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Las tres reglas para que te hagan caso a un correo electrónico
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Las tres reglas para que te hagan caso a un correo electrónico

No hay una fórmula infalible a la hora de que tu empleador te haga caso y responda al mail que lleva días en su bandeja de entrada. Pero sí hay una serie de cosas que debes saber

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Miles de personas en nuestro país, nada más levantarse, abren el ordenador o revisan el móvil en busca de una respuesta. Generalmente, son personas que pretenden salir de una mala situación laboral y conseguir un trabajo. Ya con el café encima de la mesa, accionan el botón de su e-mail y le dan a actualizar, con la esperanza de que uno de tantos currículums enviados sea el definitivo.

Hay que entrar por los ojos. Lo dicen de todas las formas posibles y es el consejo al que echar mano cuando llevas más de dos meses en el paro y nunca responden. Has actualizado tu currículum miles de veces pero siguen sin llamarte. Has revisado cada línea en la propuesta de colaboración en tal o cual revista, así como de la carta de presentación para optar al puesto de tus sueños. Pero nada sirve y cada vez estás más desesperado.

Ni se te ocurra ser muy pesado y acabar escribiendo otro correo en caso de que no te conteste en un mismo día

Vivimos en una vorágine de mensajes instantáneos, tanto privados como públicos, que se envían y reciben sin parar. Y, de nuevo, la página en blanco y las eternas dudas antes de empezar a escribir. ¿Cuál es la fórmula correcta para que te hagan caso y respondan tu mensaje? El periodista Darios Foroux ha publicado un artículo en la revista 'Medium' en el que establece tres reglas básicas para conseguir que respondan a tus insistentes demandas y te hagan caso.

No uses expresiones raras

Elemental, querido Watson. Ni se te ocurra usar fórmulas como "¡Hey! ¿Cómo va?". Recuerda que hay que ser agradable, pero eso tampoco pasa por no dirigirte a tu destinatario con lenguaje informal. Intenta parecer sincero, honesto y divertido, pero que no quede impostado. Actuar de manera provocativa puede servir para llamar la atención, pero si te pasas de listo o de majo, te saldrá el tiro por la culata y ya puedes estar seguro que jamás te responderán.

No te pases de listo o de majo. Tienes que llamar la atención, pero tampoco hacer el ridículo

Igualmente, no te deshagas en halagos si estás intentando entrar en algún puesto y admiras a alguien que ya esté dentro. Al personal de Recursos Humanos le da igual que te parezca encomiable el trabajo que realiza cualquier individuo dentro de su organización. Lo que tienes que dejar claro ante todo es lo mucho que deseas trabajar en su empresa y lo muy dispuesto, así como capacitado, que te encuentras para poder desempeñar la función a la que te ofreces como candidato. Recuerda: nada de halagos baratos ni lenguaje excesivamente informal.

Foto: Mason, este martes ante la fachada del Reina Sofía. (Foto: Joaquín Cortés/Román Lores. Museo Reina Sofía)

El asunto es lo más importante

Es el titular de tu correo, por lo que debe destacar de entre los cientos de correos que el personal de Recursos Humanos reciben cada día. Si estás interesado en echar tu solicitud de empleo a través de e-mail, más te vale ser ingenioso con la frase que ha de resaltar frente al resto. Pero cuidado, como en el caso anterior, no te pases de listo. Ni se te ocurra usar letras mayúsculas para su redacción; queda demasiado intrusivo o desesperado. Tampoco introduzcas una pregunta retórica o construcciones típicas como: "Propuesta de trabajo", o "Solicitud de empleo". Sé creativo y esmérate a la hora de pensar en muy pocas palabras, cómo hacer que el seleccionador se fije y abra tu correo y no el de los demás.

placeholder Todo el día a cuestas con el e-mail. (iStock)
Todo el día a cuestas con el e-mail. (iStock)

Nada de replicar

Si aún así siguen sin responder, lo peor que puedes hacer es, de nuevo, mostrar desesperación y enviar un nuevo correo en el que ponga algo así: "Hey, te envié un correo electrónico hace unas horas, pero no respondiste. ¿Qué pasa?". De lo contrario, tu destinatario se sentirá francamente acosado, y lo menos que deseará es responderte, mereciéndote un buen spam.

Aunque esta fórmula no funciona -el clásico "sé pesado e insiste, pero sin pasarte"-, es recomendable, dependiendo del interés que te suscite la oferta laboral, que cada cierto tiempo (no una vez a la semana), vuelvas a intentarlo. ¿Quién sabe? Tal vez ahora no hay sitio para ti en la empresa, pero sí dentro de seis u ocho meses. En todo caso, revisa y actualiza constantemente tus opciones, sé perseverante, ya queda menos para el día en el que por fin respondan.

Miles de personas en nuestro país, nada más levantarse, abren el ordenador o revisan el móvil en busca de una respuesta. Generalmente, son personas que pretenden salir de una mala situación laboral y conseguir un trabajo. Ya con el café encima de la mesa, accionan el botón de su e-mail y le dan a actualizar, con la esperanza de que uno de tantos currículums enviados sea el definitivo.

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