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Desconecta por error a un paciente creyendo que se trataba de su hermano
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OCURRIÓ EN EL BRONX (NUEVA YORK, EEUU)

Desconecta por error a un paciente creyendo que se trataba de su hermano

El hombre, que se encontraba hinchado y lleno de cables en el hospital, no se trataba de la persona que creían: un segundo nombre reveló el entuerto durante la autopsia

Foto: Imagen de una de las entradas del hospital St. Barnabas del Bronx (NUeva York).
Imagen de una de las entradas del hospital St. Barnabas del Bronx (NUeva York).

Era el 15 de julio de 2018 cuando Shirell Powell, que se encontraba en su casa, recibió una llamada que le iba a cambiar la vida: '¿Puede acudir al hospital St. Barnabas en el Bronx (Nueva York)? Acaba de ingresar su hermano con una sobredosis'. Sin dudarlo, aquella mujer de mediana edad acudió corriendo hasta el centro médico: lo que no podía ni imaginar es que la decisión que le tocaría tomar unos días después cambiaría la vida de su familia.. y de otra más.

Los servicios de emergencia habían encontrado a Frederick Williams inconsciente en plena calle. Cuando le llevaron al hospital, encontraron en un bolsillo de su chaqueta su tarjeta médica y, tras hacer una búsqueda en internet, consiguieron localizar el teléfono de su hermana Shirell. Cuando llegó al hospital, los servicios médicos le comentaron que sufría un importante daño cerebral, y que debería de esperar unos días para poder verle.

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Un par de días más tarde, consiguió acceder a la habitación en la que se encontraba: con la cara claramente hinchada y con todo el cuerpo lleno de cables, Shirell tomó la mano de Frederick y lloró largo y tendido al ver el aspecto en el que se hallaba. Ambos llevaban varios años de escaso contacto, debido a la mala vida que él había acostumbrado a llevar: siempre metido en líos, siempre con problemas con la policía. Pero era su hermano y lloraba desconcoladamente.

La mujer decidió llamar a sus sobrinas, a las hijas de Frederick, con las que él también había perdido el contacto. Los médicos acababan de confirmarle que el daño cerebral era irreversible y que existían escasas posibilidades de que saliera con vida. Cuando las jóvenes llegaron al hospital, los cables del respirador que permitian que su padre siguiera con vida no fueron un impedimento para que se abrazaran desconsoladas a él. Pero lo peor, estaba por llegar.

Dos días más tarde, los médicos le dijeron a Shirell que su hermano tenía muerte cerebral y que valorara la opción de desconectarle. "¡Era mi hermano menor! Una situación muy dolorosa. Estaba preocupada, dolida, llorando, gritando, llamando a todo el mundo. Era un sentimiento horrible", aseguró al 'The New York Post'. Poco después, decidió tomar una de las decisiones más duras de su vida: autorizar que la muerte de su hermano tuviera lugar.

Tras fallecer, su cuerpo fue trasladado a otro departamento del mismo hospital para que se le realizara la autopsia, donde descubrieron que algo no cuadraba. Al introducir los datos de la seguridad social en el ordenador, vieron que su nombre completo era Frederick Clarence Williams... pero el segundo nombre del hermano de Shirley no era Clarence. O, dicho de otra manera, en ese mismo momento descubrió que la persona a la que mandó desconectar no era su hermano.

Escasas horas después, tras realizar una serie de llamadas, descubrió que su verdadero hermano se encontraba en la prisión de Rikers Island. Cuando pudo verle en persona días después, le abrazó y volvió a romper a llorar, confesándole lo ocurrido. Ahora, Shirell Powell ha decidido emprender acciones legales contra el centro médico por daños y perjuicios por todo el estrés y sufrimientos provocados: "Casi no duermo por las noches. Maté a alguien que también era un padre o un hermano".

Era el 15 de julio de 2018 cuando Shirell Powell, que se encontraba en su casa, recibió una llamada que le iba a cambiar la vida: '¿Puede acudir al hospital St. Barnabas en el Bronx (Nueva York)? Acaba de ingresar su hermano con una sobredosis'. Sin dudarlo, aquella mujer de mediana edad acudió corriendo hasta el centro médico: lo que no podía ni imaginar es que la decisión que le tocaría tomar unos días después cambiaría la vida de su familia.. y de otra más.

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