El email interno de una empresa: "Las strippers ya no van a ser gratis"

El movimiento #MeToo, que comenzó en octubre de 2017 de manera viral en redes sociales, encauzado en el feminismo de Tercera Ola, buscaba el empoderamiento femenino mediante la denuncia de abusos sexuales. Con defensores y detractores a partes iguales, hay algo que está claro: tiene cuerda para rato.

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E. Zamorano

Nike fue la primera compañía en unirse a esta lucha por la sororidad. En julio nos enterábamos de que subiría el sueldo a más de 7.000 empleadas y revisaría la forma en que otorga primas para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres. Todo venía tras las quejas de muchas de sus trabajadoras, que se decidieron a alzar la voz a raíz del movimiento para abordar la discriminación salarial o la poca diligencia a la hora de abordar los casos de abusos sexuales. Eso llevó a algunos cargos a dimitir.

Estriptis, limusinas y apuestas

La siguiente ha sido Under Armour. Como explica 'Newser', la compañía ha decidido enviar una carta a sus trabajadores prohibiendo algunas conductas sexistas, como el hecho de que anteriormente se hacía la vista gorda y se pagaban las facturas de clubes de estriptis.

La marca estadounidense comenzó ofreciendo calzado en 2006, aunque fue fundada casi diez años antes, en 1996 por Kevin Plank, también presidente y CEO de la empresa, cuando estudiaba en la Universidad de Maryland. A día de hoy vende también ropa deportiva y de vestimenta informal.

En el comunicado, remitido por el jefe de finanzas David Bergman, prohibía a los empleados utilizar sus tarjetas de la empresa para sufragar las visitas a esta clase de lugares, así como otros gastos como el alquiler de limusinas y las apuestas.

De acuerdo con 'Wall Street Journal', visitas a clubes nocturnos con deportistas y compañeros de trabajo parecían estar a la orden del día. Al parecer, Kevin Plank también es aficionado a este tipo de locales. La vicepresidenta de comunicación, Kelly Mccormick, ha admitido que esta clase de comportamientos son una práctica habitual a la hora de hacer negocio en la empresa, pero ha recalcado que Plank no se ha visto involucrado en estas actividades.

Asistir a clubes nocturnos es una práctica habitual a la hora de hacer negocios dentro de Under Armour

Pero no solo eso. Al parecer, algunos de los principales ejecutivos se comportaron de manera inapropiada con varias mujeres de la compañía, que fueron invitadas a una fiesta anual de la compañía en función de su atractivo físico.

"Nuestras compañeras de trabajo merecen trabajar en entorno respetuoso" señaló Plank cuando se le preguntó al respecto. "Creemos que existe una desigualdad sistémica en Under Armour pero vamos a combatirla. Podemos y lo haremos mejor".

El hermano de Plank, Scott, fue uno de los primeros ejecutivos de la compañía, sin embargo en 2012 fue despedido tras sufrir acusaciones de conducta sexual inapropiada. Tras ello comenzó a trabajar en una empresa inmobiliaria.

Creo que existe desigualdad en Under Armour pero vamos a combatirla

En cuanto a la fiesta anual antes mencionada, los ex empleados señalan que es un claro ejemplo de los problemas de la compañía. La celebración solía ser únicamente para ejecutivos, atletas y otros invitados VIPS en una granja de caballos que tiene Plank en Maryland, pero en la ocasión referida se decidió invitar a mujeres, basándose en el aspecto físico de las mismas, con el motivo de atraer con su presencia a huéspedes masculinos.

Pero la vicepresidenta McCormick reitera: "El crecimiento en Under Armour es un viaje constante. Construir un liderazgo inclusivo y fomentar una cultura equitativa, innovadora y respetuosa es muy importante para nosotros".