¿Dolor en el pecho o infarto? Síntomas que indican un problema real de salud
Los seres humanos somos muy complejos pero nos alarmamos demasiado rápido cuando nos duele algo. ¿Es posible saber cuándo tenemos razones para hacerlo?
Te duele la cabeza y piensas que es un tumor. Tu estómago hace ruidos raros y tienes molestias y rápidamente crees que sufres cáncer. Has sentido un dolor en el brazo izquierdo y estás seguro de que es un infarto. Tranquilo, deja de ser hipocrondríaco. La mayoría de los síntomas que 'padeces' no tienen que ver con enfermedades graves.
No está mal que cada cierto tiempo vayas a hacerte un chequeo o unos análisis, pero relájate un poco. Acudir a urgencias es solo para cosas muy importantes así que piensa bien si merece la pena o no hacerle perder el tiempo a los médicos.
Pocas veces un fuerte dolor es algo más que eso. Pero en la mitad de la noche, incluso la probabilidad del 1% de un resultado terrible comienza a parecer una posibilidad del 98%. De todas formas, varios especialistas han compartido cuándo debes estar alerta y preocuparte por algo. Y un consejo: no busques en internet qué es lo que te está sucediendo si no quieres volverte loco. "Tómate un té relajante y pide una cita médica", a segura un médico de cabecera a 'Daily Mail'.
Dolor de cabeza
La mayoría de nosotros conoce la sensación de pesadez que se produce al final de una semana muy larga. Pero ¿y si este dolor de cabeza es diferente? Antes de entrar en pánico, haz una pausa para revisar los hechos. Muchas personas han experimentado dolores de cabeza lo suficientemente graves como para justificar un viaje a urgencias. De hecho, las cefaleas suponen 1 de cada 5 consultas a un servicio de neurología, a donde la mayoría de los pacientes llegan remitidos desde atención primaria y, además, los dolores de cabeza generan 14.000 nuevas consultas al mes en toda España.
Para algunos individuos, como los diabéticos, el ataque al corazón puede ser silente, sin síntomas aparentes, por lo que deben tener más cuidado
Sin embargo, la mayoría sobrevive, y probablemente tú también lo harás. Depende mucho de la zona. Si has sufrido síntomas de resfriado como fiebre o secreción nasal es muy posible que tengas un seno nasal atascado. Si además te duele el cuerpo entero, los músculos y la garganta será gripe. También puede ser que el dolor venga porque tengas mucha tensión, el tipo más común (no requieren atención médica a menos que ocurran con la frecuencia suficiente para interferir con la calidad de su vida).
Algunos no se ajustan a ningún patrón específico, pero tampoco tienen características alarmantes. Toma un analgésico con un vaso de agua y acuéstate en una habitación tranquila y espera a que haga efecto. Te sentirás mejor pronto. ¿Cuando preocuparse? Si es incómodo, pero no intolerable, tienes naúseas y mayor sensibilidad a la luz o el sonido o más de 50 años, te duele el cuero cabelludo y tu mandíbula se cansa rápido tras masticar unos minutos.
Además, si te cuesta hablar, te sientes débil, con brazos adormecidos o piernas flojas o estás aturdido casi todo el tiempo acompañado de fiebre o dolores de cuello tienes debes preocuparte un poco. Hay muchas razones por las que te esté pudiendo suceder: desde hipertensión pasando por derrame cerebral o artritis temporal hasta meningitis o migrañas. Acude a un especialista cuanto antes.
Bultos en el cuello
Debido a que el cuello no está cubierto por huesos, es un lugar común para detectar protuberancias. Algunas de ellas han estado ahí todo el tiempo, incluso si no las has podido notar. La laringe, por ejemplo, contiene anillos de cartílago que se pueden sentir en la parte inferior. En los hombres, la nuez es otra área firme que se mueve hacia arriba y hacia abajo al tragar. Sin embargo, otros bultos podrían ser un nuevo signo de una condición médica, que va desde el resfriado común hasta el cáncer.
No busques en internet qué es lo que te está sucediendo si no quieres volverte loco. Lo mejor es relajarse y no ponerse nervioso
Los síntomas del resfriado ya los conoces, no te vuelvas loco. Solo debes prestarle atención si el bulto está cerca de la mitad de tu cuello, está caliente todo el tiempo y has perdido peso muy rápido (podría ser signo de que tienes problemas de tiroides). Si ha aparecido de repente, te duele y está muy duro, ve a que te lo revisen. Si además tienes dificultades para tragar y se complica la forma de hablar y mucha tos, también debes prestar más atención.
Infarto
Un dolor en el pecho puede indicar un ataque cardíaco, lo que significa que parte del músculo ya no está recibiendo un flujo sanguíneo adecuado. Tranquilo, la mayoría de las veces resulta que no es nada. Es posible que sea algo muscular si has estado haciendo ejercicio o cogiendo peso. Mientras no sea incapacitante, toma un ibuprofeno y listo. Si te cuesta respirar o tus costillas están sensibles, ve al médico.
Si también tienes fiebre, escalofríos y tos, podría ser neumonía, una infección en los pulmones. El área infectada inflama la parte adyacente del tórax, causando dolor al respirar profundamente. Si sospechas que es esto, lo mejor es que vayas a consulta. Si al hacer ejercicio sientes dolores agudos o si te inclinas hacia delante te duele, pero de lo contrario te sientes bien es posible que tengas una irritación en el revestimiento del corazon o pericarditis. Puede ser un problema aislado, pero consulta a un especialista.
Los dolores de cabeza generan 14.000 nuevas consultas al mes en toda España. Si no estás seguro de que es grave no vayas a urgencias
¿Te arde el pecho después de comer o cuando estás acostado y tienes un sabor amargo de boca? Puede tener que ver con el reflujo. Bebe un vaso de agua y si se te pasa, ya sabes la causa, pero acude al médico para ver por qué tu flujo digestivo está molestando. La duración del dolor y la intensidad son la clave. Si durante más de dos minutos la presión no acaba, el dolor es constante, te cuesta respirar, te falta el aliento y además se desliza hacia el brazo, llama al 112 y colócate en una posición cómoda. Si eres diábético lo tienes más difícil porque lo puedes padecer sin síntomas aparentes.
Te duele la cabeza y piensas que es un tumor. Tu estómago hace ruidos raros y tienes molestias y rápidamente crees que sufres cáncer. Has sentido un dolor en el brazo izquierdo y estás seguro de que es un infarto. Tranquilo, deja de ser hipocrondríaco. La mayoría de los síntomas que 'padeces' no tienen que ver con enfermedades graves.