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Los misterios recién resueltos de la tumba de Tutankamón (y más preguntas sin respuesta)
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Los misterios recién resueltos de la tumba de Tutankamón (y más preguntas sin respuesta)

El proyecto de conservación e investigación en la cámara del antiguo faraón arroja unos sorprendentes resultados y novedades, además de nuevas preguntas sin respuesta

Foto: La Máscara Dorada del Rey Tutankamón, en el Museo Egipcio de El Cairo. (EFE)
La Máscara Dorada del Rey Tutankamón, en el Museo Egipcio de El Cairo. (EFE)

4 de noviembre de 1922. Un grupo de exploradores británicos y egipcios comandado por el arqueólogo Howard Carter se dan de bruces con los primeros escalones que conducen a una puerta sellada en el Valle de los Reyes de Egipto. “Veo cosas maravillosas”. Estas fueron las tres famosas y únicas palabras pronunciadas por el explorador al abrirla y descubrir los sellos inalterados de la necrópolis real del periodo del Nuevo Reino en el Antiguo Egipto (entre los años 1539 y 1075 a.C). Veintidós días más tarde, avisó al aristócrata inglés que financió la expedición, Lord Carnarvon, para que ambos fueran los dos primeros hombres en entrar en la cámara que custodiaba los cuerpos de los faraones la Dinastía XVIII por primera vez en 3.300 años.

Tras semanas de excavaciones, el 20 de marzo del año siguiente, Carter consigue llegar hasta la cámara interior, en la que se halla el sarcófago de Tutankamón. Pero no es hasta el 8 de noviembre cuando terminan por extraer todos los objetos de poder enterrados en el lugar. En la estancia que Carter llamó "Antecámara" había muebles apilados, armas y vestidos. La estancia llamada "Anexo" contenía vasijas y comida. En la cámara funeraria, la única que estaba decorada con pinturas, se encontraron cuatro capillas de madera recubiertas de oro, que cubrían a su vez un sarcófago de cuarcita roja con tres ataúdes antropomorfos. El último pertenecía al “Rey Niño”, con la cabeza y los hombros cubiertos por la célebre máscara que en los años siguientes acaparó las portadas de medio mundo. En la cuarta sala, que recibió el nombre de "Cámara del Tesoro", se encontraron las vísceras momificadas del rey, así como objetos empleados en su rito funerario.

Se cree que Tutankamón murió por sorpresa, por lo que la tumba fue hecha "a toda prisa" y las paredes quedaron sin secar, alojando microbios

placeholder Howard Carter y Lord Carnavon, frente a las inmediaciones de la tumba de Tutankamon. (Pinterest)
Howard Carter y Lord Carnavon, frente a las inmediaciones de la tumba de Tutankamon. (Pinterest)

Ahora, casi un siglo más tarde, un equipo de científicos ha completado el escrutinio más importante de la tumba hasta la fecha. El Ministerio de Antigüedades de Egipto y el Instituto de Conservación Getty han presentado los resultados generales del proyecto de conservación y estudio minucioso de los más profundos misterios que aún quedan sin resolver sobre la tumba, según informa 'National Geographic', aunque también, como reconocen en el comunicado, ha planteado nuevas preguntas. El trabajo en la cámara funeraria de 360 metros cuadrados, realizado por una docena de expertos, comenzó en 2009 con vistas a finalizar en 2014. Sin embargo, a raíz de la Primavera Árabe y los disturbios que recorrieron el país, el proyecto se retrasó en 2011, retomándose dos años más tarde poco a poco.

“Todos los que van al Valle de los Reyes quieren ir a ver la tumba de Tut”, asegura Neville Agnew, científico y curador principal del proyecto. Para abordar el plan, se requirió de una extensa documentación, así como de amplios diagnósticos y pronósticos de las condiciones del lugar. "Nos interesa conocer el conjunto de actividades sobre el terreno, tanto pasadas, presentes y futuras, para saber cómo abordarlas de una manera integral”.

Esas pecas tan extrañas

Uno de los grandes misterios que existen es desvelar el origen y causa de unas “omnipresentes pecas marrones” en todas las pinturas de los muros de la tumba. Un estudio reveló que había en ellas “altas concentraciones de ácido málico, un deshecho metabólico de algunos hongos y bacterias, lo que confirma que estas manchas son de origen microbiano. El análisis de ADN de las muestras tomadas reveló que pertenecen a microrganismos modernos, como las bacterias Bacilo y Korucia. Sin embargo, las imágenes del microscopio electrónico no mostraron los restos de los organismos originales que las crearon.

Los expertos teorizan que la razón es que Tutankamón murió de forma inesperada, por lo que la preparación de su sarcófago fue hecha probablemente “a toda prisa”, y las paredes recién pintadas podrían haber retenido la suficiente humedad como para que los microbios prosperasen en ese ambiente oscuro y cálido, una vez fuera sellado. Pero hay algo claro para los investigadores: las manchas están “bastante muertas, lo han estado durante mucho tiempo y no están reproduciéndose”, un hecho completamente confirmado al comprobar las fotografías tomadas inmediatamente después de la apertura de la tumba con las del momento presente.

El "polvo maldito"

Uno de los problemas que más han dificultado la labor de los técnicos es la constante presencia de polvo en la estancia: “Gránulos finos aferrándose a la superficie de cada tumba, que se hace más fuerte y abundante ya que absorbe la humedad del aliento humano en una zona con una estimación de 500 a 1.000 visitantes diarios”, según describe Michelle Z. Donahue, periodista de 'National Geographic'. Por ello, los científicos y curadores tuvieron que abordar un plan que remediase este problema, ya que no solo valía con 'pasar el trapo y la escoba' (coloquialmente hablando), sino que representaba un inconveniente a largo plazo.

Si las tumbas adyacentes se inundan, el vapor podría filtrarse y con él irrigar los sarcófagos adyacentes junto con sus pinturas

Así, instalaron un sofisticado sistema de ventilación y filtración de aire que no solo se encarga de filtrar el polvo, sino que también evita que el exceso de partículas que la rodean se acumule. El intercambio de aire regular también ha estabilizado la temperatura y la humedad en el interior, que antes podían fluctuar enormemente en base a las horas del día y sus condiciones climatológicas. Como es evidente, al retirar el polvo salieron a la luz nuevos mensajes con súplicas a Tutankamón de sus siervos para que los bendijera, así como peticiones para maldecir a otras personas.

Nuevos retos y preguntas

El impacto a largo plazo del polvo sigue siendo un misterio. Se ha descubierto que está compuesto principalmente por calcio, magnesio, aluminio y fósforo, por lo que todavía no está claro cómo puede interactuar químicamente con los minerales naturales en las pinturas y pigmentos de las paredes de la tumba durante un período largo de tiempo. Otra de las mayores preocupaciones para el equipo es el cambio climático. “La amenaza de lluvias intensas e inundaciones aún no se ha considerado”, admite Agnew. “Aunque la tumba de Tutankamón está a salvo de las irrigaciones, está construida con la misma roca porosa y arcillosa de todos sus vecinos en el Valle de los Reyes”. Por su parte, Lori Wong, curadora principal de las pinturas en el proyecto, advierte que “si las tumbas adyacentes se inundan, el vapor podría filtrarse y destruir absolutamente todas las paredes del sarcófago junto con sus pinturas”.

Es una tumba hecha para un gran rey, y necesitamos acercarnos a ella con respeto

Otra de las grandes amenazas para la continuidad del proyecto es el turismo. A pesar de la existencia de una réplica ultradetallada de alta calidad a solo una milla de distancia, no está claro si el gobierno egipcio finalmente restringirá el acceso al público a la tumba original, y con ello renunciar a los pingües beneficios económicos que esta actividad genera. En los últimos años, Francia ha probado restringir la afluencia de visitantes a las cuevas de arte rupestre originales de Lascaux y Chauvet, redirigiéndolos a réplicas exactas de las mismas, sin ninguna repercusión económica ni descenso de visitas. “Conocemos el impacto humano de nuestro patrimonio”, reconoce Pascal Terrasse, presidente de la réplica la cueva de Chauvet, la cual atrae a más de 2.000 visitantes al día. “Los directores de las obras históricas deben confiar en la oportunidad que nos brindan las nuevas tecnologías. Gracias a ellas, hemos podido realizar un trabajo muy realista con la cueva falsa más grande del mundo”.

Ante todo, debe calar en el público la conciencia de estar en un entorno con un halo sacro, que cuenta con milenios de antigüedad, de ahí el respeto exigido ante la delicadeza que presenta. “Se debe recordar que una visita a una tumba como esta debe estar regida por la humildad y el interés”, comenta Agnew. “No es un espectáculo bizarro, es una tumba para un gran rey, y necesitamos acercarnos a ella con respeto. Algo muy difícil de alcanzar en esta era del turismo masivo”.

4 de noviembre de 1922. Un grupo de exploradores británicos y egipcios comandado por el arqueólogo Howard Carter se dan de bruces con los primeros escalones que conducen a una puerta sellada en el Valle de los Reyes de Egipto. “Veo cosas maravillosas”. Estas fueron las tres famosas y únicas palabras pronunciadas por el explorador al abrirla y descubrir los sellos inalterados de la necrópolis real del periodo del Nuevo Reino en el Antiguo Egipto (entre los años 1539 y 1075 a.C). Veintidós días más tarde, avisó al aristócrata inglés que financió la expedición, Lord Carnarvon, para que ambos fueran los dos primeros hombres en entrar en la cámara que custodiaba los cuerpos de los faraones la Dinastía XVIII por primera vez en 3.300 años.

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