Los países laicos experimentan un mayor desarrollo económico

¿Qué fue primero, la secularización o el desarrollo económico? Estos dos conceptos han sido 'el huevo y la gallina' de los sociólogos durante años, conformando una eterna pregunta que por fin tiene respuesta. Distanciarse de la religión hace que los países sean más prósperos en términos materiales, según un estudio publicado en la revista Science Advances.

La investigación, que cruza las opiniones de los habitantes nacidos a partir de 1990 en países que van desde Albania hasta Zimbabue con el respectivo PIB de cada uno, explicita que "los Estados religiosos tienden a ser los más pobres". La correlación entre secularización y riqueza no es nueva, pero hasta ahora los expertos se encontraban divididos entre quienes sugerían que los avances de la tecnología y la sociedad desplazaban muchas de las funciones de la religión y los que argumentaban, en cambio, que la "ética del trabajo protestante" contribuyó al desarrollo del capitalismo.

"Nuestros hallazgos muestran que la secularización precede al desarrollo económico y no al revés", explica a The Independent Damian Ruck, investigador de la Universidad de Bristol que encabeza este estudio. "Sin embargo, sospechamos que la relación no es directamente causal, sino que sólo conduce al desarrollo cuando el proceso va acompañado de un mayor respeto por los derechos individuales", matiza.

Respeto a los derechos individuales

"Esto no necesariamente significa que la secularización haya causado el desarrollo económico, ya que ambos cambios podrían haber sido causados ​​por un tercer factor con diferentes retrasos de tiempo, pero al menos podemos descartar el crecimiento económico como la causa de la secularización en el pasado", subraya Álex Bentley, doctor de la Universidad de Tennessee y coautor del trabajo.

En otros términos, la secularización a menudo viene acompañada de una mayor tolerancia hacia la homosexualidad, el aborto o el divorcio. "Pero eso no quiere decir que los países religiosos no puedan prosperar", defiende Ruck, siempre y cuando puedan "encontrar su propia forma de modernizar y respetar los derechos y las libertades de las personas".

La educación es otro de los principales factores que impulsan el desarrollo económico, de acuerdo a sus conclusiones. En las naciones donde los programas de gobierno laicos reemplazan gradualmente a las instituciones religiosas como proveedoras de educación y bienestar social el PIB tiende a crecer, pero también en los países religiosos que brindan grandes niveles de apoyo a la investigación científica.