiene antecedentes familiares o hipertensión.

Lo importante es que consultes a tu médico regularmente. La presión arterial alta es una de las principales causas de accidente cerebrovascular

Los derrames cerebrales son la tercera causa de muerte, después de las enfermedades del corazón y el cáncer. Cada cuatro minutos alguien muere debido a esta afección. Es por ello que, aunque es imposible evitarlo de manera absoluta, sí que es conveniente adoptar algunas prácticas que puedan prevenirlos, y adoptar un estilo de vida más saludable.

Revisa tu presión arterial

Es fundamental, sobre todo porque, en función de tus resultados, podrás tomar medidas. Lo importante es que consultes a tu médico regularmente cómo anda tu salud, pues la presión arterial alta es una de las principales causas de accidente cerebrovascular.

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Según informa el doctor Segal en 'Prevention': "Esto varía en función de tu salud actual. Si no tienes la presión alta se recomienda realizar el chequeo una vez cada dos años. Algunos médicos incluso dirán más tiempo, de tres a cinco años, sobre todo si eres joven", apunta. En cambio, si tienes hipertensión, habrás de revisarla periódicamente. Si estás embarazada y sufres preeclampsia, acude al médico también.

La alimentación

En un mundo ideal podríamos pasarnos el día alimentándonos de pizzas y hamburguesas, pero probablemente a la hora de la verdad no nos encontraríamos muy bien. La incorporación de alimentos antiinflamatorios (granos enteros, pescados saludables como el salmón, verdura) sin duda puede ayudarte a reducir la presión arterial de forma natural. Si disminuyes la ingesta de sodio también lo conseguirás y, por supuesto, debes evitar alimentos con alto contenido de colesterol que pueden causar coágulos de sangre.

Además del sodio, también es buena idea según los especialistas incrementar el consumo de potasio. También desempeña un papel esencial. Cuando hay demasiada agua en nuestro cuerpo, nuestra presión arterial aumenta. El sodio le dice a nuestro cuerpo que almacene o retenga más agua; en cambio, el potasio es la clave para equilibrar la ingesta de sal del cuerpo, ya que ayuda a regular los líquidos. El aguacate es tu aliado, mejor tomar el potasio de manera natural y no en suplementos.

¿Eres mujer y tomas la píldora?

Las mujeres con antecedentes de migraña con aura tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y deben evitar los anticonceptivos orales y fumar, además de tener su presión arterial bien controlada, según explica el doctor Segal. "Se pueden tomar anticonceptivos pero con una dosis más baja de estrógeno", concluye.

Haz ejercicio y evita el tabaco

Vale, sabemos que es difícil encontrar tiempo para ejercitarte cuando te pasas nueve horas sentado frente al ordenador, pero hasta 30 minutos marcan la diferencia. El sedentarismo aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, presión arterial alta, enfermedades del corazón y obesidad. Toma algún descanso para dar paseos rápidos o ve al gimnasio pronto por la mañana o a última hora. Y combina entrenamiento de cardio y fuerza.

No estás leyendo nada nuevo si te decimos que el tabaco es perjudicial. La aterosclerosis es una acumulación de placa en las arterias causada por sustancias químicas que se encuentran en el humo del cigarrillo, y que provocará que tus arterias se estrechen, por lo que disminuye el flujo de sangre a partes vitales de tu cuerpo. Un estudio de septiembre de 2017 de 'Neurology' que siguió a más de 3.000 hombres y mujeres después de sufrir un derrame cerebral mostró que dejar de fumar redujo significativamente su riesgo en comparación con aquellos que no lo hicieron.