Cambio de hora: hoy duermes una hora menos (a las 2:00 serán las 3:00)

Marzo es un mes de cambios: llega la primavera, se acerca la Semana Santa y el sol acecha, por lo que muchos tienen la vista puesta en las próximas vacaciones. Pero además, antes de que termine el mes de marzo queda por ejecutarse un cambio más, el de horario. Todavía habrá que esperar hasta 2021 hasta que en Europa se le ponga fin al cambio horario, así que este año no será el último. Así que durante la madrugada de este domingo, el último del mes, habrá que cambiar las manecillas del reloj para restarle 60 minutos, movimiento que se hace a las 2:00 de la madrugada.

Para algunos tiene ciertos beneficios, como ocurre con los que trabajan en horario nocturno, ya que esta noche se hace más corta; pero para todos los demás el cambio de hora supone dormir (o salir de fiesta) una hora menos, siempre y cuando se tenga una hora fija, ya sea de regresar a casa o de despertarse. A riesgo de que pueda parecer un cambio muy liviano, el cambio de hora de verano tiene muchos efectos en el organismo. La ciencia lo explica claramente: esta modificación tiene consecuencias sobre la cantidad y calidad del sueño, tal y como señalan varios estudios, algunos de los cuales sostienen que el riesgo de infarto de miocardio aumenta durante la semana después del cambio de horario de verano.

¿Qué hora es ahora?

Antes todo era mucho más complicado, ya que había que ir cambiando de manera manual la hora de cada uno de los relojes, desde el despertador de la mesilla de noche hasta el de pulsera, pasando por todos los que cuelgan por las paredes de la casa y el del coche. No obstante, los aparatos tecnológicos, por norma, lo hacen de manera automática: la mayor parte de los 'smartphones' que tienen activada la función de la zona horaria en la que operan la modifican automáticamente, por lo que uno puede despreocuparse y saber que al día siguiente, en este caso el domingo 31 de marzo, no tiene nada más que hacer.

¿Y se hace en todo el mundo?

La respuesta es rotunda: no. Si bien en Europa todo apunta a que dentro de un tiempo dejaremos de cambiar el horario dos veces al año, hay otros países que no los practican, ya que existen multitud de husos horarios a lo largo y ancho de la geografía global. Algunas naciones, como ocurre en Irán, Afganistán, Birmania o Corea del Norte, la diferencia con respecto a nuestro huso horario no es de horas completas, sino de fracciones: con respecto a la UTC, Irán tiene una diferencia de tres horas y media, e incluso existen casos en los que se dan diferencias horarias fraccionadas en cuartos de hora, como Nepal: a pesar de compartir frotnera con China e India, no comparte hora con ninguna de las dos. Si viajas de India a Nepal tendrás que adelantar el reloj 15 minutos; si el viaje es de Nepal a China, habrá que adelantarla dos horas y 15 minutos. Algo similar ocurre en Australia, donde existen los tres tipos de diferencias horarias: en fracciones de cuarto, media y horas completas.

[Cambio de hora, husos horarios y cómo estar en días distintos a menos de 400 km.]

A pesar de que este cambio de hora obedece a una norma dirigida a favorecer el ahorro energético, cuenta con muchos detractores, ya que perjudica más de lo que beneficia económicamente hablando. Estos son algunos de sus efectos:

• Afecta a la calidad y cantidad del sueño
• Puede provocar más ataques al corazón
• Incrementa el número de accidentes laborales
• Y también aumenta la cifra de accidentes de tráfico
• No beneficia a los negocios
• Provoca un estado de 'cyberloafing', una especie de vagueo sin sentido por Internet
• Está relacionado con una mayor tasa de suicidios
• Y también con peores resultados académicos