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Las 5 discusiones habituales que suelen acabar con una relación
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Las 5 discusiones habituales que suelen acabar con una relación

No dejes que las cosas lleguen tan lejos. No hay rupturas iguales, pero los motivos por los cuales se llega hasta ese punto suelen ser parecidos

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Un mal día en el trabajo, una discusión con un amigo o compañero, se te ha roto la pantalla del móvil... cualquier cosa para llevarte el mal humor a casa y pagarlo con la persona que más quieres, tu pareja. Como se suele decir, "la confianza da asco" y muchas veces terminamos a la gresca con quien menos lo merece en ese momento.

Es perfectamente normal, y mentalmente saludable, comentar los problemas que nos hayamos encontrado durante el día al llegar a casa con nuestra media naranja, pero cuando estamos especialmente irascibles puede que los saquemos de quicio y provoquemos un incómodo enfado extremo que termine como 'el rosario de la aurora'.

Foto: Emma Thompson en 'Love actually'.

Hay una serie de cosas que no puedes hacer cuando tienes una relación de pareja. Debes controlarte al hablar o puede acabar con todo lo que tenías. Piensa dos veces antes de actuar o te acabarás arrepintiendo. Estás son algunas de las discusiones que debes evitar de cualquier forma.

Faltas de respeto

Empieza con una leve queja como: "No lavas los platos", pero se acaba convirtiendo en una crítica general tipo, "no ayudas en la casa" y se transforma en un juicio sobre tu personalidad, "eres un vago egoísta y perezoso". Esto no ocurre de la noche a la mañana, pero va minando gradualmente la base de tu matrimonio", asegura Lesli MW Doares, asesora matrimonial y autora de 'Blueprint for a Lasting Marriage'

Hablar sobre lo que le gusta a cada uno en la cama y por qué no tenéis relaciones sexuales es una de las cosas más importantes

Gilda Carle, experta en relaciones de pareja, afirma que los argumentos nunca deberían comenzar con 'tú': ''Es sinónimo de señalar con el dedo. Lo has hecho. ¿Hacia dónde va la relación desde ese punto? El otro solo puede atacarte con lo mismo y antes de que te des cuenta, la falta de respeto es desenfrenada, nadie escucha al otro y las verdaderas quejas, las que importan no se escuchan y ni se resuelven.

Siempre tienes razón

Sí, puede ser difícil reconocer que estabas equivocado, pero en una relación debe hacerse. "Mi abuela solía decir: "¿Quieres tener la razón siempre o ser feliz?", confiesa Bonnie Winston, casamentera de famosos y experta en relaciones. Nadie tiene la razón el 100% del tiempo. En lugar de descubrir quién sí, debes saber cómo hacer que las cosas funcionen.

"Cuando peleas por cosas pequeñas, intenta dejarlo pasar", dice Winston. "Por supuesto, se pueden discutir los temas que más importen y que más trascendencia tengan para ti, pero de una manera madura", añade. Recomienda tomarse tiempo para pensar exactamente lo que quiere decir. "No hay gritos y se escucha al otro", explica. Hay que pensar las cosas dos veces antes de decirlas porque sentir que necesitas tener razón realmente puede afectar tu relación.

"En una discusión esa necesidad es divisiva y puede conducir al resentimiento, especialmente a la larga. Si no puedes recordar que sois un equipo y te centras en las cosas minúsculas, habrá sentimientos heridos que creen deseos de separación", continúa Carle.

Tener hijos

Probablemente no hablaste sobre si tenerlos o no antes de casarte. O si lo hiciste sería una conversación efímera y (que tú creyeras) sin importancia. Los sentimientos pueden cambiar. Quizás uno teme que los niños se interpongan en el camino de una carrera laboral o de una relación casi perfecta. O si deseas dejar de intentarlo porque tenéis problemas de fertilidad.

Deja de pensar que siempre llevas razón. Da tu brazo a torcer y cede de vez en cuando

"Si no estás en la misma onda sobre si tener hijos, esto generará resentimiento", dice Brooke Wise, experta. "Ser padre es un gran compromiso físico y emocional. No es algo que puedas hacer por la otra persona. Tienes que querer al 100% o no funcionará. Es injusto hablar con alguien sobre ello. La crianza es bastante difícil cuando ambas personas están en el mismo barco, imagina si no lo estáis. Que te intenten convencer de ello solo creará problemas", explica Doares.

Mismos argumentos

Aquí están otra vez. Le regañas por no cambiar el rollo de papel higiénico o levantar la tapa, tienes que recordarle que te llame de camino a casa o problemas más profundos como en qué religión criar a los niños. Lo creas o no, no estás discutiendo sobre lo que piensas que crees. Según The Gottman Institute, la repetición del conflicto en tu relación representa las diferencias en tu estilo de vida y personalidad.

"Esto podría llevar al divorcio si dejas que los argumentos se intensifiquen seriamente, peleas sucio, te niegas a hablar o echas la culpa excesivamente", dice Marni Feuerman, psicoterapeuta. Es posible que debas comprometerte, dar y recibir algo para terminar con las constantes batallas y diferencias. Asegúrate de conocer los signos sutiles de una relación tóxica.

Sexo

Si uno de vosotros quiere tener sexo y el otro no, y pasa constantemente, puede significar que estáis en una relación platónica. "Debido a la vulnerabilidad física y emocional innata de las relaciones sexuales, este puede ser un obstáculo difícil de superar", confirma Laurel House, una entrenadora de relaciones de 'celebrities' y experta en sexualidad.

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"El sexo es esencial. Sin contacto físico, podría crearse un sentimiento de rechazo que puede llevar a la inseguridad, el resentimiento, la ira y la discusión", añade. No te casaste para convertirte en compañeros de piso o 'socios' comerciales. De hecho, un estudio reciente realizado en la Universidad de Toronto-Mississauga descubrió que tener relaciones sexuales más de una vez a la semana no nos hace más felices. Pero, si el sexo se vuelve menos frecuente que semanalmente, es cuando la felicidad disminuye.

Deja de echar las cosas en cara y nunca empieces las frases con 'tú'

"La intimidad es una parte fundamental de una sociedad sana", dice Hall. "Si has experimentado una ausencia muy grande de estas prácticas durante un periodo prolongado de tiempo, es probable que llegues a una desconexión dentro de la relación". De acuerdo con House, necesitas hablar con tu pareja sobre el tema. Pero no solo sobre el hecho de que no las estás teniendo, también sobre el porqué y los gustos que tienes en la cama. Descubre si es aburrimiento, desinterés, distracción, prioridades, inseguridades o tal vez un problema físico.

Un mal día en el trabajo, una discusión con un amigo o compañero, se te ha roto la pantalla del móvil... cualquier cosa para llevarte el mal humor a casa y pagarlo con la persona que más quieres, tu pareja. Como se suele decir, "la confianza da asco" y muchas veces terminamos a la gresca con quien menos lo merece en ese momento.

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