Es millonario. Y quiere gente que trabaje "voluntariamente gratis" en sus fiestas

Quien esté intentando dedicarse al mundo de la interpretación conocerá los miles de trabajos que los actores aceptan sin cobrar absolutamente un céntimo para intentar abrirse un hueco en el mundillo. Por desgracia no es tan raro: bolos, cortometrajes, obras de teatro que algunos empresarios y directores crean y en las que los intérpretes aceptan participar para tener algo más de experencia y "hacer currículum". Los artistas luchan por que algún día esto no sea así y protestan contra ello una y otra vez, con pocos resultados.

Uno de estos casos ha sacudido Reino Unido estos días. El duque de Rutland, con un fortuna valorada en más de 125 millones de libras (unos 140 millones de euros), ha logrado indignar al colectivo de profesionales de la interpretación. David Manners, que así se llama el aristócrata inglés, pedía "actores voluntarios" que interpretaran a brujas y personajes de época para entretener a los visitantes de su casillo en Leicestershire, valorado en 22 millones de euros.

TE PUEDE INTERESAR

Este barón entrevista a jóvenes para casarse y tener hijos. Su ex, de 50 años, era "muy vieja"

A. López

Denuncia en las redes

Ubicada a 190 kilómetros de Londres, esta familia que vive en un edificio de 10.000 metros cuadrados y posee cuadros de Van Dyck, Holbein o Reynolds, fue denunciada en las redes sociales. El actor y director Joan Cemm tuiteó el anuncio que el duque había puesto para ese "trabajo" en el que se pedía "flexibilidad horaria y experiencia en teatro y caracterización". Con esto, el intérprete pedía al sindicato que investigara el asunto porque le parecía "absolutamente indignante".

Su compañero y también artista Mark Murphy comparó el anuncio en Facebook con otro que él mismo inventó: "Se requiere fontanero para que me arregle la caldera. Debe tener experiencia y estar cualificado. Es un trabajo no remunerado, pero podría conducir a uno que sí lo estuviera en un futuro".

Fiestas famosas

David, su exposa Emma y sus tres hijas (lady Violet, de 24 años; lady Alice, de 22; y lady Eliza, de 20) viven en el castillo de Belvoir, una mole de 356 habitaciones, dotada de un sinfín de torres y torreones, que se alza en una finca de casi 6.500 hectáreas.

La organización de fiestas es un arte que las hermanas Manners empezaron a aprender a una edad temprana. La tradición familiar dicta que se debe montar un baile importante cuando alguno de los hijos cumple 18 años. “Cada una de nosotras se encargó de supervisar hasta el último detalle”, explicaba la más pequeña a 'Vanity Fair'.

Poseyendo una fortuna de más de 140 millones de euros el duque exige "actores con experiencia para un trabajo no remunerado"

No son una familia cualquiera, de hecho la prensa local no les tiene mucho cariño: "Las maleducadas hermanas de la alta sociedad británica: al lado de las estridentes hijas del duque de Rutland, de piernas esculturales y díscolo comportamiento, las hermanas Crawley de Downton Abbey parecen unos angelitos”, aseguraba 'The Daily Mail' o "las hijas del duque de Rutland sacan de quicio a los vecinos con fiestas salvajes que duran toda la noche", afirmaba 'The Telegraph".

Pero no solo las descendientes ocupan los titulares, desde hace años los patriarcas están separados pero conviven en el palacio: "El duque de Rutland y yo nos vamos a separar… Pero conviviremos en nuestro castillo y tendremos nuevas parejas’: esta es la sorprendente reacción de la duquesa frente a las infidelidades de su esposo", afirmaba el diario británico.

"Cuando un matrimonio se rompe, todos deben pasar por un largo proceso de recuperación. Nuestra situación funciona a un nivel muy práctico. David y yo compartimos cinco hijos maravillosos, somos muy amigos, y yo aquí tengo un trabajo que llevar a cabo. Me limito a pensar: 'Ponte manos a la obra'. Aunque vivamos en un edificio histórico, eso no implica que las tradiciones anticuadas deban limitarnos", aseguraba Emma.