De película: descubre que su novio es el padre biológico de su hija 12 años después

La historia de Jessica Share da para escribir un libro. De hecho, reducir su vida a unos pocos párrafos es casi imposible y en el tintero se quedarán algunos hechos relevantes, pero merece la pena intentarlo. Tal y como cuenta la BBC, Jessica es una madre norteamericana de unos 40 años que, a comienzos de siglo, decidió tener hijos junto a la que entonces era su pareja, otra mujer.

Vivían en una pequeña ciudad del interior de Estados Unidos, algo nada fácil para una pareja de lesbianas. Sin embargo, decidieron que iban a tener 4 hijos utilizando a un donante e irían alternándose para quedarse embarazadas. Tras desechar la idea de un donante conocido, que puede conllevar problemas legales en el futuro, acudieron a un banco de esperma y eligieron a su candidato ideal: un conductor de taxi, músico de vocación y a quien le gustaba escribir.

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Agencias

Jessica fue la primera que se quedó embarazada y, después de que todo saliera bien con su hija, a quien llamaron Alice, fue su pareja quien repitió la experiencia dos años después, eligiendo de nuevo al mismo donante. Un desconocido tenía, al menos, dos hijas viviendo a cientos o miles de kilómetros de él. La vida siguió adelante, aunque las dos mujeres decidieron separarse cuando las niñas tenían 1 y 3 años de edad respectivamente.

Distanciamiento entre hermanas

Cada madre se fue con su hija a vivir de forma independiente, aunque mantenían el contacto con la otra hija. Sin embargo, cuando Alice cumplió 10 años la expareja de su madre la bloqueó en el móvil y no quiso tener más contacto con ella, ni tampoco que lo tuviera su hermana pequeña.

Un año después, Alice pidió a su abuela como regalo de Navidad un test de ADN: quería saber de dónde procedían sus antepasados, pero se llevó una sorpresa inesperada. En un apartado del informe, aparecían los datos de ADN de los dos padres y, junto al nombre de su madre, aparecía el de un hombre llamado Aaron Long. Más aún, también figuraba el nombre de un chico con el que compartía el 25 por ciento del ADN: tenía un medio hermano llamado Bryce Gallo.

Jessica comenzó a investigar con el nombre de Aaron Long, basándose en las fechas en las que había donado esperma y que pudo conseguir de la clínica donde se realizó el tratamiento. Después contrató a una empresa especialista en redes sociales para que la ayudaran en la búsqueda y dio con la persona que estaba buscando. Le había encontrado.

Un final de cuento de hadas

Jessica mandó a Aaron un mensaje a través de la aplicación de donantes de esperma para ver si quería conocer a su hija y si quería compartir algo de su vida con ella. La respuesta no tardó en llegar con 50 folios en los que Aaron contaba a su hija lo más importante de su vida y descubrió que habían vivido durante varios años en la misma ciudad.

Bryce había encontrado a otros 5 hermanos, por lo que Alice y su hermana a la que nunca volvió a ver serían la 7ª y la 8ª de la lista

También escribió a Bryce, el medio hermano de su hija, y éste le contó que estaba en contacto con Madi, otra hermana biológica de Alice. Las dos tenían previsto viajar a conocer a su padre físicamente y animó a Alice a unirse al grupo. Lo comentó con su madre y, tras confirmarlo con Aaron, se citaron todos en Seattle, en el oeste de Estados Unidos, pocas semanas después.

Ahí supieron que Bryce había encontrado a otros 5 hermanos, por lo que Alice y su hermana a la que nunca volvió a ver serían la 7ª y la 8ª de la lista, aunque creen que Aaron podría tener más de 60 hijos repartidos por el mundo. Aaron preparó una fiesta con amigos para que todos se conocieran y la relación entre los tres hermanos presentes en la fiesta funcionó al instante: Bryce, Madi y Alice iban a ser hermanos de verdad.

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EC

Mientras, Jessica comenzó a plantearse si Aaron, la persona que se había convertido sin querer en alguien muy importante para su hija, podría ser igual de importante también para ella. Poco a poco comenzaron a quedar, a salir y un año después Jessica y Alice se fueron a vivir con él. Poco después se unía Madi, que decidió irse a vivir con ellos, por lo que de repente se había formado una familia de 4 miembros. Y al poco tiempo fueron cinco, ya que la madre de Aaron también se trasladó a casa de su hijo, junto a su gato.

Hoy, Jessica puede decir que es feliz junto a su novio, al que conoció 12 años después de dar a luz a su propia hija, mientras Alice vive conociendo a sus dos padres y a varios hermanos que ni siquiera sabía que tenía. Un final de cuento para una historia de película.