Cuando la lactancia materna sigue siendo tabú: la polémica por dar el pecho continúa

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta cada madre de cualquier parte del mundo —sobre todo cuando se trata de madres primerizas— es la presión de elegir en qué lugar dar el pecho a su bebé. La lactancia materna no es un acto que tenga horarios: no se puede prever cuándo la criatura tendrá ganas de comer, por lo que cualquier momento, independientemente del sitio en el que se encuentre la madre, puede ser susceptible de convertirse en un lugar para amamantarla. No obstante, no en todos los países está vista del mismo modo la lactancia materna en lugares públicos. De hecho, Estados Unidos es uno de los países donde existe cierta polémica al respecto, a pesar de que hay normas que permiten explícitamente la lactancia materna en público.

Si se revisa la legislación estadounidense, en los 50 estados, el Distrito de Columbia, Puerto Rico y las Islas Vírgenes existen normativas "que permiten específicamente a las mujeres dar el pecho a sus bebés tanto en lugares públicos como en privados", tal y como queda registrado en la web de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales de Estados Unidos. Aun así, la última controversia tuvo lugar la semana pasada, cuando una ciudadana, Jennifer Howard, fue a la consulta del pediatra en la Clínica Salem de Oregon con su hija pequeña, Evelyn, de solo tres meses.

"Llevé a la niña conmigo. Tiene tres meses y es lactante. Es una recién nacida, viene siempre conmigo", explicaba a la cadena estadounidense de televisión KOIN6. Durante la visita al médico, la niña comenzó a llorar porque tenía hambre. "Hice lo que toda madre haría: la cogí e intenté amamantarla, hasta que (el doctor) me paró. Me preguntó si tenía algo con que cubrirme y me quedé un poco sorprendida", añadió. El doctor le dijo que en la clínica existen normas para evitar demandas por comportamiento inapropiado. "Yo le volví a decir que jamás me habían pedido algo así antes. Y la niña estaba llorando", señala la madre, que no sabía qué hacer. Decidió buscar algo en su bolsa de pañales que pudiera taparla, pero según relató a esa cadena de televisión, el médico se acercó, se lo quitó de la mano y se lo colocó encima mientras ella seguía con el bebé enganchado al pecho.

Sentí como que estaba haciendo algo mal, cuando lo único que hacía era cuidar a mi bebé

Lo que Jennifer sintió en esta situación fue humillación. "Sentí como que estaba haciendo algo mal, algo sucio, que tenía que ocultarse, cuando lo único que estaba haciendo era tratar de cuidar a mi bebé". Las leyes del estado de Oregon no solo permite a cualquier mujer dar el pecho en público —entendiendo como lugar público cualquier zona en la que un ciudadano pueda estar—, sino que además prohíben que alguien pueda exigir a la madre que se cubra. Hace apenas unas semanas, en la Semana del Bañador de Miami, la modelo Mara Martin revolucionó la pasarela y, después, las redes sociales después de salir a desfilar dando el pecho a su bebé. La modelo y su hija fueron portada de varios medios, nacionales e internacionales. "No me puedo creer que me haya despertado con portadas en las que salgo con mi hija por hacer algo que hago cada día", escribió Martin en su perfil de Instagram.

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P. I.

"Es algo humillante y surrealista, como poco. Estoy muy agradecida de poder compartir este mensaje y realmente espero que se pueda normalizar la lactancia materna y que sirva de muestra a todo el mundo que las mujeres podemos hacerlo todo". No obstante, el mensaje de la modelo no se quedó aquí: "Para ser franca, la verdadera razón por la que no me creo que esta historia haya cubierto titulares es porque esto no debería ser ningún titular. Mi historia como madre que da el pecho a su hija caminando es, simplemente, eso", añadía, recordando que hay muchas otras historias que sí merecen titulares, como las de otras mujeres, supervivientes de cáncer, medallistas olímpicas al mismo tiempo que son madres... "Todas estas son historias de las que nuestro mundo debería estar hablando".

Días después, Martin compartió de nuevo las imágenes de ella desfilando al tiempo que amamantaba a su niña y repetía el mensaje: "Espero que se normalice la lactancia materna, porque es algo natural que las mujeres hacen por sus bebés. Creo que todas las mujeres deberían poder dar el pecho a sus bebés cuando quieran y donde quieran. Fin de la discusión", escribía entonces, tajante, antes de continuar con otro mensaje con el que busca aumentar la autoestima de las mujeres: "No hay forma, talla, edad o etnia que defina la belleza".

¿Qué pasa en España?

Cada poco tiempo se extiende por las redes sociales una noticia sobre una posible pena de cárcel para mujeres que den el pecho en público que, evidentemente, es falsa. En muchas ocasiones ni se menciona el país aunque en otras se alude a algunos latinoamericanos, como Argentina o México, pero no es real. Desde Maldita, especializados en desmentir noticias falsas que se publican en Internet, ya explicaron a principios de año que ni en España está prohibido amamantar a los bebés en público, ni en países como los anteriormente citados se han aprobado medidas en este sentido.

De hecho, hace solo unos años fue noticia la diputada de Podemos Carolina Bescansa, que apareció en la sesión constitutiva de las Cortes con su bebé, sembrando la polémica por todo el hemiciclo —y fuera de él—, aunque no era la única figura pública que había llevado a su hijo o hija a su lugar de trabajo.

Sin embargo y a pesar de no estar penalizado, en España se han dado numerosos casos de mujeres a las que se las ha tratado de frenar mientras daban el pecho en espacios públicos. Roser Sabater es una madre que fue expulsada de un centro comercial en Marbella por dar de mamar a su bebé: una dependienta la 'invitó' a marcharse y fuera a dar el pecho a su criatura en el baño, donde existe una zona específica de lactancia. "Parece denigrante y discriminatorio que tenga que encerrarme en una sala para alimentar a mi hija cuando hay personas que llevan escotes, que enseñan más que yo", dijo Sabater.

Tras las declaraciones de la madre, muchas otras se unieron en lo que se denominó el 'efecto Roser' y saltaron a denunciar que también otras mujeres habían sido expulsadas de lugares públicos por dar el pecho. Ante este tipo de situaciones, el comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría emitió un comunicado en el que criticaban esta actitud porque "dificulta la lactancia, supone un obstáculo innecesario para las madres lactantes y sus hijos y puede desanimar a futuras madres y a hacerlas desistir de alimentar al pecho a sus hijos". En un documento, el comité recopiló una serie de beneficios de la lactancia y de anotaciones a tener en cuenta que subrayan, entre otros aspectos, que el hecho de que existan salas de lactancia cerradas no implica que su uso sea obligatorio, o que todos los niños "tienen derecho a ser amamantados cada vez que lo precisen".

Desde la asociación Teta&Teta han elaborado un mapa global con puntos en los que "amamantar es 'welcome'", como explican en la misma web. "Con esta iniciativa de apoyo a las madres que necesitan amamantar en la calle a salvo del ruido, la contaminación, el tiempo, el pudor o los juicios; queremos acelerar la normalización de la lactancia materna en público. En otras palabras: que ver a una madre dando el pecho llegue a pasar tan inadvertido como ver a una pareja de ancianos pasear de la mano", apuntan. Esta misma organización tiene una iniciativa en redes sociales, bajo la etiqueta #breastfeedingwelcome, en la que se clasifican los lugares donde amamantar a un bebé en público no solo no está mal visto, sino que se fomenta esta práctica.