El truco que usó una mujer para adelgazar 45 kilos después de sufrir un infarto
Sólo cambió los malos hábitos adquiridos y con eso se convirtió en una mujer nueva, pese a sufrir una enfermedad crónica que le debilita las arterias
Katie Adams había dado a luz a su cuarto hijo hacía pocas semanas. Comenzó a dolerle el brazo izquierdo, pero pensó que era por tener al bebé en brazos constantemente. Pero cuando fue a salir de casa con su marido Katie no pudo respirar: “Me sentí como si me estuviera asfixiando. Tenía una sensación de hormigueo en el lado izquierdo de la cara y la lengua. Fue aterrador".
Katie sufrió un infarto producto de una disección espontánea de la arteria coronaria (conocido como SCAD, por sus siglas en inglés). Es algo que las personas apenas conocen pero, como explica a Today, “es la primera causa de infarto entre mujeres menores de 50 años y que están embarazadas o han dado a luz pocas semanas antes”.
En Katie se dieron varios factores: por un lado, sufría displasia fibromuscular, que debilita sus arterias; y por otro, tenía un exceso de peso que aumentaba cada día. Medía 1.70 y pesaba la friolera de 131 kilos. Y el problema crecía: "Comía sin pensar, comía de los platos de mis hijos o limpiaba mi propio plato. Necesitaba realmente ajustar mis hábitos".
Cambio radical
Durante el tiempo que duró su recuperación del infarto decidió cambiar sus malos hábitos de alimentación. Sólo con esa decisión perdió 20 kilos en pocos meses, aunque no podía hacer ejercicio. Después, cuando su descenso de peso se ralentizó, tomó una decisión: comenzaría a seguir la conocida como dieta WW o ‘Weight Watchers’, los vigilantes de peso.
Katie no tenía ni idea sobre qué productos sanos necesitaba tener en su despensa, así que se pasó los primeros días aprendiendo. En apenas quince días ya era una fiel seguidora de la filosofía WW, un programa de adelgazamiento basado en la ciencia que ayuda a perder peso creando hábitos útiles, comiendo de manera inteligente y haciendo ejercicio.
Su ejemplo de menú es sencillo: “La mitad de mi plato son verduras y frutas, una cuarta parte es proteína y la otra cuarta parte es un cereal integral". Y además de cambiar su alimentación y hacerla más saludable, comenzó a hacer ejercicio poco a poco: “Me centré en cosas que podía hacer. Si todo el mundo puede andar, yo andaré 10 minutos cada día”.
Me centré en cosas que podía hacer. Si todo el mundo puede andar, yo andaré 10 minutos cada día
Esos 10 minutos dieron paso primero a 15, después a 20 y en pocas semanas no sólo andaba media hora cada día, sino que también hacía entrenamientos con pesas. Desde que empezó con la dieta WW, Katie ha adelgazado otros 25 kilos, lo que sumado a los veinte que se dejó mientras se recuperaba del embarazo, hacen un total de 45. Una cifra más que importante.
Y aún le queda más peso por perder. Ahora mismo su báscula marca 85,5 kilos, pero su objetivo es adelgazar por lo menos otros 13 y quedarse en 72, una cifra acorde a su altura. Tiene todas las ganas del mundo, las armas para conseguirlo y el corazón recuperado: seguro que a Katie no se le pone nada por delante.
Katie Adams compartió su historia públicamente para ayudar a otras mujeres a superar sus problemas: “Al tratar bien a mi cuerpo, respetarlo y asegurarme de que le doy lo que necesita, puedo vivir una vida feliz y saludable, incluso con una enfermedad crónica. Mis arterias pueden estar débiles, pero yo soy fuerte". Ella y sus cuatro hijos merecen ser felices.
Katie Adams había dado a luz a su cuarto hijo hacía pocas semanas. Comenzó a dolerle el brazo izquierdo, pero pensó que era por tener al bebé en brazos constantemente. Pero cuando fue a salir de casa con su marido Katie no pudo respirar: “Me sentí como si me estuviera asfixiando. Tenía una sensación de hormigueo en el lado izquierdo de la cara y la lengua. Fue aterrador".