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Un padre castigó a su hija sin móvil y ella llamó a la policía: esto es lo que le dijeron
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Un padre castigó a su hija sin móvil y ella llamó a la policía: esto es lo que le dijeron

Los agentes se personaron en la vivienda y el suceso se compartió en redes. Más tarde, muchos padres de Estados Unidos se solidarizaron con el progenitor

Foto: Foto: iStock.
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"Quiero mi teléfono". Seguramente sea una de las frases que más se repiten en el difícil y conflictivo mundo de la niñez y adolescencia. Pero quizá la situación nunca derive en algo mayor que una simple riña entre padres e hijos. Claro que, hay excepeciones.

Ocurrió en Ohio. Una chica de 16 años llamó a la policía después de que su padre le quitara el móvil como castigo por tenerlo protegido con contraseña, según narra 'The Daily Mail'. Los oficiales se personaron en la vivienda de la familia y las imágenes fueron grabadas a través de la Bodycam de los agentes. "Mi padre me ha confiscado el 'smartphone', un teléfono de 800 dólares (unos 700 euros) que no es suyo. Él no me lo compró", alegó la joven.

Es pequeña todavía y no quiero que lo tenga. Como no puedo mirarlo porque está protegido con contraseña, se lo quité

El teniente James Wilson, del Departamento de Policía de South Euclid, reconoció que el cuerpo no debe responder ante situaciones así, ya que se trata de un asunto familiar en el que la consideración de llamar al 091 está fuera de lugar. Sin embargo, agregó que como agentes de policía, tienen la obligación de responder si se les reclama. "Si estuviéramos ocupados lo habríamos dejado en un segundo plano, pero debemos responder ante cualquier llamada".

Anthony Robertson, padre de la joven, estaba sentado junto a su hija en la parte exterior de la casa cuando los agentes llegaron. En el vídeo se puede oír los gritos de la adolescente. "¡Quiero mi teléfono!". Más tarde, el progenitor les explica: "Cogí su teléfono porque todavía es pequeña y no quiero que lo tenga. Como no puedo inspeccionarlo porque está protegido por contraseña, se lo quité".

Al final, la policía consideró que se debía a un simple castigo y se pusieron de parte de Robertson. "Es mío, yo no vivo aquí con él", dijo ella, que actualmente reside con su abuela, aunque de forma ocasional se queda a dormir en la casa familiar. "¿Sabes qué? Todo lo que posees pertenece a tu padre y a tu madre, no tienes derecho a usarlo si te lo han comprado ellos", recalcaron los agentes.

"Es un privilegio que tengas uno", agregó el padre. Después, la policía advirtió a la adolescente que no debía llamar al 091 para casos así. Las fuerzas del orden publicaron en Facebook un texto sobre el incidente en su cuenta oficial y rápidamente fue compartida cientos de veces por padres que se solidarizaron con Robertson. "Esto no es un robo", afirmó Wilson. "Sería difícil encontrar un tribunal en este país que se tomara el caso en serio".

"Me gustaría aprovechar para mandar un mensaje a todos los que tengan hijos", concluyó el progenitor. "Quédense con los teléfonos de sus vástagos. Hay múltiples formas para que escondan lo que hacen en esos dispositivos. Es ridículo".

"Quiero mi teléfono". Seguramente sea una de las frases que más se repiten en el difícil y conflictivo mundo de la niñez y adolescencia. Pero quizá la situación nunca derive en algo mayor que una simple riña entre padres e hijos. Claro que, hay excepeciones.

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