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El extraño cáncer que sufren por aumentar el tamaño de sus pechos
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"linfoma anaplásico de células grandes"

El extraño cáncer que sufren por aumentar el tamaño de sus pechos

El sistema médico de EEUU contabiliza al menos más de 400 casos de este atípico trastorno surgido después de la cirujía

Foto: Cicatriz de una mastectomía. (iStock)
Cicatriz de una mastectomía. (iStock)

En Estados Unidos ha surgido un grave problema médico en torno a los implantes mamarios de silicona dirigidos a mujeres para después de una mastectomía o por meras funciones estéticas: varias mujeres han sido diagnosticadas de cáncer de mama meses después de someterse a la operación. El estado de alarma generado no es para menos: la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos cifra en un total de 400.000 el número de procedimientos quirúrgicos realizados en 2017, casi un 47% más desde comienzos de siglo.

"Me desperté un día y vi que mi pecho tenía el tamaño de una pelota de voleibol. En un solo día se me hinchó muchísimo". Son las palabras de Michelle Forney, una mujer de 46 años residente en la ciudad de Sacramento. "Así que fui al médico, vi a mi ginecóloga y ella me envió a otra especialista. Me dijeron que tenía mastitis, una infección en los senos. Por ello, me recetaron antibiótico que debía tomar durante diez días. Pero no me hicieron nada", explica Forney a 'NBC News'.

El mayor problema es que aquí, en Estados Unidos, no hay comunicación entre médicos sobre el seguimiento de sus pacientes

Los médicos a los que visitó Forney no relacionaron los síntomas con un linfoma y las mamografías realizadas tampoco indicaron ningún problema. Se necesitaron varias revisiones más para comprobarlo. Finalmente, un cirujano plástico la convenció para que se dejara extraer los implantes. Y, entonces, se llevaron la sorpresa al encontrarse docenas de tumores pequeños situados alrededor del implante.

Forney es solo una de muchas personas aquejadas de este grave problema médico. A la enfermedad se la denominado como "linfoma anaplásico de células grandes" (ALCL, por sus siglas en inglés). La prestigiosa Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) ha estado repasando los más de 400 informes existentes sobre pacientes que desarrollaron esta afección, incluidos nueve casos en los que sus protagonistas ya fallecieron.

Foto: Foto: iStock.

Ahora, la mayor preocupación de los profesionales de la salud estadounidenses es advertir a la población y dar con las personas a las que se les realizó implantes de pecho desde que existen registros, allá por el año 2000. "Uno de los problemas, aquí en Estados Unidos, es que los pacientes acuden a diferentes médicos en momentos distintos, y estos no están comunicados entre sí, así como tampoco sus registros médicos", asegura la doctora Diana Zuckermann, presidenta del Centro Nacional para la Investigación de la Salud, una organización sin ánimo de lucro con sede en Washington. "Realmente no hay manera de saber el instante en que una mujer con implante mamario podría desarrollar cáncer", recalca. Es decir, los cirujanos plásticos que se encargan de la operación no están comunicados con los oncólogos destinados a diagnosticar y tratar la ALCL.

placeholder Recuerda: visita al médico regularmente. (iStock)
Recuerda: visita al médico regularmente. (iStock)

Una de las peculiaridades de esta enfermedad es que puede desarrollarse o permanecer dormida hasta 10 años después de la operación quirúrgica para insertar el implante. Generalmente, permanece en el área alrededor de la zona pero, según indicaron investigadores de la OMS en la revista 'Blood', puede estallar y propagarse. No parece existir ninguna diferencia entre los dos tipos de implantes, el que está relleno de silicona o el de solución salina. Es posible que la textura del mismo cree algún tipo de abrasión en los tejidos, lo que provocaría que el sistema inmunológico responda y luego funcione mal. Otra teoría es que las bacterias crecen en la superficie del implante, causando una irritación constante que puede conducir al linfoma.

"Puede haber múltiples factores relacionados con el desarrollo del ALCL, como el historial médico de las pacientes, el tipo de procedimiento quirúrgico, las características de los implantes mamarios", explica la FDA en un comunicado. Por otro lado, otros especialistas creen que todo se debe a los implantes texturizados. Es el caso de Eric Swanson, un cirujano estético privado de Leawood, Kansas. "Sabemos que la forma de eliminar el problema es simplemente no usarlos", argumenta.

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"Los cirujanos plásticos también deben hacer más para advertir a las pacientes sobre los riesgos que asumen, ya que confían plenamente en ellos", subraya Swanson. "Deben ser notificados de cualquier detalle que pueda poner en peligro su salud". Algo en lo que coincide Forney. "Nos encantaría que la FDA obligue a todos los hospitales a que se envíen cartas a todas las personas que quieran hacerse un implante de pecho, informándoles sobre el ALCL y a lo que se exponen", concluye.

En Estados Unidos ha surgido un grave problema médico en torno a los implantes mamarios de silicona dirigidos a mujeres para después de una mastectomía o por meras funciones estéticas: varias mujeres han sido diagnosticadas de cáncer de mama meses después de someterse a la operación. El estado de alarma generado no es para menos: la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos cifra en un total de 400.000 el número de procedimientos quirúrgicos realizados en 2017, casi un 47% más desde comienzos de siglo.

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