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"Son desesperantes": los tipos de padres que no soportan los profesores
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"Son desesperantes": los tipos de padres que no soportan los profesores

El año pasado el Defensor del Docente recopiló más de 32.000 quejas, pero al margen de los insultos y las agresiones, hay otras cosas que a los maestros les sacan de quicio

Foto: A veces lo peor no son los niños. (iStock)
A veces lo peor no son los niños. (iStock)

En españa hay casi 700.000 profesores en las enseñanzas no universitarias. Una cifra gigantesca de docentes a los que socialmente se apoya con palabras más o menos vagas, pero que en su día no tienen tanto sostén. Las cifras, más o menos oficiales, hablan de que son los profesionales con mayor incidencia de cuadros depresivos y bajas laborales por ese motivo. Algunos estudios sindicales y diversos informes atomizados por comunidades autónomas lo confirman. Casi un tercio de ellos ha sufrido algún episodio semejante en su labor. "Los niños son muy estresantes, sin duda, pero a veces lo peor son los padres", es el diagnóstico de Francisco Javier López, profesor de secundaria con más de 20 años de experiencia.

Los motivos por los que los profesores se sienten agredidos, ofendidos o molestos son muchos. Pero uno de los capítulos con voz propia es ese, el de su relación con los padres. En los reportes anuales que hace el Defensor del Profesor, un organismo creado por el sindicato ANPE, tienen su propio apartado. Y no es breve. "Más allá de los asuntos más graves, como insultos o agresiones físicas, lo peor son las frecuentes faltas de respeto", sentencia Jesús Niño, uno de los firmantes de este informe.

Los peores son los agresivos, pero hay muchísimos otros tipos de padres cargantes o desesperantes porque no ayudan en nada

En su detallado análisis, los problemas generados por los padres más frecuentes son las "acusaciones sin fundamento" y el "acoso". También las faltas de respeto. Todo ello en abundancia y cifras muy significativas. De hecho, estos datos se extraen de más de 32.000 denuncias anónimas. Pero sin llegar a los extremos que recoge el Defensor del Profesor, la experiencia docente está llena de encontronazos con progenitores que no tienen demasiado claro cuál es su rol en la enseñanza académica de sus hijos. Unos choques en los que no es raro que se desprecie al profesor: "No trabajan nada, cobran mucho y encima se creen que están por encima del bien y el mal", es una de las acusaciones con las que tienen que lidiar constantemente.

"Evidentemente, los peores son los agresivos, pero hay muchísimos otros tipos de padres cargantes o desesperantes porque no ayudan en nada a la educación de sus hijos", asegura Laura Ramón, traductora y profesora durante más de una década en colegios públicos y privados. Los estereotipos de familiares de los niños que resultan "insoportables" para los profesores son variados y "se repiten de centro en centro, son siempre más o menos los mismos perfiles".

Niños "especiales"

Por ejemplo, según recuento de Ramón, están aquellos que consideran que sus hijos tienen algún tipo de virtud extraordinaria que no está siendo bien explotada. Pueden ser "casi superdotados" o "extremadamente bondadosos". El caso, es que el profesor no está sabiendo ver esas cualidades fuera de lo común y, en consecuencia, tratar adecuadamente al menor. "Ese tipo de padre es desesperante, porque tampoco puedes decirle abiertamente que su hijo es vulgar y corriente y tienes que recurrir a los trucos clásicos de darle la razón y decirle que sí, que su niño es especial, pero como todos los niños, que cada uno tiene algo distinto".

Una de las experiencias que más le hicieron reflexionar a López fue cuando llamó a la madre de un alumno porque este se conducía en la clase dando gritos de manera muy maleducada. "Fue todo un 'shock', porque nada más saludar a la señora me di cuenta de que hablaba del mismo modo gritón y maleducado que su hijo, así que tuve que dar un montón de circunloquios para no ofenderla". Desde aquella experiencia, casi al principio de su carrera, ha visto en muchas ocasiones como algunos de los defectos de comportamiento de los hijos son exactamente iguales en los padres, que son quienes se los han transmitido.

El tipo de padre 'sabelotodo' suele coincidir con el que aparece hasta en la sopa y te lo topas cada dos por tres

En esa misma línea, Ramón recuerda una niña que siempre llegaba tarde y aparecía por la puerta "pintada como una mona". Cuando llamó a sus familiares para hablar del asunto se topó con que la madre venía pintada exactamente igual y era ella quien entretenía a la niña con esas sesiones de maquillaje matutinas que la retrasaban y hacían que llegase todos los días tarde al colegio.

Por supuesto, ambos han conocido el característico padre que sabe mucho más que el profesor y que se permite el lujo de decirle al docente cómo tiene que abordar una materia determinada. "Además, ese tipo de padre también suele coincidir con el que aparece hasta en la sopa y te lo topas cada dos por tres", precisa López, que también emparenta este padre "sabelotodo" con el padre "líder de masas", que es aquel "que da la lata al resto de padres para que protesten por algo que ni siquiera se habían parado a pensar".

Tienen manía a mi hijo

"Los padres más o menos violentos hay que saberlos manejar", observa López, que ha trabajado durante muchos años en entornos muy desfavorecidos socialmente. "No puedes pretender que gente que no ha ido a la escuela le de la importancia que le damos nosotros y, sin embargo, sí que están muy atentos con que no se abuse de sus chavales", prosigue con especial cuidado a la hora de escoger las palabras. "Yo nunca he tenido un problema de verdadera violencia, pero los he visto, claro. Son asuntos complejos".

Muy distinta es la experiencia de Ramón, que ha dado clase en varios centros elitistas. "Había tipos muy maleducados, pero no violentos. Allí lo típico es que te hagan sentir que eres un empleaducho y que son ellos quienes te dan de comer, así que tienes que hacerles la pelota y decirles lo que les parezca bien", comenta esta profesora de inglés. "También que te puenteasen con tus superiores para criticarte y lanzar que les tienes manía y cosas de esas".

Los padres son una pieza muy importamnte del sistema educativo. Y lo que deben hacer es "hablarles a sus hijos bien de los profesores

Otro factor novedoso que saca de quicio a los profesores son los grupos de Whatsapp de padres. Estos no solo incordian a los padres menos involucrados en el asunto, que ven como las cuestiones más intrascendentes hacen saltar los ruiditos de sus móviles continuamente, sino que preocupan a los docentes. Muchas veces es en estos grupos es donde se preparan las "revueltas" contra los métodos y actuaciones concretas de los maestros.

Para el Defensor del Profesor, Niño, los padres son una pieza muy importamnte del sistema educativo. Y lo que deben hacer es "hablarles a sus hijos bien de los profesores".

En españa hay casi 700.000 profesores en las enseñanzas no universitarias. Una cifra gigantesca de docentes a los que socialmente se apoya con palabras más o menos vagas, pero que en su día no tienen tanto sostén. Las cifras, más o menos oficiales, hablan de que son los profesionales con mayor incidencia de cuadros depresivos y bajas laborales por ese motivo. Algunos estudios sindicales y diversos informes atomizados por comunidades autónomas lo confirman. Casi un tercio de ellos ha sufrido algún episodio semejante en su labor. "Los niños son muy estresantes, sin duda, pero a veces lo peor son los padres", es el diagnóstico de Francisco Javier López, profesor de secundaria con más de 20 años de experiencia.

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