Por qué los ricos están asegurando las botellas de whisky

Nada como sentarse frente a un buen vaso de whisky en algún bar oculto, mientras suena de fondo jazz triste -la trompeta de Chet Baker silba en nuestros oídos- y nos lamentamos de que hemos perdido a una mujer: "Qué importa, de todas maneras nunca fue mía". Una escena de película muy manida, ¿no es cierto? Al fin y al cabo, ¿qué habría hecho el cinematógrafo si Humphrey Bogart y compañía no hubieran podido lamentar sus penas frente a un vaso lleno de esta sustancia?

Existen en la actualidad cientos de variedades de este licor. Algunas leyendas cuentan que se inventó en China, al intentar encontrar un medicamento que curara la peste bubónica. Sea como fuere los escoceses se encargaron de mejorar la fórmula (se basa en destilar agua con cebada y dejarla fermentar y añejar por lo menos tres años) y su consumo y fama aumentaron muchísimo en el siglo XVIII, cuando para erradicar el consumo de bebidas alcoholicas los domingos se incrementaron los impuestos sobre el vino.

El preferido de los ricos

Señala 'Bloomberg' que, en algunas ocasiones, los precios de las marcas de whisky inusuales pueden llegar a ser de hasta seis y siete dígitos. Según Ron Fianma, de la corporación multinacional estadounidense de finanzas y seguros American International Group Inc. (AIG) se ha visto en los últimos tiempos un aumento considerable en la adquisición de botellas de whisky. También han aumentado, por tanto, los seguros. "Ahora existen cientos y cientos de coleccionistas. Merece atención que las casas de subastas celebren dos o tres ventas al año dedicadas a este licor".

El pasado 29 de noviembre una botella de Macallan que había pasado un total seis décadas en un barril se vendió por un precio récord de 1.2 millones de libras. Un whisky de la misma marca de 60 años de edad se subastó por una cantidad similar en Hong Kong en mayo. Son solo algunosejemplos de lo que está sucediendo en la actualidad.

Por razones de seguridad, los dueños de estas botellas de whisky las guardan en distintos lugares del mundo. Es sentido común. Muchos de ellos comenzaron a comprarlas simplemente por amor, o coleccionismo, y con el paso de los años han comenzado a revalorizarse.

Estos cambios en los gustos de los coleccionistas muestran las variaciones sociales y generacionales

El aumento de los precios en este producto ofrece, sin duda, una visión del panorama cambiante y cómo nuestras necesidades (o gustos) van cambiando con el paso de los años. "Ha habido un aumento significativo en el whisky, los relojes y los coches. Las personas de 90 años pueden dejarse el dinero quizá en joyas, mientras que los de 50 prefieren hacerlo comprando Ferraris y licores".

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AIG asegura que en cuanto a los relojes y los coches, también se han registrado incrementos (del 20 y del 15% respectivamente) en la adquisición de pólizas de seguros. Se advierte a los propietarios de relojes, eso sí, que estén al tanto del verdadero tamaño de su colección porque valen cantidades sustanciales. "Entendemos que se adquieran, al fin y al cabo puedes usarlos, mirarlos, llevarlos contigo". En el caso de los coches, es recomendable verificar su valoración anualmente.

La situación del whisky es un poco más complicada:¿se debe coleccionar o beber, que es, al fin y al cabo, para lo que está hecho? Da cierto reparo pensar que nos vamos a beber una copa de un licor que está valorado en una cifra de seis dígitos. Lo que normalmente se aconseja es comprar dos botellas, una para coleccionar y otra para beber y disfrutar. Hay tres tipos de compradores: bebedores, coleccionistas e inversores.

Un seguimiento constante

Como sucede con aquellos que se dedican a la bolsa y las finanzas, los coleccionistas e inversores de whisky deben estar continuamente atentos a las ventas del licor para conocer el mercado. El coleccionismo ha existido desde siempre, por supuesto, por lo que no estamos hablando de nada ilegal. Según Fianma, para vinos y licores la regla de oro es verificar y revalorizar las colecciones cada tres o cinco años. También es importante aprender sobre la bebida, conocer a los expertos, hablar con ellos y... beber mucho, claro.

Quizá siga sonando curioso, para todo aquel que piense en los seguros como una forma de salvaguardar el hogar o las pertenencias. Fianma se encarga de aclararlo: "Si bien todo lo que aseguramos (hogares, coches) es importante para nuestros clientes, al final son las colecciones las más apreciadas. Son, al fin y al cabo, cosas que pasan toda su vida acumulando y seleccionando. Hay que tener en cuenta, por tanto, el factor del apego emocional".

Quizá haya que ir pensando en contratar uno, aunque sea para evitar la cara de tontos que se nos queda cuando "dejamos caer", sin querer, una botella de seis digitos. Si tenemos dinero para adquirirla, claro. Si no, seguro que brindaremos igual de felices con una botella de doce euros del super más cercano.