Por qué ganaron 18 millones a la lotería y no cambiaron de vida

Los ganadores de lotería más mayores de Gran Bretaña, que se embolsaron un premio de 18 millones de libras (unos 20.200.000 de euros) están regresando a la casa donde han vivido 57 años tras hacer una reforma integral del interior.

Dennis Banfield, de 87 años, y su esposa Shirley, de 83, han estado viviendo en un económico (75 euros la noche) y acogedor hotel mientras los constructores trabajaban para ponerlo todo a punto y tenerlo terminado para la Navidad. La pareja, que lleva casada casi 60 años y ganó el bote en febrero, está deseando volver a su hogar y pasar unas fechas tranquilas con la familia.

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El Confidencial

El afortunado matrimonio crió a sus dos hijas Tina y Karen en la misma propiedad. Tiene tres habitaciones y se sitúa en Winterbourne (norte de Bristol), Gloucestershire. Costó solo 2.200 euros en 1961 y ahora tiene un valor de casi 350.000. Banfield asegura a 'The Mirror' que decidieron quedarse en casa y simplemente rehacer todo el interior. "Hemos estado allí tantos años... Conocemos la zona y sabemos que es peculiar y tiene un camino grande encantador. Hemos vuelto a ver cómo va la obra y todavía hay mucho camino por recorrer, pero esperamos regresar en la próxima quincena; definitivamente a tiempo para Navidad", explica.

Ejemplo a seguir

La pareja, que se conoció en una cita a ciegas, ha donado una gran parte de su dinero a la caridad. Una parte ha ido a proyectos comunitarios y al hospital infantil, aunque lo primero fue asegurarse de que sus hijas Tina, de 55 años, y Karen, de 52, estén económicamente seguras. Ambas compraron casas nuevas con el dinero que su padre les dio: "Significa mucho para nosotros saber que se cuidan", Comenta Dennis.

A pesar de que su mujer le insistió que dejara de comprar lotería, él continuó haciéndolo porque "quedaba poco para que le tocara"

Cuando su cuenta bancaria creció de un día para otro, el veterano de la RAF rompió a llorar después de años de decirle a su mujer e hijas que "era solo cuestión de tiempo" antes de que se llevaran el premio gordo. Reveló que en los meses previos a la victoria que le cambió la vida, su esposa incluso le rogó que dejara de comprar boletos de Lotto porque "nunca habían ganado nada".

Pero Banfield, que ha sido muy terco siempre, tal y como asegura su mujer, siguió jugando todas las semanas, incluso obligándola a ella a comprar décimos en los quioscos de periódicos locales en su nombre cuando estuvo en el hospital para someterse a una operación de rodilla. El que la sigue la consigue y los sueños se cumplen.