Por qué las personas delgadas ganan más dinero que los gordos

Hay dos temas que a la gente le interesan especialmente: el dinero y su apariencia física. Algunas investigaciones han demostrado que existe una cierta relación entre ambas: tener muchos ingresos resulta atractivo. Y el peso juega un papel importante en lo deseables o no que son las personas. Un cuerpo equilibrado entre la masa corporal y la estatura y el éxito en el trabajo están realcionados, según sostienen en ‘The Conversation’ los profesores de Economía Patricia Smith y Jay L. Zagorsky. Sencillamente, afirman, los individuos delgados, sobre todo las mujeres, están mejor retribuidos que sus colegas más gruesos.

En su estudio se han fijado en otro aspecto: ¿qué efecto tiene la propia percepción del cuerpo? En resumen, ¿pensar que uno está gordo o flaco afecta a tus ingresos? Responder a estas preguntas puede ser esencial para evitar la discriminación por razones del aspecto físico.

Investigaciones recientes han demostrado que el índice de masa corporal está relacionado con las ganancias económicas

Los estadounidenses se gastan miles de millones de dólares en cosas que sirven para mejorar ligeramente su apariencia, tales como maquillaje u otros cosméticos. También en hacer diversas dietas para controlar el peso, ir al gimnasio o en cirugía estética. Pero esa búsqueda de los modelos perfectos tiene una cara oscura: los complejos, la ansiedad y la depresión. También el optar por atajos malos para la salud con tal de estar musculados. Por ejemplo, la anorexia nerviosa es un caso extremo de preocupación por el peso y se cobra vidas humanas todos los años. También tiene un coste económico. Tener un desorden alimentario cuesta a la sanidad de EEUU unos 2.000 dólares por persona.

¿Por qué existe esa doble presión, externa e interna, por tener la imagen perfecta? Uno de los motivos es porque la sociedad retribuye mejor a aquellos que están delgados y tienen buen aspecto. Investigaciones recientes han demostrado que el índice de masa corporal está relacionado con las ganancias económicas. Sobre todo, en el caso de las mujeres, entre las que hay una clara penalización a aquellas que están más gordas.

Problemas mentales

La cuestión es si la propia percepción sobre nuestro cuerpo puede también variar nuestro estatus económico. Para contestar a esta pregunta, los dos profesores elaboraron un amplio seguimiento a 9000 personas nacidas a principios de los años ochenta. Comenzó cuando eran adolescentes y concluyó 15 años después, cuando ya contaban con 31 años.

La respuesta fue que no, que no había tal relación, que realmente nuestra propia percepción sobre nuestro estado físico no afecta especialmente a nuestros ingresos laborales. Puede afectar a otros asuntos, como la autoestima o la salud mental, pero no a las ganancias en los trabajadores por cuenta ajena.

Los autores piden que como sucede en Michigan se prohíba expresamente la discriminación por razones de estatura o peso

Sin embargo, la percepción de los empleadores sobre el aspecto físico de sus asalariados si tiene una relevancia crucial a la hora de establecer su remuneración. En eso los estudios sí resultan concluyentes y refuerzan esa tesis. De hecho es un fenómeno creciente, que en lugar de solucionarse parece que se va a agravando con el tiempo. Por eso, los autores piden que como sucede en Michigan se prohíba expresamente la discriminación por razones de estatura o peso.