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"Si un chaval tiene una competición que le ilusione, no saldrá a beber"
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mesa redonda de el confidencial y dia

"Si un chaval tiene una competición que le ilusione, no saldrá a beber"

La campaña 'Menores sin alcohol. Un reto de todos' pretende involucrar a todos los sectores de la población en la resolución del problema que supone el consumo durante la adolescencia

Aunque algunos estudios han demostrado en los últimos años que el consumo de alcohol entre menores está disminuyendo, las cifras todavía son preocupantes. Un informe de la OMS publicado el pasado mes de septiembre, con datos recogidos entre 2002 y 2014, revelaba que el 28% de los jóvenes de 15 años se había iniciado en el consumo de alcohol con 13 años o menos.

Prevención, hábitos de vida saludables y diálogo familiar son algunas de las medidas que desde diferentes sectores sociales se promueven para eliminar ese consumo entre los menores de 18 años. Medidas que también apoyaron los participantes en la mesa redonda organizada por El Confidencial junto a DIA bajo el lema ‘Menores sin alcohol. Un reto de todos’. Debatieron sobre el asunto Luis Barreda, responsable de comunicación externa y RSC de Grupo DIA; Azucena Martí, delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas; Jorge Garbajosa, presidente de la Real Federación Española de Baloncesto; Carmen Quintanilla, presidenta de la comisión mixta Congreso-Senado para el estudio del problema de las drogas, y la psicóloga Rocío Ramos-Paul.

"Si el padre asocia el momento de ocio a beber cervezas después de una semana de trabajo, el niño asociará el alcohol al ocio" (Garbajosa)

A tenor de las cifras que se barajan en España, todos los presentes coincidieron en señalar que estamos ante “un problema grave” que ocasiona que “700.000 menores beban todos los fines de semana”, tal y como señaló Carmen Quintanilla, presidenta de la comisión mixta Congreso-Senado para el estudio del problema de las drogas. Pero de la misma manera que los participantes estaban de acuerdo en la gravedad de la situación, también pusieron sobre la mesa un argumento en defensa de esos niños, “víctimas de una tendencia social” que ha normalizado el consumo de alcohol en muchos ámbitos de la vida diaria, como apuntaba Luis Barreda, responsable de comunicación externa y RSC de Grupo DIA.

“La tolerancia con el alcohol debería ser cero —profundizaba Barreda—. Es necesario trabajar para buscar alternativas atractivas. No se puede criminalizar al joven, ya que el hecho de que consuma es una consecuencia de un sistema que no funciona. La prohibición es el pilar sobre el que construir, pero hay que llegar más allá. ¿Por qué beben los menores? ¿Qué alternativas podemos encontrar para que dejen de hacerlo?

placeholder Azucena Martí, delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Azucena Martí, delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

El deporte, en especial el baloncesto, salió a colación como una de esas alternativas para que los menores encuentren actividades de ocio que les ofrezcan estímulos similares a los que pueden encontrar en un botellón un viernes por la tarde. “Sentirte integrado en un grupo, superarte personalmente o pasártelo bien son estímulos que encuentras en el deporte”, declaraba Jorge Garbajosa, presidente de la Real Federación Española de Baloncesto, una de las entidades que se han adherido a la campaña lanzada por DIA para atajar el consumo de alcohol entre los menores.

El deporte, como fuente de hábitos de vida saludables, puede ser una de las soluciones, pero la psicóloga Rocío Ramos-Paul quiso ir más allá. “La realidad es que los menores beben”, aseguró, tajante, para dar paso a uno de los pilares sobre los que se debería cimentar esta campaña: la educación en casa. “Es necesario trabajar el concepto de consumo responsable. Yo me puedo tomar una caña al mediodía mientras los niños están en el parque, y tienen que entender que eso no significa que puedan beber hasta reventar. Criminalizar no vale de nada. Puedo hacer responsables a mis hijos de los comportamientos que llevan a cabo. Si no cumplen con los horarios de entreno o de estudios, no les doy dinero. La paga se gestiona, de la misma manera que si yo no trabajo, no cobro a final de mes. En casa, igual”, afirmó.

Influencias positivas

En ese mismo sentido se expresó Azucena Martí, delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, al expresar que la futura ley en la que trabaja el Ejecutivo quiere hacer hincapié en ese aspecto para tratar de retrasar, en la medida de lo posible, la edad a la que los jóvenes se inician en el consumo.

placeholder Rocío Ramos-Paul, psicóloga.
Rocío Ramos-Paul, psicóloga.

“La ley pretende calar en la sociedad en todo lo relativo a la educación o al acompañamiento del niño. Quiere combatir la cultura de que el alcohol está instalado en el cómo nos socializamos. El joven que empieza a salir ve modelos de socialización en los mayores y en la sociedad que hay que cambiar por hábitos de vida saludables en los que nosotros seamos el modelo”, aseguró.

Y en ese punto fue Barreda quien recogió el testigo, al recordar que esas influencias que llegan a los menores no tienen por qué ser negativas: “Existen personas que son modelos a seguir en la sociedad que dicen en voz alta que no beben”.

placeholder Jorge Garbajosa, presidente de la Real Federación Española de Baloncesto.
Jorge Garbajosa, presidente de la Real Federación Española de Baloncesto.

Llegados a ese punto, Quintanilla también recordó la responsabilidad que tienen algunos deportistas y los medios de comunicación con la causa. De los primeros, recordó algunas campañas de bebidas alcohólicas que se emiten en grandes eventos deportivos, protagonizadas por deportistas de élite, mientras que en el segundo caso expresó la idea de que los medios de comunicación también puedan mostrar otra cara del ocio: “Si publicas una noticia de un menor que se cae por hacer 'balconing', deberías publicar otra que demuestre que se puede salir de fiesta y pasárselo bien sin beber alcohol”.

La importancia de los padres

No repetir comportamientos vistos en casa y atacar la situación desde el diálogo y la responsabilidad. Esos son algunos de los factores que ayudarían a combatir el consumo de alcohol en menores, según los presentes.

placeholder Luis Barreda, responsable de comunicación externa y RSC de Grupo DIA.
Luis Barreda, responsable de comunicación externa y RSC de Grupo DIA.

“Si el padre asocia el momento de ocio, que puede ser viernes por la tarde con los amigos y bebiendo cervezas después de una semana de trabajo, el niño asociará el alcohol al ocio. El niño es víctima de una tendencia social", apuntó Garbajosa. "El alcohol conlleva un estilo de vida nocivo para el crecimiento personal, pero si el sábado por la mañana el chaval tiene una competición que le ilusione, el viernes no saldrá a emborracharse”.

Para Azucena Martí, las familias se pueden diferenciar “en tres grandes bloques: la normativa, la laxa y la dialogante”. Y es esta última donde funcionan mejor las labores de prevención porque, en los otros dos modelos, “los padres tienen dificultades para poner límites porque no saben si se pasan por arriba o por abajo”.

placeholder Carmen Quintanilla, presidenta de la comisión para el estudio del problema de las drogas.
Carmen Quintanilla, presidenta de la comisión para el estudio del problema de las drogas.

Partiendo de esa base de generar un ambiente de diálogo en la familia, Ramos-Paul apuntó que la edad crítica para trabajar la prevención va de los nueve a los 14 años. “Hay un punto crucial donde se descontrolan los impulsos, porque es lo que les corresponde a esa edad, pero no tienen capacidad para solucionar problemas. Cuando entiendes a un chico de 14, entiendes cómo lo normalizan porque a los 16 ya tienen cierta responsabilidad. Pero para que puedan salir necesitan dinero y, para tenerlo, tienen que hacer acciones responsables. Es lo único que vale”, zanjaba la psicóloga.

Educación, hábitos de vida saludables y ausencia total de criminalización del menor. Tres pilares sobre los que todos los ponentes creen que se debería construir un futuro mejor en el que aumente la edad a la que los menores de edad prueben por primera vez el alcohol.

Aunque algunos estudios han demostrado en los últimos años que el consumo de alcohol entre menores está disminuyendo, las cifras todavía son preocupantes. Un informe de la OMS publicado el pasado mes de septiembre, con datos recogidos entre 2002 y 2014, revelaba que el 28% de los jóvenes de 15 años se había iniciado en el consumo de alcohol con 13 años o menos.

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